“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino
Comunicado Importante

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sábado, 14 de octubre de 2017

"Creyeron que con la fórmula Constitucional del Estado de las Autonomías el problema quedaba resuelto", por Óscar de Caso. "La política no puede sustituirse por el garrote aunque de vez en cuando se le ponga una zanahoria".


        
  La Transición fue presentada por sus exégetas como el modelo original con el que España abordaba los dos grandes problemas que se habían colisionado con el franquismo: la construcción de un Estado plural, hijo de su proceso histórico, y las reivindicaciones de los trabajadores.
         Creyeron que con la fórmula constitucional del Estado de las Autonomías el problema quedaba resuelto. La posterior fórmula del “café para todos” no era otra cosa que el intento de construir una barrera ante un hecho incontrovertible: lo que hemos convertido en denominar España es plurinacional.

 
          La generalización del proceso autonómico–que no olvidemos se inició con la II República- puso en marcha reivindicaciones seculares y justos agravios comparativos. Al no poder intentar controlar lo que habían creado, despertaron aún más los sentimientos y proyectos que venían de antiguo; las poblaciones vibraron y se dieron hechos de masas que no se habían conocido con anterioridad; tal fue el caso del proceso andaluz que culminó el 28 de febrero de 1980.
          Así, las nacionalidades históricas reclamaban el reconocimiento de su naturaleza específica y el discurso “españolista” actuaba intentando difuminar, vía generalización, aquella realidad.
          Frente al proyecto de la izquierda que ligaba la lucha social y la reivindicación nacional para conseguir un proyecto federal de Estado, los nacionalismos “burgueses” tenían meridianamente claro sus intereses y sus coincidencias en lo tocante a lo económico y social con los poderes “centralistas de Madrid”.
          Así pasó en Cataluña con Cambó, así pasó en Cataluña con Pujol, y así ha pasado ahora con Artur Mas. Los apoyos parlamentarios del PNV y de CiU a las políticas de recortes todos estos años no precisan que abunde más en el tema.
          Los gobiernos de España en la Transición, sobre todo en su fase última, no han aprendido (no se necesita ni el Graduado Escolar para gobernar) esa lección que la Historia les ha estado dando: la política no puede sustituirse por el garrote aunque de vez en cuando se le ponga una zanahoria.
El que tanto González como Aznar, sobre todo este último, hayan necesitado de CiU y PNV para ser elegidos Presidentes de Gobierno les ha obligado a ceder, pactar y negociar sobreprecios a los apoyos que no se correspondían con el discurso mantenido en otros foros y en otros tiempos.
          Un error de la Constitución fue introducir la categoría de nacionalidades y regiones, pero los sucesivos Gobiernos de España huyeron como de la peste, a la hora de sacar conclusiones y precisar dónde estaba la diferencia.     

 Los complejos de inferioridad cultivados con el abono del agravio comparativo como únicas bases de proyecto político terminan en el caos de esta hora de España.
          Que una hipotética independencia de Cataluña esté liderada por una fuerza política como CyU (o las siglas de moda del momento), aplicadora a machamartillo en su territorio de las directrices de Bruselas, el BCE, el FMI, el Banco Mundial o el Gobierno español en cuestiones de recortes, es algo que los trabajadores y asalariados catalanes lo debieran sopesar ¿no lo creen ustedes así, benditos lectores?
          Resulta evidente que la Transición ha cosechado otro fracaso en esta cuestión.
POSDATA.- Este escrito está basado en las ideas y análisis de Carmen Reina, Julio Flor y Julio Anguita.
          En aquel mayo de 1969 cuando la carrera musical del señor Serrat marchaba viento en popa escribiendo y cantando canciones propias, este hombre hace un parón y edita el disco “Dedicado a Antonio Machado Poeta”.

   De este trabajo el cantautor sostiene: “Yo hice el LP por pura gana de hacer un trabajo hermoso sin ningún tipo de pretensión difusora ni de acercamiento de las gentes al libro.....
.....Esto han sido todo consecuencias, todas muy discutibles porque de la misma forma que me puede halagar me puede entristecer que la gente llegue a Machado porque un cantante popular cante sus poemas. No, no me arrepiento de haberlo musicalizado. De una parte mi vanidad puede sentirse halagada, repito, pero mi conciencia fastidiada".
 
          De este disco, la canción “Españolito” (sobra cualquier comparación contemporánea).
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.