Finalizan unas Fiestas marcadas por el buen tiempo, la mejora de los desfiles y menor participacion en los actos de arcabucería que no le han restado un ápice de brillantez.

 

     Escribiendo esta nota ha pasado la traca por la calle Santa Bárbara y después por la calle Mayor y aunque en el Paseo todavía suena la música, la Fiesta toca a su fin después de una intensa semana plagada de actos festeros. Joan Manuel Serrat describe la finalización de la Fiesta en una de sus canciones así:

 

...."y con la resaca a cuestas

vuelve el pobre a su pobreza,

 vuelve el rico a su riqueza

y el señor cura a sus misas".

 

     Llega ahora el momento de hacer balances y análisis de lo acontecido por parte del Equipo de Gobierno, oposición, directivos y festeros. Como espectador, el resultado, en su conjunto, ha sido muy positivo. ¡Que ha habido matices!, no les quepa la menor duda.

 

 Pero, en mi opinión, estos son mínimos. Ya irán saliendo, como la escasa participación en la procesión del estandarte de la Virgen, San Blas y San Roque del día 7 y 8. Las fotos que me han llegado son muy elocuentes.

 

    Otro dato que suele salir a la palestra, y ser motivo de debate, son los costes de la Fiesta. Ya nos lo contaran.... si es que se han pasado de la raya.

    En resumen, unas Fiestas marcadas por una masiva presencia de espectadores en todos los actos, (la Retreta se lleva la palma),  por el buen tiempo, la mejora de los desfiles que es de agradecer y, eso sí, una menor participación en los actos de arcabucería pero que no le ha restado un ápice de brillantez a la Fiesta.

 

 

   Me decía  una señora que este año no se le ha caído ninguna copa de vidrio de la vitrina y que se podía andar por las calles sin miedo a que restos de pólvora se incendiasen. Ha concluido diciéndome que "con menos tiros, mejor". Aquí  hay gente que opina de otra manera. Pero, si se hiciera una encuesta, sospecho que arrojaría lo que dice esta mujer.

 

    Y con respecto a la decoración de las calles, creo que merecen atención La Villa y la calle San Vicente. La primera, por su espectacular decoración a base de flores de papel muy elaboradas y coloridas. De la calle San Vicente destacar el trabajo realizado por los vecinos reciclando botellas de plástico de distinto tamaño convirtiéndolas en luminarias y elementos decorativos de estilo futurista.

Me han contado que los vecinos se han tirado más de tres meses confeccionando estas sencillas pero originales lámparas que pueden apreciar más abajo. Bonita forma de colaborar con la Comparsa de Moros que tiene su sede a mitad de la calle y con el Medio Ambiente reutilizando botellas que normalmente acaban en el contenedor de la basura. Damián y Joaquin el Chato, expresidente de la Comparsa de Moros, han sido los promotores.

 

 

    Siempre me ha llamado la atención que para desplazarse la Corporación, desde la puerta del Ayuntamiento hasta la puerta de Santa Catalina para asistir a Misa de diez, tenga que ir acompañada por la Banda de Música. Vaya una forma de hacerles la puñeta a los músicos mas jóvenes que se han quedado disfrutando de la carpa: tener que madrugar para un desfile de tan solo tres minutos, ¡ida y vuelta!

 

   Ya les digo que desde el pregón hasta la traca no ha habido que lamentar ningún incidente grave, salvo las quejas de los vecinos que han tenido una guarida ruidosa cerca de sus casas. Y si hace unos años hubo un plante de la Policía Local al Alcalde, este año se les ha visto a casi todos y con el traje nuevo que les daba más prestancia. Les falta el coche nuevo...¿para cuando, señor Alcalde?