Organizado por las Asociaciones "Cultural Amigos de la Historia Caudetana" y "Nacional Últimos de Filipinas, Héroes de Baler" este sábado se celebran en Caudete una serie de Actos en homenaje a los Héroes de Baler por la conmemoración del 120 Aniversario en la figura del Caudetano José Olivares Conejero.
Colaboran la Asociación Histórica de la Guardía Civil, el Restaurante Vilmar II y la Librería "Da Vinci Bellas Artes".
El autor del libro "Esclavos del honor" (La Epopeya de los Héroes de Baler), Raúl Borrás San León firmará por la mañana ejemplares en la Librería "Da Vinci Bellas Artes".
En el Cementerio tendrá lugar un homenaje a nuestro paisano por parte de diversas asociaciones. Portaran la bandera, propiedad de la Asociación, a la que rindieron homenaje el Ejército filipino hace 120 años.
La comida esta prevista en el Restaurante Vilmar II donde Raúl Borrás dará una conferencia sobre su libro. El otro conferenciante será Alejandro Mohorte Medina recreacionista de la Asociación Museo Militar de Valencia.
También esta previsto proyectar un documental con el título "Vivencias en Baler, 120 años en el recuerdo" que recrea el viaje a Baler de la ANUFHB realizado en la conmemoración del 120 aniversario de la gesta.
He encontrado un artículo en el Programa de Fiestas del año 1987 que lleva por título "Un héroe caudetano" firmado por el médico José Brotons Espì, marido de Elisa Pagán, familia del Cabo Olivares. En momentos distintos, los dos han sido alcaldes de Caudete.
También les adjunto el Programa de Actos que se realizó con motivo del Centenario de aquella gesta siendo Elisa Pagan Alcaldesa y Juan Bañon, concejal de Cultura. También pueden ustedes leer una excelente biografía de nuestro héroe de Baler escrita por Fancisco Domenech Mira.
Uno de los actos que se llevaron a cabo entonces fue descubrir una placa de mármol en su honor en la calle donde vivía y que hoy lleva su nombre. Esto es lo que decía Brotons de la hazaña en Baler hace 28 años:
"En los últimos años del pasado siglo, España perdía sus últimas posesiones de Ultramar: Cuba y Filipinas. Fue en estas últimas islas donde un humilde caudetano, José Olivares Conejero, con un grupo de soldados, sobrepasaron con su fantástica gesta las pasadas glorias que el Ejercito Español paseo a lo largo y ancho del mundo durante siglos.
Estos soldados hicieron honor con creces a la leyenda y realidad de que la gloriosa Infantería fue siempre la mejor del mundo. Vamos ha hacer un poco de historia.
El 14 de octubre del pasado año hizo 100 años que nació José Olivares, héroe Nacional de Baler entre los años 1898 y 1899. Fueron sus padres Bernardo Francisco Olivares y María Gracia Conejero Sánchez.
Fue cartero perpetuo de Caudete por Real Orden de S.M. Alfonso XIII. Murió el día 23 de diciembre de 1948 en Caudete siendo Teniente Honorario del Ejército Español, honor otorgado por el General Francisco Franco que quiso premiar el heroísmo de los que defendieron durante casi un año la Bandera de España solos, sin ayuda posible y ante un enemigo cien veces superior el cual, con toda hidalguía, supo reconocer el tremendo heroísmo de ese puñado de españoles que asombraron al mundo entero con su gloriosa hazaña.
Vamos a referirnos a ese acto heróico de Baler. Lo que allí paso, solo Dios lo sabe y los españoles que durante once meses y un día acosados por los tagalos, epidemias y por el hambre, dieron gloriosamente su vida por España.
En la Iglesia de Baler, por carecer de ara, Fray Gómez Carreño jamás ofició la Santa Misa alegando esta falta y, según refería el cabo Olivares, no existió Tala el personaje femenino ni otros pasajes que se cuentan en la película "Los últimos de Filipinas".
Lo que allí paso, solo Dios y sus defensores lo saben, palabras textuales de otro defensor de Baler que pidió que no revelaran su nombre y así se hace.
