“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino
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miércoles, 6 de noviembre de 2019

"No es de justicia social votar a la derecha, Ciudadanos incluidos", por Óscar de Caso.

          Porque suelen obtener algún tipo de beneficio, material, intelectual o simbólico de su posición política. Tienen miedo al cambio y el miedo vence su esperanza. La empatía no es su fuerte. En términos electorales, no hay derecha sin redes clientelares. Procesan las contradicciones buscando alguna justificación que explique lo que hacen. Por eso necesitan siempre chivos expiatorios. 

      Sus inconsecuencias –por ejemplo, ser cristianos y generar diariamente tanto odio; sentirse muy patriotas, pero hacer de la corrupción un lugar cotidiano- las solventan con actos que generen consternación y que aceptan solamente como una forma vicaria para que no les pase a ellos. Mejor que sean siempre otros los que ardan en la hoguera. La gente de derechas es muy de buscar excusas. La frase de Bart Simpson¡Yo no he sido! ¡Nadie me ha visto! ¡Nadie puede demostrarlo!” es de derechas.

          Históricamente, van sumando justificaciones al mantenimiento de algún privilegio presente o futuro; son ejercicios huecos que resumía el  dibujante "el Roto" en una viñeta donde un acomodado individuo se decía al espejo mientras se ajustaba la corbata: “Cada vez que digo que les bajen el sueldo a los pobres a mí me lo suben”.
          Hay algo de eterno en el comportamiento de la derecha: pensar que hay gente que es inferior. La derecha aprovecha la confusión para volver a engañar. Basta ver el discurso de los partidos conservadores cuando pierden el poder. La derecha utiliza con frecuencia los timos piramidales en las campañas electorales. 

Por ejemplo, diciendo que van a bajar los impuestos. Mucha gente les cree. Bastantes de ellos se presentan a las elecciones diciendo que van a gobernar sus países “como si fueran una gran empresa”. Una gran empresa suya donde lo que cuenta son sus beneficios y los de sus accionistas. Hay sectores populares que creen que alguna migaja caerá de la mesa de los ricos.

 La derecha no lee los programas electorales porque no le hace falta. En el fondo no les molesta la ideología de la supuesta izquierda. La derecha puede planificar, nacionalizar, regular, ampliar derechos civiles. Todo dependerá del momento y de las necesidades.
          Sienten fobia ante cualquier grieta en el edificio de su sumisión a un credo intolerante. En cambio, no hacen ascos a la televisión basura, porque entienden que así forma parte del decorado de la democracia.

          Como solo la derecha se atreve a ser políticamente incorrecta, el campo de la ironía queda de su lado. Así pudimos escuchar a la aristócrata Esperanza Aguirre, exalcaldesa de Madrid y expresidenta de la Comunidad Autónoma madrileña por el Partido Popular, decir que era “pobre de solemnidad”. Para partirse de risa. Solo ellos pueden burlarse de la política.  Son los perfectos antisistema dentro del sistema. 

La derecha, insistimos, tiene una concepción antropológica pesimista del ser humano es “un lobo para el hombre”. Por eso, no duda en alimentar la parte más depredadora del ser humano siempre y cuando se convierta en una mercancía; esa mercantilización de la vida genera una movilización constante de los valores de la derecha (cada vez que se mueve el mercado, se mueven ellos); y lo justifican diciendo: “Así son las cosas”.
 Por eso se divorcian, defienden a la Iglesia más severa; se confiesan pecadores, pero no renuncian a diferentes formas de sexo; toman drogas, pero tienen un discurso prohibicionista; critican al Estado, pero llevan toda la vida viviendo del Estado; cuestionan el peso de las tradiciones en su vida particular, pero defienden una patria eterna e inamovible; se llenan la boca de la falta de libertad en los países comunistas, pero no dejan que nada se escape al control de los medios; son implacables con los adversarios políticos y muy tolerantes con los suyos; escuchan rap pero encarcelan a los raperos. Ser de derechas, benditos lectores, es algo profundamente humano.

POSDATA.- La autoría de este escrito corresponde al señor Juan Carlos Monedero.

           En el disco de 1975 “Para piel de manzana”, el señor Serrat compuso la canción “A ese pájaro dorado” donde dibuja un delicado e íntimo discurso sobre el amor cotidiano. El amor que se acaba, el que no perdura, el amor que se escapa como una lágrima y que sucumbe preso de las dificultades diarias.
A ese amor...
A ese pájaro dorado
que alza vuelo y parte el cielo en dos
rondando el sol y el pecado.

A ese amor

caprichoso y libertario

sin silencios que le hagan callar
ni jaulas para enjaularlo.

Qué pena,

que no le siente bien la ropa de diario

a su carita lavada.
Ese amor
vaya si es flor delicada.

A ese amor

manojo de pequeñeces

que florece en plenilunio
y se mustia en las estrecheces.

A ese amor

que arde mal en el brasero,

que se anega en una lágrima
y cunde poco en el puchero.

Qué pena,

que no le siente bien la ropa de diario

a su carita lavada.
Ese amor
vaya si es flor delicada.
  

6 comentarios:

  1. El Señor Monedero no describe "la derecha". Describe un despropósito de personajes que siempre identifica con la derecha y a una serie de desalmados y malas personas. De todo ello hay en la derecha, en la izquierda, en el centro y toda tierra de España. Hay gente buena y limpia en la derecha... gente honesta y con sentido de la justicia...
    El Señor Monedero defiende lo que cree que le favorece como individuo. Hay que pensar también en la colectividad. La colectividad no son los que piensan solo como él. La colectividad son todos... también "los otros"... Me parece una crítica burda y sesgada. Hay muchos trabajadores, clase obrera y humilde que cree en políticas que no son de izquierdas y no por ello dejan de defender y luchar por una igualdad social y por sus derechos como personas. No hay gente mala de izquierdas ó derechas... hay gente mala solamente.

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  2. Artículo partidista desde la primera palabra. Se te ve mucho el plumero. Montate tu blog y verás q poquitas visitas

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  3. Análisis profundo, me gustaría que las críticas tuvieran planteamientos tan rigurosos pero de momento no las hay.Si se supiera lo que va a hacer la derecha el día 11 si gana igual no les vota nadie

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  4. Cuentecito de malos malisimos y sospecho buenos tontorrones. Sube el nivel Oscar.

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  5. Completamente de acuerdo con el artículo, y no soy de izquierdas. No hay q irse muy lejos para comprobar el desprecio de concejales y concejales hacía el rival politico, hacia el que piensa diferente. Ninguneandolos, ridiculizandolos y con un menosprecio absoluto. Igualmente lo hacen para el resto de personas. No nos merecemos este pp en Caudete.

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  6. No se quien es Oscar de Caso, pero este artículo es de campaña electoral.
    Que me digan que sólo la derecha es mala y les salve el culo a la izquierda, vamos que no.
    Que no se celebren elecciones y se quede el psoe gobernando perpetuamente.

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