Noventa y ocho años cumple hoy, 17 de junio, D. Antonio Pascual de Teresa el cura mas popular de Caudete. Todos los días oficia una Misa en Santa Catalina a medio día y otra los domingos, a las nueve y media, en el Convento de las Madres Carmelitas de Clausura. Ayuda a todos los actos litúrgicos que se celebran y los domingos les lleva la comunión a algunos enfermos a su casa. Entre semana, todos los días le da unas cuantas vueltas a la Plaza de la Iglesia, donde vive, leyendo un libro que se lo debe saber de memoria, a juzgar por los años que lleva. Y no les digo de la prodigiosa memoria que tiene.
Es, sin lugar a dudas, el cura en activo de más edad de toda España. La foto superior se la hice el pasado sábado realizando la compra en el Mercado Municipal, en la carnicería del "Americano". Si observan, esta mirando el reloj dándole prisa al personal, para que no se entretengan hablando, porque se le hacía tarde. El Diario "La Verdad" de Albacete se interesó, hace seis años, por la vida y obra de D. Antonio. Contactó con él y publicó el siguiente artículo:
"Antonio Pascual de Teresa, con 92 años, sigue oficiando misa en Caudete. Es el sacerdote en activo de más edad de la provincia. El Seminario de Albacete cerró hace diez años por falta de vocaciones y, en la actualidad, hay 144 sacerdotes para 193 Parroquias, dos tercios de ellos mayores de sesenta años.
Hay que recordar que un sacerdote cobra 789,05 euros brutos al mes, con 14 pagas. Como cotizante, al llegar a los 65 años -en breve a los 67- empieza la jubilación civil y, aunque siga ejerciendo, pasa a cobrar una mínima pensión. Al final, la Iglesia se está convirtiendo en un reflejo de la sociedad porque tiene más pensionistas que cotizantes.
D. Antonio comiendo chocolate al lado de su amigo
Francisco Solera Bañón, de mote "El Pollo", en el Bar París
que el mismo habia puesto en marcha en 1931,
D. Antonio comiendo chocolate al lado de su amigo
Francisco Solera Bañón, de mote "El Pollo", en el Bar París
que el mismo habia puesto en marcha en 1931,
Así, el cura más joven es Fernando Munera, de 28 años, que está en San Pedro, pero se trata de la excepción. Para rejuvenecer la 'plantilla', la Diócesis, como la provincia, ha abierto las puertas a la inmigración. En estos momentos, Albacete cuenta con cuatro sacerdotes colombianos, un argentino y un boliviano.
Cambian las nacionalidades y las generaciones. Antonio Pascual de Teresa cantó misa en el año 1944. Este periódico habló con él por teléfono, pero a través de su hermana, porque, aunque se mantiene ágil y cabal, el oído no lo tiene para conversaciones telefónicas.
El sacerdote se formó en el Seminario de Orihuela, cuando la Diócesis de Albacete no existía como tal porque los albaceteños eran murcianos. Después de ordenarse, pasó a Granja de Rocamora (Valencia), pero en ese momento lo llamaron para hacer la mili y acabó en Ceuta, desde donde pasó al Hospital Militar de Alicante. Estuvo también en Monóvar y Caudete y acabó finalmente en Bonete, donde pasó 26 años.
Al sufrir un infarto, sus hermanas pidieron traérselo a Caudete y aquí sigue desde hace 32 años,oficiando misa a diario y dando la comunión a los enfermos. Aseguraba su hermana Josefina que, para él, «se es sacerdote mientras vivas». El padre de Antonio tenía cinco hermanos más, pero ahora sólo quedan Josefina y él. Su padre, asesinado en Villena el 24 de agosto de 1936, está dentro de los mártires de la Guerra Civil. Cuenta la Diócesis de Albacete, en su página web, que "un día de julio de 1936 se presentaron los milicianos en casa de Joaquín Pascual y lo encerraron en la cárcel, en el Sindicato Católico".
El 24 de agosto, junto a otras nueve personas, entre las que estaba el sacerdote Joaquín Carpena Agulló, fue fusilado. El lugar se denominaba los Alhorines, en el término de Villena (Alicante). Cuando descargaron sobre ellos los disparos, Joaquín estaba abrazado al sacerdote, lo que hizo que este sólo quedara herido, al hacerle el cuerpo de Joaquín de escudo. Posteriormente alguien recogió al sacerdote y lo llevó al hospital de Villena, donde fue envenenado. Joaquín tenía 56 años.
Al cura Antonio Pascual parece que no le pesan los años. A las siete de la mañana ya está en pie. Lo primero que hace es rezar y su primera salida de casa tiene lugar a media mañana, cuando se va hasta la Plaza para oficiar misa de doce en Santa Catalina.
Mantiene la sotana, algo excepcional entre las nuevas generaciones. No conduce porque, según confesaba su hermana, que le hace las veces de chófer, «el coche no era lo suyo». No lleva móvil ni tiene intención, a estas alturas de su vida, de acercarse a las nuevas tecnologías. Hoy vive donde nació, en la casa de la Iglesia número 5".
"La Verdad" de Albacete
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