Baler, regada con sangre hispana, defendida con ardor mientras en París el Gobierno de aquella época negociaba el cese de la soberanía española en Filipinas por la intervención de EEUU, pasándole el dominio a esta. Amargo es decirlo: los héroes de Baler no fueron atendidos, razones poderosas, creo yo, desde luego, que obligarían a ello.
No pretendo examinarlas pero el hecho es que desde el 12 de febrero del 1898 que llegaron a Baler hasta el 2 de junio de 1899, fecha de tan memorable capitulación, no recibieron ni un céntimo, ni una gelleta ni un cartucho. Por eso no puedo ni se hacer literatura donde hubo hambre y piojos, pero sí esclarecer el valor espartano de un puñado de españoles.
Un día del mes de mayo de 1898, cuando la prensa de Madrid aunció el desastre de Cavite, la capital de España no pudo enterarse bien, porque ese día era domingo, y ...¡hasta hubo toros!. Cuando dos meses después el Almirante Cervera perdía nuestra escuadra frente a Cuba, nos pareció un cuento de Calleja, una anécdota unida a España.
En Baler, pueblo filipino de la isla de Luzón, un destacamento de soldados en el más completo abandono, mantenían enhiesta la bandera de España. Estos hombres demostraron que aún no habían decaido las virtudes militares. La bandera de España, desafiante, tremolará contra todo el mundo durante onde meses en condiciones increibles.
Durante vanos meses resistieron el ataque de los tagalos: habían muerto varios soldados, el 2ª Teniente D. Juan Alonso y el Capitan Enrique de los Morenos. Tomó el mando el 2ª Teniente D. Matin Cerezo.
Al 5ª mes ya no quedaban provisiones y entonces comenzaron las incursiones en terreno enemigo para traer hojas de calabaza y otras hiervas que comían hervidas. No había agua y fue necesario abrir un pozo dentro de la Iglesia.
Las balas eran mortíferas pero, más aún las enfermedades: disinteria, beriberi (que dejó marcada en la cara a nuestro paisano). El día 14 de diciembre, a las once de la mañana, el Teniente Martin Cerezo llamó al cabo Olivares encargádole la misión de quemar el infecto poblado. El cabo Olivares, con 14 hombres, calado el machete, salieron de la Iglesia.
Una hora después, el poblado era pasto de las llamas sembrando el pánico entre los tagalos. El Teniente felicitó al Cabo, a sus hombres y al médico Sr. Vigil. Dirigiéndose a Olivares le dijo: "usted es un héroe. Yo, como médico de Baler, le regalo mi reloj para que recuerde este día si es que salimos vivos. Ahora, que la patria haga lo demás.
Por fín, el día 2 de junio de 1899, se decidieron a rendirse cuando reconocieron la triste realidad de que defendían una tierra que ya no pertenecía a España. Cuando abrieron las puertas de la iglesia, los vencedores más bien parecían los vencidos al mirar los ojos y los famélicos cuerpos de los soldados españoles.
El jefe de los sublevados rindió honores a los héroes de Baler presentando armas. Treinta y tres hombres supervivientes del inmortal sitio de Baler desfilaron con sus armas, bandera y con honor ante los asombrados filipinos. El 30 de junio, el Presidente de la República, hacía pública la siguiente orden:
"Habiéndose hecho acreedores de la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroísmo con que aquel puñado de hombres, aislados y sin esperanzas de auxilio alguno, han defendido su bandera por espacio de un año realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo, rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos de esta República que bizarramente les ha combatido, a propuesta de mi Consejo de Gobierno vengo a disponer lo siguiente:
Artículo Único.- Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas, no serán considerados prisioneros sino, por el contrario, como amigos y en consecuencia se les procurará por la Capitanía General de los pases necesarios para que puedan regresar a su país. Dado en Talak, a 30 de junio de 1899.
El Presidente de la República Emilio Aguinaldo. El Secretario de Guerra Ambrosio Flores.
Días después embarcaban para la patria los "Últimos de Filipinas" y los primeros en la constancia y en el sentido del honor español
José Brotons Espí
Yo te diré porque mi canción. te llama.......de Clara Montes