Unos empresarios
le preguntaron a Víctor Hugo cual era el método más eficaz para combatir la
corrupción. Su contestación fue contundente y simple: “Hagan ustedes escuelas”.
Esa es la única esencia. Con la educación
se transmiten sentimientos que forman a las personas con valores universales íntegros,
siendo una obligación del Estado para poder formar ciudadanos libres y
demócratas que respeten y defiendan los Derechos Humanos.
Sin embargo
y, desde hace demasiados años, las políticas de educación de los distintos
gobiernos, especialmente del Partido Popular son insufribles y faltas de razón.
Se demuestra de manera palpable con la Ley de Mejora de la Calidad Educativa
(LOMCE); Ley que se “decretó” sin el acuerdo y sin la consulta de los otros
grupos políticos ni con los distintos sectores implicados en la enseñanza: ni
padres, ni profesores, ni alumnos, ni sindicatos fueron escuchados.
Sería conveniente hojear los libros de historia para datar el Concordato
con la Iglesia Católica que se fecha en 1857 con la Ley Moyano de Enseñanza. En
este concordato el gobierno frenó los deseos del Vaticano que pretendía nombrar
los maestros, profesores y aprobar los libros de texto en los colegios públicos
y privados. Así mismo, se acordó que la instrucción en Universidades,
Seminarios y Escuelas públicas o privadas fuera en todo conforme a las doctrinas
de la Iglesia. Con este concordato, la Iglesia Católica conseguiría jurisdicción
propia y el ejercicio de la censura.
Hecho el
justificado paréntesis histórico, regresemos a la LOMCE: El único sector que fue atentamente escuchado
fue el grupo más riguroso de la Iglesia Católica, debido a esto, la nueva ley
considera la asignatura de religión como materia evaluable y su puntuación, por
consiguiente, se valora para todos los aspectos académicos. Con la terrible paradoja
de que los profesores de religión son nombrados por el Arzobispado, pero
pagados con dinero público.
El Consejo
Escolar que debería ser el encargado de estos menesteres, pasa a ser sólo un
mero órgano consultivo y, para más despropósito, la Dirección es nombrada por
la Administración.
La LONCE
contradice la Declaración Universal de los Derechos Humanos al quebrantar los
derechos y libertades del ser humano al definir la educación como motor que
promueve la “maldita” competitividad de la economía y el nivel de prosperidad,
anteponiendo las necesidades de los mercados a la verdadera formación del
alumnado.
No debemos
tener ninguna duda de que la educación es donde radica el eje de la
responsabilidad como ciudadano y hay que poner todo nuestro empeño en que esa
educación no sea sectaria, ni parcial, sino integral.
Lo razonable
en el sistema educativo es que no se debe articular sobra la igualdad de
oportunidades (algo que lleva existiendo décadas y no consigue transformación
alguna) ni sobre la igualdad de resultados (que es igualmente falsa y que
libera de responsabilidad a los ciudadanos del resultado final). La correcta,
justa y democrática articulación hay que conseguirla sobre la igualdad de
capacidades.
Antes de empezar la carrera hay que lograr que todos los
participantes estén en la raya con condiciones similares. Uno quizá no oiga el
silbato, otro no tiene zapatillas, otro está enfermo, otra no sabe qué hace
allí, uno más está en silla de ruedas y otra tiene dotes atléticas. No basta,
pues, que todos estén igualmente situados en la raya de comienzo.
No se trata
tampoco de llevarlos a todos al mismo tiempo al final. Se trata de sentar las bases
para que todos lleguen a la línea de salida y una vez allí decidan qué carrera
quieren correr. O lo que viene a ser una obligación de construir sociedades
donde cada persona pueda tener la misma capacidad de formarse, de vivir, de
alimentarse, pero que con esas mismas capacidades tome sus propias decisiones.
La
composición socioeconómica de las regiones españolas sigue explicando, en mayor
medida que otros factores, las diferencias en el rendimiento de los escolares.
En España, el porcentaje de adultos que han completado la educación secundaria
sigue siendo mucho más bajo que en el resto de Europa.
En los gobiernos del PP es comprobable que ha primado
la enseñanza privada a la pública. Eliminando la asignatura de Educación para
la Ciudadanía, enseñanza esta, que promovía valores básicos y adecuados desde
la infancia y que son esenciales para la convivencia y la democracia; con su
desaparición lo único que ha conseguido el Gobierno es anteponer el interés del
partido al interés común de todos.
Por tanto,
benditos lectores, sostengo que la LOMCE es una ley profundamente antidemocrática.
A finales de
1973 se editaba el disco “Per al meu amic” (Para mi amigo) y dentro del mismo
la canción “Canço per a la meva mestra” (Canción para mi maestra). Donde
aparece el mundo de la infancia, el apunte evocador de un tiempo perdido, la
evocación lírica de la profesora rubia, de ojos azules, de piel rosada, que
contrastaba con aquel mundo oscuro de sermones y capellanes donde latían de
fondo los signos de la educación nacionalcatólica. Serrat lo describe con estos
deliciosos versos:
Tiempo, hace tiempo estaba, usted, maestra,
y su mundo de tintero y banco,
pizarra y delantal blanco.
Buenos días, por la mañana, nos decía en pie,
entre dos "fotos" y una cruz,
una oración y una canción
y en la mejilla un beso.
Buenos días maestra....
Pero usted no ha sabido nunca, maestra
que cuando quería que cantase
que tres por una eran tres
mis ojos rascaban francamente
las rodillas que púdicamente
usted apretaba y apretaba
pero un número no vale
lo que una piel
rosada...
Pese a que nos hacía ir a la iglesia
y me quitaba el regaliz
aquel
era un mundo pequeño y maravilloso,
un mundo de tizas de colores
que pintaba usted
y borraba usted...
Solo usted rodeada de capellanes
daba razón a llamarse "niños"
a un mundo de cuatro
palmos.
Y si alguna vez piensa en mí, maestra,
que de sus ojitos azules
nazca siempre aquella paz
que hacía un poco más dulce la escuela
y que no se le haga un nudo en la garganta
diciendo " qué han hecho...dónde se han llevado
a mi puñado de
chiquillos..."
porque usted no sabía,
maestra
que el mundo es el mismo...
que el hombre es el mismo...
y no es el mismo,
el olor de usted,
¡Ay! maestra,
.
Un fuerte aplauso a este periodista o lo que sea, si señor, explicado a la perfeccion, mejor no se puede explicar y sobre todo que el mensaje llega a la gente, ahora mismo estoy llorando, ya que son de los pocos articulos que transmiten algo.
ResponderEliminarBravo y Bravo.
Contra la corrupción:el dinero en el bolsillo del contribuyente
ResponderEliminar"contra los robos: ni tengas bienes"
EliminarEso se lo dices a los propietarios de campos y chalets
EliminarUsaba la ironía para responder a la simpleza del argumento de acólito
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