El "Café Bar Mirenos" cerraba el domingo las puertas. Ahora se traspasa. La Plaza del Carmen va perdiendo su encanto: ya no es lo que fue. La mitad ..¡esta en venta!

     De la media docena que tenemos, la Plaza del Carmen es la más emblemática, concurrida y las más entrañable de todas. Pero, desde hace unos cuantos años ¡no levanta cabeza! Cada vez tiene colgados en sus fachadas más carteles de "Se vende" y cada día tiene menos parroquia. Si una vez fue el Centro Comercial y Financiero, hoy se esta quedando, poco a poco, más sola que la una. Media Plaza...¡esta en venta! Y, dada la actual situación económica-laboral, es lógico que nadie se anime a promover obras. Para acabar con la poca actividad que tiene, el "Café Bar Mirenos" cerraba el pasado domingo las puertas. Miguel traspasa el negocio. El sitio...¡es bueno y la clientela seria!. Lo digo por si alguien se anima.

       No debería ser así, pero la Plaza del Carmen ya no es lo que era. Con el traslado de la Notaría, situada en la primera planta del inmueble propiedad de los hermanos Cortina, José y Joaquin -General del  Ejercito de Tierra- la Plaza quedó muy afectada. Por ella han pasado el Banco Vizcaya, la infausta Caja de Castilla La Mancha, la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia reconvertida más tarde en la CAM, Caja Madrid (donde hoy esta la Farmacia), Banco Madrid (después Deuch-Bank y más tarde Caja Murcia)... En sus mejores momentos, la Plaza albergaba una extraordinaria actividad económica-financiera. La mitad de las operaciones bancarias de Caudete se realizaban entre sus fachadas.

    El comercio y la reposteria fueron otras de sus actividades. José Serrano Sánchez tenía una Tienda de Comestibles en la esquina con la calle Mayor, donde hoy hay un Centro Médico. Al lado de los Mirenos, en la casa de las Navarras, hubo una Cervecería, regentada por José Albertos Arellano. En el Programa de Fiestas de 1950, este local se anunciaba con buenas tapas y "con orquestina". ¡Lo que se ha vuelto a poner de moda! Donde esta la Farmacia, hubo una Posada, "La Confianza", de la Vda. de José Conejero Vicente y, al lado, una tienda de prendas de vestir, regentada por María Martínez Díaz. 

      El padre de Iris tenía un Horno al lado de la Iglesia y, enfrente,  Hidroeléctrica abrió, durante una temporada, una Oficina de Reclamación junto al "Bar París" otro importante lugar de ocio. También tuvo la Plaza un Taller de Bicicletas dirigido por Eulalio donde más tarde se abrió el "Pub Zoher" (antes "La Fontana"). La rehabilitación y embellecimiento más importante lo llevaron a cabo los Carmelitas al darle un profundo lavado de cara a la Iglesia que ya tenía algunas cubiertas que amenazaban ruina. Encima de las oficinas de la CAM estuvo abierta, durante 20 años, la sede social "Antonio Rámos Carratalá" cuando en Caudete no había Casa de Cultura. Fue un centro cultural de primer orden.

      El "Café Bar Mirenos" inició su andadura en la década de los sesenta. Los primeros que lo abrieron fueron "Los Sardineros". Despues lo regentó, durante seis meses, un matrimonio. "Juan Goyo" fue el tercero. Puso en funcionamiento una bolera y una taberna en los sótanos del edificio donde, en tiempo de Guerra, fue Cárcel. Aqui llegamos a celebrar unas cuantas sesiones de cenas políticas.

      Pepe Camarasa, Gastón o Pedro Conejero, entre otros, eran asíduos a estas cenas donde se propiciaba interesantes debates políticos cuyo formato copiamos de Almansa. A Juan le sucedió Joaquin "el Chato" con Cristobal como socio. Cristobal se lo dejaría más tarde a su hijo Manolo. Mi tío "el Chulo" lo arrendó durante 13 años. Miguel López ha sido el que más tiempo lo ha tenido abierto. Tras quince años y medio, el pasado domingo cerraba las puertas.

    Una Farmacia, un Pub, una Iglesia, un Centro Médico y las Oficinas Municipales es lo único que queda en funcionamiento en esta bella y céntrica Plaza que también tuvo árboles, sí, y que unos desalmados, una noche los cortaron. Algún día hablaremos del poco amor que le tenemos a los árboles. Otro clásico era el autocar de Fermín, llevando y trayendo a los pasajeros desde la Estación. Precisamente el abandono de la actividad Bancaria de la Plaza, por la calle Alcalde Luís Pascual, se debió  al cada vez menor uso que hacíamos del transporte público y a la cada vez mayor utilización del coche que invadió calles y plazas a partir de la década de los noventa.

         Joaquin Sabina, en la canción "Noches de Bodas", considera una tragedia que, en el barrio donde vives, "....te cierren el bar de la esquina". ¡Pues nos lo han cerrado! Una irreparable tragedia porque muchos han sido los buenos ratos que hemos pasamos en este Bar. Les contaré un secreto: las mejores gachamigas del pueblo las hacía la mujer de Miguel. Carmen le había cogido el punto a este manjar. Y en este Bar trabamos amistad con un extraordinario, extrovertido y simpático personaje. 

      Se trataba de un villenero, Vicente Beneito, que abrió, en plena crisis, una tienda de prendas de vestir -Postigo- en una esquina de la Plaza. Todos sentimos que cerrara el negocio. Sin Vicente y su amigo Pepe -el marido de la dependienta de la tienda-, el Cafe Bar Mirenos y la Plaza, créanme, se resintieron... ¡perdieron parte de su encanto! Habíamos iniciado una sociedad gastronómica que con su ausencia ...se quedó en "agua de borrajas".

     Pero, si algún día cambia de opinión, Miguel será bien recibido. Les dejo con un pequeño reportaje gráfico de la Plaza y su gente, con la canción de Joaquin Sabina y con una más que emotiva despedida, del puño y letra de Miguel que, más que despedida, nos advierte que podría ser un hasta luego. A grandes rasgos, esta es la historia de las actividades que tuvo la Plaza del Carmen que hoy, debido a multiples causas, agoniza lentamente.

"Noches de Bodas", de Joaquin Sabina.