Ana Hilda Linares Baeza, dominicana de 50 años, muere de una agresión con arma blanca de un pariente suyo que la había amenazado de muerte. Los Pensionistas... muy afectados

       A eso de las 16:30 horas de esta tarde moría Ana Hilda Linares Baez, dominicana de 50 años, como consecuencia de una agresión con arma blanca de parte de un pariente suyo que, por la mañana la había amenazado de muerte. 

  Tras la amenaza, Ana se desplazaba al Cuartel de la Guardia Civil a interponer la correspondiente denuncia. Inmediatamente se organizaba una operación de seguimiento para detenerlo ya que los que lo conocían han comentado que el pajarito -30 años- tiene un amplio historial delictivo...

   De los cuatro que se han enfrentado al agresor en el Salón del Hogar de los Pensionistas, dos de ellos me han dicho que aprovechando que se ha puesto a llover, el delincuente ha burlado la guardia y se ha introducido en el salón donde trabajaba Ana. En ese momento había más de 80 socios echando la partida, jugando al dominó y tomando café.

   Paco, que ha atendido muy bien a los muchos medios que se han desplazazo a informar de este asesinato,  me ha dicho que él se ha enfrentado al agresor con una silla pero que este lo ha tirado al suelo y ha visto como sacaba una arma blanca. Ana moría desangrada instantes depués.

        Natural de la República Dominicana, tuvo que abandonar su país  cuando hace unos 20 años se produjo un cambio de Gobierno. Había obtenido el título de Graduada Social. Era una persona trabajadora, alegre, extrovertida, simpática... ¡encantadora!. 

    Desde hace muchos años regentaba, y con mucho acierto, el Bar del Club de los Pensionistas. Todos, sin excepción, la querían, porque Ana se hacía de querer. Hoy, los pensionistas se han quedado huérfanos.

   Además, no se le pasaban por alto los asuntos locales. Hace poco más de un mes entró, con nombre y apellidos, -¡como debe ser!- a realizar un comentario en mi blog sobre unas actuaciones  que no le parecieron ni justas ni acertadas. Estuve hablando con ella. Ví que era una persona valiente. Tenía las ideas muy claras y daba gusto parlamentar con ella. 

    No. No se merecía este trágico final esta excelente persona. Espero y deseo, como todos los caudetanos, que el peso de la Justicia caiga sobre quien le ha robado de forma violenta su vida ya que era detenido inmediatamente después de asesinar a Ana. Todos los pensionistas, consternados, lamentan la perdida de un ser tan querido.

  Para mañana, a medio día, ha convocado el Alcalde a los caudetanos a guardar un minuto de silencio en la puerta del Ayuntamiento en honor de una mujer que, desde el principio, ha estado totalmente integrada entre nosotros. Descanse en paz.