Son 18 Clubes de Lecturas los que hay en marcha con 250 participantes de los cuales 90 son niños y niñas entre los 3 y los 14 años. A lo largo del curso han sido más de 450 sesiones las realizadas tanto en la Biblioteca, como en las aulas de la Universidad Popular...</
Si hasta ahora era sólo cosa de mujeres, desde el pasado año, 16 hombres nos hemos incorporado a la aventura de leer y compartir libros, (novela histórica) cine, teatro, tertulias, maratones, cuentacuentos, fiestas temáticas, viajes, encuentros con escritores y con otros Clubes... Por algo se empieza señores. En esto de leer nos ganan: la mujer lee más que nosotros.
Si no llevo mal la cuenta, son 17 años de funcionamiento de la Universidad Popular con más de 400 alumnos y unos monitores muy implicados, como Antonio Requena en Dibujo y Acuarela, Mª Jesús Llacer en Bolillo, Pedro Vila Gil en Restauración de muebles, Lourdes Pozo Zahorí en Bordado, Mª Salva García Llorens en Corte y Confección...
Se imparten otras materias como y cata de vinos, Yoga, Bailes del Niño y Cocina vegetariana pero solo se exponen los trabajos de las cinco disciplinas arriba enumeradas.
Este año, el acto de Fin de Curso se inició en la calle, delante de la puerta de la Casa de la Cultura, con una exhibición de Baile aprendido por los alumnos de Annabel. A continuación, cada profesor explicaba dentro de su aula en que consisten cada una de sus enseñanzas.
Inmersos como estamos en la cultura del "usar y tirar", llama la atención lo que se puede conseguir con un poco de paciencia y técnica. De no ser por esta asignatura, donde aprenden a reparar muebles viejos, estos acabarían en los vertederos.
La exposición la componen acuarelas de los alumnos de Antonio Requena, muebles restaurados, trajes, abanicos y bordados donde pueden apreciar los trabajos realizados a lo largo del curso.
Pueden admirar muebles reparados como mecedoras, espejos, sillas, mesitas, cabezales de camas, baúles, baúles, abanicos, taquillones. También trajes, bordados, enaguas, abanicos, … Han recuperado hasta un tablero de madera fino de los que utilizaban nuestras madres para llevar el pan y las monas al horno más cercano encima de la cabeza con una pequeña protección de lana. ¡Había que tener mucha pericia para que no se cayeran al suelo
Al recorrer la exposición, da la sensación de que hemos retrocedido en el tiempo más de medio siglo...que estamos realizando un viaje por los entresijos de la historia que nos recuerda cómo vivían nuestros antepasados cuando todavía no se había inventado el cuarto de baño ni la multinacional sueca "Ikea" había hecho acto de presencia.
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