Ana Hilda Linares Baeza aunque era dominicana de nacimiento ya la considerábamos caudetana por el tiempo que llevaba entre nosotros y por lo bien que se había adaptado a nuestro querido pueblo. Su rostro no aparentaba que ya había pasado de los 50. Parecía mucho más joven. Era una mujer simpática, trabajadora, alegre y muy amante de su familia.
Estuvo más de 15 años llevando el Bar de los Pensionistas y allí se granjeó la admiración de su longeva clientela hasta que tal día como hoy, 18 de mayo, de hace un año, la agresión con arma blanca de un pariente suyo le arrebató la vida. Una auténtica tragedia.
Estuvo más de 15 años llevando el Bar de los Pensionistas y allí se granjeó la admiración de su longeva clientela hasta que tal día como hoy, 18 de mayo, de hace un año, la agresión con arma blanca de un pariente suyo le arrebató la vida. Una auténtica tragedia.
Los que más la echan de menos son Paco Tecles "el Trompeta" y María Ostolaza, su mujer. Eran amigos desde que Ana aterrizó en Caudete. Durante una temporada estuvo actuando con ellos en la Orquesta Malibú. Hace cuatro años les propuso hacer baile los sábados por la noche.
Desde octubre hasta junio, más de treinta parejas se daban cita todos los sábados en los bajos del Centro de los Pensionistas. La sesión de baile empezaba a las diez y se prolongaba hasta casi la una de la madrugada. Ana se quedaba con ellos hasta que "daban de mano". Yo estuve una noche realizando un reportaje. El ambiente era extraordinario. Invitaba a bailar.
Desde octubre hasta junio, más de treinta parejas se daban cita todos los sábados en los bajos del Centro de los Pensionistas. La sesión de baile empezaba a las diez y se prolongaba hasta casi la una de la madrugada. Ana se quedaba con ellos hasta que "daban de mano". Yo estuve una noche realizando un reportaje. El ambiente era extraordinario. Invitaba a bailar.
Tras su muerte, en el salón de baile, el Ayuntamiento tardó siete meses en adjudicar el Bar. Quien lo lleva ahora, desde hace medio año, no tiene en el contrato los "bailes del sábado noche". Paco lo viene intentando pero, de momento, la actual Directiva no está mucho por la labor. La solución pasa por ver quien se hace cargo de las llaves del local al no haber Conserje en el Centro a esas horas.
Paco incluso se ha ofrecido a hacerse cargo de cerrar cuando terminen de bailar. ¡Así está la cosa! Más de 30 parejas de bailadores se darían por muy satisfechas de poder volver a bailar el primer sábado de octubre. Tienen motivos fundados para echar de menos a Ana. Donde quiera que este, que sepa que nos acordamos de ella.
Los pobres no tienen donde ir los Sabados noche, el nuevo no quiere, cierra temprano y buscaron otros sitios como en el sotano del entresuelo y se quejaron los vecinos y tampoco pueden allí, hay una mano negra en todo esto que no quieren que la 3º edad haga los bailes que tanto les gustan en los momentos en los que ellos quieren que son los sabados noche, no cuando los demas quieran, que los domingo por la tarde cuando la gente esta en los campos u otros lados.
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