La foto que hay al final del artículo se la hice a Manuel Requena Vinader, más conocido por el "Revi" (iniciales de sus dos apellidos) hace dos semanas. Era asiduo del Bar Miami. Coincidí con él muchas veces y con sus amigos Pepe el Taugo, Mateo Sánchez y Paco el Enólogo, aunque el lugar de reunión se había trasladado últimamente al Liceo. A Manuel le pillaba algo lejos de su casa y por eso el café lo seguía tomando el El Miami. Pocas, pero alguna vez aparecía por la mesa de sus amigos de tertulia.
Tomaba café y leía el periódico todos los días. Le gustaba estar informado, sobre todo de política. Preguntaba qué iba a pasar ahora con el coletas. Ayer, a la edad de 96 años, moría este singular personaje que le cabe el honor de haber sido el que trajo la primera televisión a Caudete.
Nació en 1920 y empezó a trabajar de albañil con Juan Arellano y después con su hijo. Era amigo de mi padre, que también era del oficio. Con 17 años se lo llevaron a la Guerra y le tocó actuar en el Hipódromo de la Zarzuela, en Madrid. De vuelta a su pueblo le picó la curiosidad y se apuntó a un Curso por correspondencia de Montaje de Aparatos de Radio ("Radio Maimó").
Tras la Guerra Civil, la vida no resultaba fácil en los pueblos. De día cogía la paleta y por la noche, en la cambra, poco a poco, se enseñaba a montar aparatos de radio. Aprendió pero... ¡no se quedó ahí la cosa!. A partir de 1952 deja definitivamente la albañilería y empieza a vender en su casa, en la Plaza Mates, los aparatos que él montaba con los componentes que se traía de Valencia ..
Por aquella época se puso en funcionamiento la Emisora Parroquial de la que Manuel se encargó de montarla y de hacerla funcionar colocando antenas, micrófonos, cables y resto del aparataje a las órdenes del Párroco Vicente Dimas. Él era el técnico de mantenimiento de aquella Emisora que no debió de haber dejado de funcionar. Se puso de moda tener una radio para escuchar qué se decia en la emisora y Manuel las montaba y se las vendia a sus paisanos.
Muchos de los que venían de vendimiar de Francia le compraban una radio que le pagaban en varios plazos para poder escuchar "El emigrante" de Juanito Valderrama, el "Soy minero" de Antonio Molina o pasodobles como "España Cañi" y "En er mundo", de Juan Quintero. Otro que despuntaba entonces era Manolo Escobar. El que sería más tarde yerno del Revi, Andrés "el Dono", interpretada sus canciones en la Emisora ante aquella magnífica locutora conocida por "la Siliu"....
Manuel tenía dos marcas: "Vica" y "Revi", la segunda de fabricación propia. El precio rondaba entre 400 y 500 pesetas. Unos años más tarde empezarían a venderse transistores, aparatos que no necesitaban conectarse a la red, por un precio de 2.000 pesetas. A los que querían oír "radio Pirenaica" -como el tìo Galisteo y compañía- tenía que instalarles una antena especial para captar la onda corta. Uno de los anuncios comerciales de la Emisora Parroquial anunciaba: "Radios Vica, lo mejor que se fabrica".
En 1960 trae a Caudete la primera televisión. No se veía bien por lo que tenía que hacer muchas pruebas con la orientación de la antena. La cosa mejoró cuando colocaron el repetidor en la Aitana. Manuel sacaba la tele, de 17 pulgadas y pantalla redondeada, al balcón de su casa, en la Plaza Mates, para que pudieran verla todos los vecinos, sobre todo los partidos de fútbol del Real Madrid. ¡Imagínense ustedes el espectáculo que se montaba!
Y cuando la imagen por fin se estabilizó y mejoró la calidad, empezó a venderlas. Las primeras fueron para José Quinquer (natural de Suria y encargado de la empresa Bus y Sevestre), Juan Revenga (exalcalde de Caudete), Pepito Conejero... El Casino del pueblo (Círculo Cultural Caudetano) fue otro de sus primeros clientes. Recuerdo que los sábados por la tarde a los hijos de los socios nos permitían ver la serie americana "Bonanza". Allí aprendimos a sentarnos delante de aquella caja que nos dejaba como hipnotizados.
