La primera
victoria electoral de Zapatero arranca con un Programa centrado en
cuestiones económicas y sociales, tal que el Estatut, el proceso de paz o la
memoria histórica. Le sigue una segunda victoria electoral que reporta al PSOE
11,5 millones de votos concediendo otra legislatura a Zapatero donde quiere
sacar rédito de unos resultados económicos que no son todos méritos suyos sino
de la expansión de la economía de los años noventa; crecimiento este, envidiado
por Europa gracias a la política monetaria del Banco Central Europeo, la Ley del
Suelo de 1998 de Aznar o por las desgravaciones fiscales al comprar una
vivienda.
ZP aborda una
muy tímida reforma de esa Ley, no le pone mucho empeño para no pinchar la
burbuja inmobiliaria; tampoco cumple la reforma fiscal prometida en 2004.
¿Quién era el guapo que se atrevía a parar la música en mitad de la fiesta?...
Tropieza en
la misma piedra que lo había hecho Felipe González y que años más tarde lo haría
Rajoy: promete “el pleno empleo”, una grave irresponsabilidad política, pues el
desempleo iba aumentando tímidamente en España y en EEUU había estallado las
hipotecas surprime. Aunque casi nadie
pudo imaginar en aquellos momentos una recesión tan brutal, existen indicios
que apuntan a un empeoramiento de la situación económica internacional.
Las
Elecciones se celebran el 9 de marzo de 2008, y el PSOE gana cinco escaños más
que en 2004, a costa fundamentalmente de Izquierda Unida y de algunos grupos
nacionalistas, fue una victoria emocional ya que está comprobado que los
ciudadanos al votar no solemos apostar por el pesimismo, salvo que la realidad
demuestre que el optimista no sea optimista, sino mentiroso. Todos hemos
comprobado de primera mano que el talante de Zapatero es de un optimismo
enfermizo.
Con la crisis,
Zapatero se convierte en un zombi que reacciona a los desastres con poco acierto,
buscando un mal menor, con unos modos parecidos a los de Rajoy en la Moncloa
entre 2011 y 2015.
Sólo años más
tarde reconocería casi sin ánimo de contrición el haber escamoteado la palabra crisis siempre que pudo, obligando a sus
Ministros a ello; al parecer, para que el consumo no decayese. La gente no
somos tan necios como deben de pensar gran parte de los políticos, y se dio
perfecta cuenta de que muchos amigos y familiares iban perdiendo sus puestos de
trabajo paulatinamente; entre tanto, ZP se tapaba los ojos como niño ante
película de monstruos.
Negarse a hablar de crisis no ayuda a que esta
desaparezca, tan solo hace crecer la desconfianza y la incertidumbre sobre el
futuro. Es en este momento cuando se produce la primera ruptura con su propio
electorado, sus mensajes económicos optimistas se ven refutados una y otra vez
por la realidad.
Zapatero
perdió un tiempo precioso negando la mayor con medidas y resultados raquíticos,
aunque estos se vieran con posterioridad. Según cifras de los expertos
economistas, el llamado Plan E de Estímulo de la Economía supuso 50.000 millones
de euros, pero también hay que decir que ellos calculan que la caída del PIB en
2009 habría sido de un punto más sin esa inversión.
Cuando cayó
Lehman Brothers, Zapatero inyectó rápidamente a la banca 50.000 millones como
“un préstamo temporal para impedir riesgos”; una semana más tarde anuncia un
nuevo fondo de 100.000 millones para “avalar” a la Banca en coordinación con
los demás países europeos, con el fin de evitar el lógico cataclismo.
La Ley de
Economía Sostenible se aprobaba en 2011 con dos años de retraso cuando muchos de
sus contenidos estaban ya superados por la crisis.
Creo que, a
estas alturas de la crisis, casi todos hemos podido comprobar que nunca hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades (salvo los ricos de toda la vida);
que las crisis de los países del sur de Europa están originadas
fundamentalmente por un diseño fallido del funcionamiento de la zona euro y por
sus evidentes desequilibrios internos.
Un doce de mayo
de 2010 Zapatero se “suicida” social democráticamente hablando al anunciar la
reducción media del 5 por ciento en el salario de los funcionarios; la congelación
de las pensiones menos las no contributivas; 6.000 millones menos en inversión
pública; eliminación de la retroactividad en los pagos de la ley de la
dependencia; y a las parejas les obligó a despedirse del “cheque bebé”.
En
total, ahorro de 15.000 millones en dos años para poder bajar el déficit hasta
el 3 por ciento. Ante estas austeras medidas, lo único que promete es no tocar
del Estado de Bienestar la sanidad ni la educación.
ZP hizo lo
mismo que Mariano Rajoy para no acabar como Grecia, pero el descrédito ante su propio
electorado vino porque sus votantes no pudieron entender que a esos recortes no
siguiesen unas medidas de fiscalidad a las grandes empresas o al sector
financiero, por no hablar de los privilegios fiscales de la Iglesia o la
ausencia de una política decidida contra el fraude fiscal.
