A pesar de
ser las cuartas elecciones en cuatro años, no son ni deben de ser “otras
elecciones”. Antes de estos próximos comicios hemos padecido los soldaditos de a pie de este
país la mayor demostración de egoísmo partidista y de una gran desvergüenza
política junto con una inconmensurable avidez dineraria, con total desprecio de
los señores del castillo para con sus ciudadanos además de una infantilidad de
patio de colegio en sus intentos de formar gobierno, junto con el más estúpido
y prolongado diálogo de sordos que un servidor recuerde.
Por estos
motivos y por algunos más que en un anexo se especificarán, no deben ser “otras
elecciones”; deben de ser las elecciones en las que nadie debe dudar semanas antes
de las mismas, a qué partido le daremos nuestra confianza, si votaremos en
blanco o bien engrosaremos el grupo de abstencionistas.
En “estas
elecciones” no seremos tan insensatos de decidir nuestro voto con las
embusteras declaraciones del estadista de turno al último telediario, o en el
festivalero y ridículo mitin fin de campaña. Tenemos todas las pruebas
palmarias de la tomadura de pelo que hemos padecido estos meses.
Permítanme
rogarles, benditos lectores de este acogedor blog, que tengan a bien no
incluirse en ese grupo de tontos de baba que aparecen en las encuestas bajo el
epígrafe de indecisos. De que
catadura moral estarían ustedes forjados si a estas alturas de democracia
guardasen titubeos acerca de qué papeleta escogerán o si acudirán o no ese día
a las urnas.
Han
demostrado todos los que nos han gobernado que, además de ser unos inútiles, son
unos perniciosos (piensan en ellos mismos más que en los demás), y más aún,
parece que han enloquecido (la muestra de estas semanas en insistir una y otra
vez en el mismo error), muchos siguen respetándolos como poder, como un poder
superior a nosotros, que está por encima de nosotros…
Se suele
hablar equivocadamente de ingobernabilidad
cuando lo que habría que hacer es afrontar el problema real: la incapacidad
de gobernar. El uso del término ingobernabilidad
es con frecuencia incorrecto y también peligroso. Es incorrecto porque lo
que se entiende por ingobernabilidad de la sociedad, suele ser el resultado del
fracaso de los gobiernos para ajustarse a las cambiantes condiciones.
Y es
peligroso porque proporciona una coartada para las torpezas del gobierno, que a
su vez echará la culpa a la sociedad.
Tenemos que
ir a votar a quemarropa, sin
ofrecerles el voto útil, sin dejarse influenciar por el entorno o por las
equívocas encuestas; en esta ocasión, el voto debe ser visceral, que salga
desde el estómago que es lo que nos han revuelto toda esta patulea de
mequetrefes aprovechados que nos llevan mintiendo décadas y últimamente se ríen
de nosotros y nos levantan el dedo.
Llegados a este punto, si los resultados,
por lo que sea, le otorgan la victoria a algún partido animalista, falangista,
antisistema o a los amigos del jamón de bellota, o bien se produce una abstención
y votos en blanco jamás vista, ¡que se jodan!
Se lo merecen y, en cierto modo, también nos lo merecemos los ciudadanos que llevamos muchos años de pereza, sin
querer echarnos a las calles en masa y poner a estas "sociedades anónimas políticas" donde se merecen por su
incompetencia, por su ignorancia y por su mala fe.
El escrito de
hoy creo que se merece el poema de León Felipe (1844-1968) de 1944 “No me contéis
más cuentos”.
Ya se han contado
todos.
Todos se han dicho y se
han escrito.
Y todos se han ovillado
y archivado.
Los ha contado el viejo
patriarca,
los han cantado el coro
y la nodriza
los ha dicho un idiota,
lleno de estrépito y de furia,
se han grabado en la
ventana y en la rueda
y se han guardado en
cajas fuertes las matrices.
Hay réplicas exactas de
todas las tragedias,
discos fonográficos de
todas las salmodias,
y placas fotográficas
de todos los naufragios.
Ninguno se ha perdido.
Estad tranquilos.
Se sabe que el poema es
una crónica,
que la crónica es un
mito,
la Historia, una
serpiente que se muerde la fábula
y el poeta el cronista
del Rey y el Arzobispo:
el narrador de cuentos.
Todos se han
registrado.
Y todos están vivos
todavía. Ahí pasa el pregonero:
"¡Cuentos!...
¡Cuentos!.. ¡Cuentos!... "
Es aquel viejo vendedor
de sombras y de risas
que ahora pregona
cuentos.
Pero yo no quiero
cuentos...
No me contéis más
cuentos.
Se todos los cuentos
Yo no sé muchas cosas,
es verdad.
Digo tan sólo lo que he
visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre
la mecen con cuentos,
que los gritos de
angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del
hombre lo taponan en cuentos,
que los huesos del
hombre los entierran con cuentos...
y que el miedo del
hombre...
ha inventado todos los
cuentos.
Yo sé muy pocas cosas,
es verdad.
Pero me han dormido con
todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.
Totalmente de acuerdo Oscar, los políticos han convertido su actividad en un show indecente. No se merecen mas que nuestro desprecio. Muy apropiado León Felipe.
ResponderEliminarEl descredito de los políticos y los partidos traerá el auge del fascismo, recordar la historia.
ResponderEliminarSigamos con León Felipe.
VENCIDOS
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
Votaria a "mas pais" como castigo a podemos y psoe por no entenderse y porque ideologicamente me gusta mas que psoe y podemos, esta en un punto medio entre ambos. Pero no puedo votarle en Castilla la mancha, asi que abstención como un canto, de todas forma va a ganar la derecha, porque yo no voy a ser el unico abstencionista de izquierdas, la mayoria de votantes de izquierdas saben que si podemos y psoe no se entienden y no van a sacar mayoria absoluta ninguno de los 2, no queda ninguna posibilidad de gobernar ¿asi que para que votar? Han perdido una ocasión unica y la han desaprovechado.
ResponderEliminarLo malo es que vox va a entrar al gobierno porque gobernará el pp con apoyo de vox...pero las cosas estan así, la izquierda la ha cagado y ya no hay marcha atras nos toca jodernos.
La culpa es de todos los partidos, la derecha por responsabilidad de estado tenia que haberse abstenido y facilitar la investidura del psoe, pero mira al final les va a venir bien, por culpa de los inutiles de psoe y podemos que nos han condenado a que nunca gobierne la izquierda, la unica esperanza es "mas pais" pero de momento no se presenta en todas las comunidades.