El jueves llamé a un cerrajero para que le diera un repase a la puerta de la vivienda. Me contó que el día anterior a uno que vive en la calle Santa Ana le habían doblado la puerta y que habían arrancado la reja y una de las ventanas posteriores de la nave situada en la Avenida de Valencia donde un inglés tiene instalado un rastro que abre al público sábados y domingos desde hace varios años.
Este tipo de rastros o mercadillos con una gran variedad de artículos de segunda mano, desde un destornillador, una bicicleta o un armario, tienen bastante éxito en el mundo anglosajón. Recuerdo el de Portobello Road en Londres por la gran cantidad de parroquia que tenía.
Este tipo de rastros o mercadillos con una gran variedad de artículos de segunda mano, desde un destornillador, una bicicleta o un armario, tienen bastante éxito en el mundo anglosajón. Recuerdo el de Portobello Road en Londres por la gran cantidad de parroquia que tenía.
Me decía el inglés que es la tercera vez que le entran y que en esta ocasión se han llevado algunos enseres y, sobre todo, gran cantidad de productos de alimentación congelados (paletillas, embutido, pasteles...) de procedencia inglesa con un valor bastante elevado.
Me mostraba por donde habían entrado arrancando la reja y la ventana. El robo lo habían perpetrado entre el domingo y el martes aparcando en la parte trasera de la nave un vehículo hasta donde acarreaban todo lo que se han llevado.
Para garantizar la seguridad, el cerrajero colocó una chapa metálica en el hueco. Por lo menos, por ahí ya no volverán a colarse en el interior de la Nave. Como todos los productos de alimentación que han robado llevan el envoltorio en inglés una vez detecten uno de ellos será fácil localizar a los autores del robo, me decía el afectado.
Me mostraba por donde habían entrado arrancando la reja y la ventana. El robo lo habían perpetrado entre el domingo y el martes aparcando en la parte trasera de la nave un vehículo hasta donde acarreaban todo lo que se han llevado.
Para garantizar la seguridad, el cerrajero colocó una chapa metálica en el hueco. Por lo menos, por ahí ya no volverán a colarse en el interior de la Nave. Como todos los productos de alimentación que han robado llevan el envoltorio en inglés una vez detecten uno de ellos será fácil localizar a los autores del robo, me decía el afectado.
Hace dos semanas vino el Subdelegado de Gobierno y tuvo una reunión en el Ayuntamiento para tratar asuntos de seguridad. El Alcalde dijo que, en breve, daría a conocer las medidas que se estaban adoptando para mejorar la seguridad de los caudetanos. ¡Vamos a ver si es cierto! Las comentaremos en el momento las de a conocer.
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