La fallida
reforma del mercado laboral se aprueba en septiembre de 2010 con el rechazo de
los Sindicatos y de la CEOE. Correspondiendo el punto más polémico de esta
reforma a la ampliación del despido procedente con 20 días de indemnización a
los casos de empresas con pérdidas “actuales o previstas”.
El desempleo sigue disparándose;
se anulan de modo provisional el encadenamiento de contratos temporales; y se
facilita mucho los expedientes de Regulación de Empleo (ERE); se retrasa la
jubilación de los 65 a los 67; se computa de 15 a 25 años trabajados, con este
conjunto de medidas se redujo la media de pensiones un 15 por ciento. A esto en
mi pueblo se le llama: ¡recortar las pensiones!
Y ya sin
remedio llega la infortunada, terrible, lamentable y furtiva decisión de este
hombre. Un 23 de agosto de 2011 anuncia, sin conocimiento previo de su partido
ni de sus propios Ministros, una reforma urgente de la Constitución para
incluir en ella la prohibición, a partir de 2018, del déficit público estructural,
salvo circunstancias absolutamente excepcionales. Renunciando, de acuerdo con
Rajoy, a una política económica propia.
Ejerciendo de becario de abogado del
diablo se puede argumentar que la prima de riesgo fluctuaba por los 400 puntos,
y con esta decisión se relajaba sensiblemente, pero lo cierto y verdad es que los
Bancos privados salieron ganando (como siempre) gracias a la rebaja del BCE al
vender dinero al 1 por ciento para luego los banqueros comprar Deuda Pública
con intereses del 5 por ciento. De esta manera los Bancos obtenían beneficios
fáciles para su recapitalización con nuestro dinero. ¡Muy difícil de perdonar!…
Creo que las
cosas que hacen que se recuerde a Zapatero con simpatía, más allá de su pésima
gestión de la crisis, son sus avances en las libertades civiles, el
adecentamiento de la Televisión pública, y el arriesgadísimo proceso de paz que
llevó a la izquierda abertzale a alejarse del terrorismo de ETA.
Llegando el 12 de abril del 2011, su decisión de
no volver a presentarse a las Elecciones, de ese modo (igual que Suárez), el
castigo de los votantes podría personalizarse más en él mismo que en el PSOE.
Otro error…
POSDATA. - Este escrito lo dirijo de un modo especial al
Anónimo del 25 de marzo a las 14,13; y también al anónimo del 26 de marzo de
las 22,52 que comentaron mi escrito en este acogedor blog del 23 de marzo que
titulé: “No es broma. La extrema derecha se acerca”.
Espero y deseo que estas
personas no figuren con estos nombres en el DNI, creo que son muy extravagantes
y pueden ser origen de confusión en la vida doméstica y administrativa.
Finalizaré este largo escrito de hoy con el señor Serrat (no podía ser de otra manera)
con la canción del 2002 “Los recuerdos” que pertenece al trabajo “Versos en la
boca”. Puede ser un viaje a la médula de los recuerdos, profundizando en el
sentido un poco manipulado y mixtificado, que éstos poseen. Como creo que dijo
el señor Borges, don Jorge Luis: “El pasado no existe, sólo el presente, porque
el futuro también es inexistente”.
-Los recuerdos suelen
contarte mentiras.
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo,
según nos convenga;
porque, antes que nada
y a pesar de todo
hay que sobrevivir.
-Recuerdos que volaron lejos
o que los armarios encierran;
cuando está por cambiar el tiempo,
como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo.
-Los recuerdos tienen
un perfume frágil
que les acompaña
por toda la vida
y tatuado a fuego
llevan en la frente
un día cualquiera,
un nombre corriente
con el que caminan
con paso doliente,
arriba y abajo,
húmedas aceras
canturreando siempre
la misma canción.
-Y por más que tiempos felices
saquen a pasear de la mano,
los recuerdos suelen ser tristes
hijos, como son, del pasado,
de aquello que fue y ya no existe.
Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando solo queda
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser.
Después, inflexible, el olvido
irá carcomiendo la historia;
y aquellos que nos han querido
restaurarán nuestra memoria
a su gusto y a su medida
con recuerdos
de sus vidas.
ZP, ZP, el principio del fin. Ahora para mejorar tenemos a Pedrito que es capaz de defender las pensiones publicas mientras el y los suyos se blindan con planes privados y aun se preguntan porque no les votan.
ResponderEliminarhttps://www.elespanol.com/espana/20180401/pedro-sanchez-plan-privado-pensiones-euros/296470774_0.html#utm_source=facebook.com&utm_medium=post-button&utm_campaign=cientos-autonomos&utm_term=original
Como suelen decir; malo era pero vendrán otros que bueno me harán .
ResponderEliminarTu y yo jamás llegaremos a un acuerdo.
ResponderEliminarMi historia y mi vida, son muy diferentes a la tuya..
Incluso hasta las canciones de Serrat.....