De la presencia artística de Caudete en el Museo de Albacete: una Cierva del siglo V antes de Cristo, una acuarela de Rafael Requena y un óleo de Cosme Antonio Algarra y Hurtado.

Retrato de Manuel Ruíz Zorrilla,

 pintado por el caudetano Cosme Antonio Algarra y Hurtado.

    Uno de los mejores Museos de España es el de Albacete. No les exagero. Antonio Escario Martínez, su autor, es uno de los grandes arquitectos de este país, nacido en Albacete en 1935. El Hospital de Albacete, el edificio La Pagoda en Valencia o el Hotel Bali de Benidorm son otras de sus grandes obras. Es un edificio en una sola planta, medio oculto entre los pinos del parque Abelardo Sánchez. Por fuera no aparenta un interior tan bien diseñado y distribuido para el uso que tiene. Llama la atención los pinos que se encuentran en la entrada que condicionaron el diseño del edificio, igual que en el Jardín Botánico de Valencia.

    Caudete esta representada en este Museo con tres obras. Por orden cronológico podemos admirar en un lugar destacado una Cierva del siglo V antes de Cristo, realizada en arenisca, hallada por Pepe Cantos Olivares en el paraje de Capuchinos en 1960. Llama la atención por sus onduladas formas, su color rosa y su proporcionado tamaño en posición de descanso en un lugar privilegiado del Museo. En la parte posterior se aprecia la marca que le produjo el arado de un tractor al desenterrarla en medio de una viña, a unos cuantos cientos de metros de "El Palacio". 

    Existe una triste y dolorosa anécdota, poco conocida, sobre nuestra obra de arte, que el Diario ABC se hizo eco el 7-11-1983. Además de la marca que le dejó el arado, la Cierva presenta otros daños (rodilla rota y una pata partida) que se originaron por falta de precauciones y descuido  en el embalaje en el agetreado retorno desde Madrid a Albacete. En 1983, la Diputación y la Junta la cedieron al Centro Cultural de la Villa, junto con el "Caballo de Losa" y el "León de Bienservida", exposición que fue inaugurada por el entonces Alcalde de Madrid Enrique Tierno Galbán. El Director del Museo de Albacete, Ramón de los Santos ,sufrió una tremenda impresión al ver los desperfectos en las tres obras que. escasos momentos después. le sobrevino una trombosis que le costó la vida.

La segunda obra es un retrato del caudetano Cosme Antonio Algarra y Hurtado (1816-1898) que le hizo a Manuel Ruiz Zorrilla en 1869, género que se desarrolló a lo largo del siglo XIX alcanzando un gran protagonismo con la burguesía. Cosme nació en Caudete en 1816 y la fecha de su muerte no esta suficientemente contrastada pero se baraja 1896. Este caudetano, desconocido para la gran mayoría, fue Director del Museo Nacional de la Trinidad de Madrid entre 1868 y 1872. 

     Me llamó Francis Marco para decirme que en el Museo Nacional del Prado hay colgada una exposición que lleva por título "Effigies Amicorum", de Federico de Madrazo. Ha tenido tanto éxito que la han prorrogado hasta el 27 de marzo. Está en el edificio Villanueva, en la Sala 60, por si alguien tiene ocasión de verla. Una de las obras expuestas es un óleo sobre lienzo titulada "El pintor Cosme Algarra", fechada en 1870. Federio de Madrazo, amigo de Cosme, es uno de los grandes pintores del XIX y el que realizó mayor numero de retratos de artistas. En la página de la Exposición, esto es lo que dice de nuestro paisano:

-Cosme Algarra Hurtado se trasladó a la corte junto a su familia siendo muy joven y comenzó su formación en el estudio de José Aparicio (1770-1838). En 1840 se marchó a París para continuar su formación, pero los sucesos de 1851 le hicieron trasladarse a Inglaterra, donde cultivó la acuarela. De vuelta a España consiguió una plaza de profesor de dibujo de la Escuela de Minas de Madrid. Fue nombrado inspector de Museos Nacionales y director del Museo de la Trinidad (1868-1872). Durante aquellos años participó en algunas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, presentando retratos, paisajes e incluso alguna obra religiosa.

       En su agenda de 1868, Federico de Madrazo indica que había empezado a trabajar en el retrato de Algarra, que acabó dos años después. Ambos debieron de conocerse en París entre 1840 y 1851. No obstante la relación que les unía se tornó negativa tras el destronamiento de Isabel II en 1868. Algarra se colocó entonces al frente del Museo Nacional de la Trinidad, mientras que Federico perdió su puesto como director del Museo del Prado. En el museo se conserva un paisaje del artista: P- 4001.

             La tercera obra caudetana expuesta en Albacete es una acuarela de Rafael Requena que presenta un paisaje manchego. Me dijo el recepcionista del Museo que en el almacén tienen varios cuadros más de Requena. Le animé a que le diga al Director que los cuelgue. El cuadro de Requena esta situado al lado de otros paisajistas como son J.A. Lozano y J. Amo. Benjamín Palencia tiene expuestos, de forma permanente, una importante colección de cuadros que donó al Museo en 1977, un año antes de inaugurarlo. Hasta llegar a la obra de nuestro paisano Requena, tienes que pasar por la de Benjamín. Les he traído una pequeña muestra de la colección permanente de este extraordinario pintor nacido en Barrax en1894. 

     Contemplar a Palencia es sinónimo de atravesar ismos e hitos de la Historia del Arte español y universal del siglo XX ya que en su obra se dan la mano realismo, figuración, impresionismo, cubismo, surrealismo, fovismo, constructivismo. No es vano se le considera uno de los más importantes artistas contemporáneos. Si van a Albacete y todavía no lo han visitado, les recomiendo que lo hagan en la doble vertiente de admirar el edificio de Escario y las tres obras caudetanas que en él se exponen. Por último, agradecer a Francisco Marco su interés por dar a conocer todo lo que suene a Caudete.

Paisaje de Rafael Requena.

Cierva de Caudete

 Esta Iglesia, situada al lado del Museo, 

también es obra de Antonio Escario Martinez.