Las marcas comerciales que vendía eran "Ascar", "Philips" y "Telefunken". Entre el aparato y la antena, la fiesta salía por ¡35.000 pesetas!. Vendía otra marca más económica, "Reifra", por unas 19.000 pesetas. También vendía televisores sin marca que él mismo montaba. Su hijo Juan me decía ayer que la televisión fue en su día una revolución, como lo había sido la radio, unas décadas antes.
En 1968 el Revi se traslada de la Plaza Mates a la calle Abadía inaugurando la primera "tienda de electrodomésticos" al lado de la Ferreteria de Jaime Bañón y la oficina del Banco Central. Además de televisiones empezaba a vender lavadoras, cocinas y frigoríficos, ollas de pito... Después del fogón de mecha, alimentado con petróleo, las cocinas de dos fuegos que iban a butano marcaron otro hito en la mejora de las condiciones de vida.
La saga de los Revi.
Las primeras lavadoras las trajo el Revi cuando ya había agua potable por las casas. Eran de la Marca Ruton. ¡Que trabaje Ruton!, rezaba el slogan comercial de entonces. La mujer ya no tenía que ir a los lavaderos públicos de San Antón, el Moto o Príncipe de los Ingenios para ver de lavar la ropa. Lo podía hacer en su casa con aquel invento. Las primeras eran de tambor vertical. El Revi fue el primer cliente de la marca italiana "Zanussi". Entre 1968 y 1980 los electrodomésticos se vendían como churros.
En el 1974 montó una tienda más grande, enfrente de la que tenía. Por entonces era su hijo Juan el que estaba al cargo del negocio después de jubilarse Manuel. Allí estuvo hasta el 2007 fecha en la que se trasladaron a la calle La Zafra donde el automóvil tiene más espacio para aparcar que en la calle Abadía. Esa tienda la lleva ahora el nieto de Manuel: Juanma. Esta es pues la saga de los Revi: Manuel, Juan y Juanma. Todo empezó tras realizar Manuel un cursillo por correspondencia para enseñarse a montar aparatos de radio que funcionaban con un cristal de galena.
Se me olvidaba hablar de la televisión en color. Las primeras las trajo el Revi en 1974 cuando se veía un solo programa en color a la semana, el sábado por la tarde, aquella popular serie del inspector Kollac. Cuando dos años más tarde toda la programación se emitía en color, es cuando empezó a venderlas, de la marca "Telefunken".
Persona seria, afable e inquieta, a Manuel se lo ha llevado la parca de forma tranquila y dulce.. ¡como él era!. El domingo aún fue a su cita con el bar del Miami a tomarse su café y a enterarse de lo que se cocía por el mundo a través de la prensa escrita. El lunes se sintió algo indispuesto y ayer, a las 9 y cuarto de la mañana, dejaba de respirar, a la edad de 96 años. El sepelio se celebra hoy a las once en Santa Catalina. Descansa en paz tio Manuel...¡te lo has ganado!.
Esta es una de las canciones que más se escuchaban
en los aparatos que vendía el Revi.
Hola a todos
ResponderEliminaracabo de leer este articulo tan emotivo y me he acordado de una histiria que contaba el padre de mi amiga Rosa María la hija de Don Juan el Cabila (creo que se escribe así° Por los años ochenta en el centro de la madre Elisea habia una permanencia para los muchachos que no habian aprobado el graduado. esas clases eran por la noche y habia bastante gente yo me acuerdo que era pequeña y veia las luces encendidas.
Un año Don Juan llevó a sus alumnos de viaje de fin de curso a Valencia en el coche de Fermín. Visitaron todo lo que hay que visitar en Valencia y cuando llegaron a la plaza del Caudillo por que ento,ces se llamaba asi uno de los muchachos le preguntó
¿Don Juan quién es ese hombre?
Y él le contestó pues mira ese era un hombre bueno y gracias a él ahora tu tienes muchas comodidades, tienes una nevera , tienes una tele, tu madre olla de pito lavadora, y tu abuela una radio........
el chabal le contestó
Coño este es el padre del REVI (que en paz descanse) y que gracias a él todos pudimos acceder a ese confort Gracias Manuel allá donde estés.