No es buena práctica saltarse las normas a la torera. Alguien le tendrá que poner el cascabel al gato. El Alcalde no esta dispuesto... ¡pasa olímpicamente de este asunto!

         Las Normas y reglas, en democracia, están para cumplirlas. La sociedades avanzan cuando los ciudadanos respetan y cumplen las Normas. En un régimen anárquico, la norma consiste en no respertar la Norma. Aquí tenemos un caso de constante vulneración de una Norma que, en varias ocasiones, he denunciado en estas páginas y cuesta entender que continúe produciéndose. Para salvaguardar el Medio Ambiente y la presencia de vertederos incontrolados en los alrededores de los pueblos, el Estado promulgó  el R.D. 105/2008 que regula la Producción de Residuos procedentes de la construcción y  demoliciones.  

 Está perfectamente regulado qué es lo que hay que hacer y donde llevar los vertidos urbanos procedentes de la construcción, limpieza, demoliciones... No se pueden depositar en cualquier parte. La Ley obliga a llevarlos a un Gestor autorizado para reciclarlos. En Europa es una práctica común. Aquí todos conocen la Norma y, en gran medida, todos la cumplen. Feda-Caudete ha realizado varias charlas sobre este R.D. para su conocimiento. Todos lo conocen, menos uno que, sistemáticamente, se lo salta a la torera.

     Los encargados de vigilar el cumplimiento de este Real Decreto ya le han dicho en reiteradas ocasiones que ese no es el proceder. El Seprona lo ha denunicado varias veces. Pero, erre que erre, este señor continúa incumpliendo la norma. ¿Como catalogar esta insolidaria  actitud? Alguien podría pensar que este empresario tiene bula para continuar pasándose la Ley por el forro de sus entretelas. 

    ¡Claro que cuesta creer que esto ocurra! Y, sobre todo, desde que el Alcalde acusó a algunos, en el transcurso de un Pleno, de tenerle manía a este señor. Como la infracción la sigue cometiendo, coindicirá conmigo, señor Alcalde que, tras su desafortunada intervención, hay motivos para pensar, aunque así no sea, que el infractor goza de impunidad. 

    ¡Esa es la sensación! No cabe duda de que este señor se ríe de todos. No cabe duda de que el Alcalde mira para otra parte en vez de llamarle la atención. No se ofendan, pero la sensacion es que, aquí y ahora, el Medio Ambiente tiene pocos defensores. Esto es como el mundo al revés. Como si los malos fueran los que denuncian la infracción mientras el infractor continúa infringiendo porque goza de bula municipal. Haga el favor, señor Alcalde, de tomarse este asunto un poco más en serio. No se queje después si le toman manía "por no cumplir con su obligación". O peor todavía, "por el pito del sereno".