“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino
Comunicado Importante

Ante la imposibilidad de compartir los posts que se publican en este blog en facebook se han realizado varios ajustes técnicos para lograr solucionarlo y no ha conseguido.

Lo que nos hace pensar que los artículos que se publicaron en facebook fueron marcados como inapropiados por lectores que no están de acuerdo con la línea editorial de este blog.

Por eso nos hemos visto obligado a crear un nuevo blog para poder seguir exprensándonos de forma libre. Aquí está la nueva dirección.

https://blogjoaquinmedina.blogspot.com/

domingo, 2 de febrero de 2020

"Vive y deja Vivir", por Óscar de Caso. "Mediatizados por la productividad, rechazamos aquello que no rinde"


           Uno de los grandes errores que comete todo ser humano es que reniega de su verdadero ser a cambio de nada. Estamos tan mediatizados por la productividad que rechazamos aquello que no rinde, que no tiene consecuencia en el plano material.

          A lo largo de nuestra vida vamos abandonando aficiones que tenemos muy arraigadas, de tal modo que cuando llegamos a la edad de la jubilación no queda nada de lo que fuimos. Sin embargo, aquellos que conservan vocaciones, hobbies, que han desarrollado durante toda su vida se encuentran mucho mejor, son más felices.

          La felicidad, por usar un término más común, tiene mucho que ver con estar cerca de aquel que fuimos. A partir de la adolescencia, nuestro gusto, nuestras pasiones, nuestros deseos ya están definidos y no cambian. El ser que surge en esta etapa libremente, sin otro condicionante que la falta de independencia debida a la edad, es el que verdaderamente somos.

 La vida nos va llevando de un lugar a otro y muchas veces sentimos la tentación de mimetizarnos con los diferentes espacios que atravesamos, podemos incluso convertirnos en “otro”, pero es en esa conexión con el que de verdad fuimos lo que nos va una existencia placentera, descartando a los “otros”, esos personajes, esos disfraces que la coyuntura nos obliga a tomar.
          Una vez que uno es mayor, lo es para siempre, pero al loro: cuando uno “es” joven, también lo es para toda la vida. Ya decía Picasso: “Hacen falta muchos años para ser joven”. De eso se trata, de coger la vida en una dirección u otra. 

El secreto de encontrar la vía para “ser” nos procura bienestar y nos evita aguantar estupideces y estúpidos, porque van a ser ellos los que nos sorteen, los que nos eviten. Si éstos reconocieran la existencia de un mundo al margen del suyo, más rico en vivencias y más alejado de las represiones, llegarían a concluir que han estado haciendo el “primo”, perdiendo el tiempo para toda su vida. 

Esa conclusión es la única a la que un ser no puede permitirse llegar, razón por la cual quiere explorar sus miserias, aplicar a los demás las normas que condicionan su vida y que él ha elegido libremente. Salen a la calle para luchar contra los derechos de los demás porque no pueden asumir sus miserias. 
Si fueran felices y realmente tuvieran fe en sus creencias, vivirían al margen de los que cogieron la senda del error o, en todo caso, intentarían salvarlos, pero nunca por la vía de la imposición, de la represión, de la coacción desde el poder. Su esquema de pensamiento es tan miserable como el de los necios del patio del colegio: “Si yo me jodo, que se jodan todos”.

          No pueden soportar que alguien viva en un espacio de libertad del que ellos renegaron por seguir la tradición, aquella que basa su negocio en afirmar que vivimos en un valle de lágrimas y que la verdadera existencia comienza después de la muerte.

          Tal vez la división más evidente entre los muchos tipos de individuos que habitamos el planeta sea el de los que “dejan vivir” y los que no. Y no se trata de una cuestión de poder. Los represores son plenamente conscientes de vivir en el lado equivocado, y en su frustración quieren imponer sus miserias al resto.
          En su infinita generosidad quieren que comamos su mierda.
         Que no nos hagan el avioncito con la cuchara, benditos lectores, no pensamos abrir la boca.

        POSDATA.- En el escrito de hoy han colaborado El Gran Wyoming y un servidor.

          “Para vivir” es el título de la canción que he escogido hoy, que creo que es una prolongación del escrito anterior en la que se refleja la necesidad de emprender la huida, de hacer camino, de no quedarse inmovilizado, volviendo la vista hacia la juventud que ha de abrirse camino. Canción incluida en el disco “Canción infantil” del año 1974.

Te dejan sus herencias,
te marcan un sendero,
te dicen lo que es malo
y lo que es bueno, pero...

Ni los vientos son cuatro,

ni siete los colores,

y los zarzales crecen
junto con las flores

y el sol sólo es el sol si brilla en ti.

La lluvia sólo lluvia si te moja al caer.

Cada niño es el tuyo,
cada hembra, tu mujer.

Vivir para vivir.

Sólo vale la pena vivir para vivir.

Para vivir.
Sólo vale la pena vivir para vivir.

Y hacer tuyo el camino,

que tuyas son las botas.

Que una sonrisa pueda
dar a luz tu boca.

Abrázate a los vientos

y cabalga los montes.

que no acabe el paisaje
con el horizonte.

Que el sol sólo es el sol si brilla en ti.

La lluvia sólo la lluvia si te moja al caer.

Cada niño es el tuyo.
Cada hembra, tu mujer.






1 comentario:

  1. Me identifico con parte de lo que cuentas Oscar, uno ya vive en esa maravillosa juventud en la que puedes decir a algunos: ¡Váyase Ud. a la mierda! Todo un lujo.

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