Debido a la falta de precipitaciones y a las altas temperaturas de este verano, la vendimia se ha adelantado más de dos semanas. Desde mediados de agosto esta llegando uva a la Bodega y tienen previsto que se prolongue hasta finales de mes. Con estas condiciones climáticas, la uva tiene más graduación que otros años.
Recuerdo cuando hace tan solo dos décadas, por estas fechas, todo el pueblo andaba revolucionado para coger la uva de las viñas y llevarla a la Cooperativa.
Cuadrillas de vendimiadores, capazos, tijeras, tractores, antes carros.... La cola para pesar, obtener el grado y verter la uva en las tolvas llegaban desde la bodega hasta la carretera de Villena. Con anterioridad, muchos paisanos se iban a Francia a la vendimia a primeros de septiembre. En poco más de un mes conseguían un dinero que les permitía afrontar el invierno.
Todo eso es historia. La cosa ha cambiado. Y mucho. Unas modernas máquinas hacen la faena de cientos de vendimiadores de forma mucho más aséptica, más rápida y, sobre todo, en mejores condiciones sanitarias para la uva lo que redunda en la obtención de unos caldos de más calidad
Pedro "el Peluco" tiene en marcha varias máquinas. Un ejemplo. Una viña, con una superficie de siete hectáreas, en poco más de cuatro horas, dos máquinas y dos cubas son capaces de vendimiar 40.000 kgs de uva tempranillo, también conocida como cencibel.
Las máquinas, cuya velocidad de recogida depende del grado de madurez de la uva, extraen el gano del racimo a través de un sencillo sistema de barras vibradoras y con unas potentes aspiradoras la depositan en dos tolvas de 1.000 litros cada una. Una vez están llenas, la uva se vierte en cubas de 12,00 m3 de capacidad.
En el proceso de llenado de cada una de las cubas y el traslado a la Cooperativa se invierte poco más de hora y media por lo que la uva llega en muy buenas condiciones. Cuatro personas llevan a cabo un trabajo para el que antes se necesitaban casi un centenar.
Las máquinas son invento francés que vienen utilizando este sistema cuarenta años. A Caudete llegaron hace unos 20 después de haber transformado la plantación tradicional de las cepas en hileras -espalderas- separadas tres metros y una distancia de un metro.
Hoy, casi la totalidad de las viñas están preparadas para que la uva pueda recogerse mecánicamente. Quedan muy pocas viñas -menos del 10 %- que se vendimian de forma manual. Por los datos facilitados en la Cooperativa, la cosecha de este año es inferior a la del pasado año.
Dice una estrofa de la canción "Volver en vino", del grupo musical yeclano "Vino tinto", que "si el vino viene, viene la vida".
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