A continuación, compartiendo plenamente las palabras que identifican la profesión de periodista que el Sr. Horacio Verbitsky señala en la cabecera de este acogedor blog; y con la sabiduría y experiencia que poseen aquellas personas de las cuales he tomado sus razonamientos trataré de entender en lo que se está convirtiendo el oficio de periodista hoy en España.
Partiendo de
la incuestionable declaración de que la información no es una mercancía, sino que un bien común
que se puede suministrar de manera privada, pero no de manera privatizada. Esto
implica una reflexión que no se la podemos dejar a los dueños de las empresas
de medios de comunicación, porque ellos siempre van a querer mantener, en
nombre de la autorregulación, su derecho a hacer lo que les dé la gana. Eso
socava las democracias. La unión entre medios de comunicación y sectores
financieros es lo que ha hundido la prensa libre.
Hay una forma
de periodismo que convierte al periodista en un comisario de un Estado
policial; es cuando, en vez de darse un debate en el que el entrevistado pueda
expresar su pensamiento, la entrevista se transforma en un interrogatorio muy
incisivo en las formas, que deja poco espacio para la deliberación y que sitúa
al entrevistado en una figura prescindible frente al entrevistador, que parece
el importante. Eso es ridículo. En una entrevista el importante es el
entrevistado, no el entrevistador.
La anécdota ejemplar de esta situación se
produce cuando el director de orquesta Von Karajan dirigía la Quinta Sinfonía
de Beethoven, lo que aparecía en letras grandes era el nombre del director,
cuando lo relevante era Beethoven. Los
periodistas siempre piensan que la mejor ley de prensa es la que no existe.
Pero eso piensan los carniceros, los conductores de autobús, los profesores;
siempre piensan: “A mí no me regules, déjame hacer lo que quiera". Esto no es
entendible.
Si un carnicero vende medio kilo de carne podrida, comete un delito. En cambio, si un periodista vende medio kilo de noticias políticas podridas ¿no
está cometiendo un delito? Pues este delito no se puede denunciar ante los Tribunales porque éstos dicen que forma parte de una discusión política. Si se
demuestra con documentos la falsedad de estas noticias, las rectificaciones, a
lo sumo, son un recuadrito en páginas interiores del periódico o bien una
lectura rápida y meliflua al final de todas las noticias si se trata de una
emisora de televisión o radio.
En lo que
respecta a los titulares de las noticias el tema “es de traca”; todos estamos
cansados de leer y oír cuerpos de
noticias correctos con titulares infectos, en los que queda demostrado que el
jefe, el que te paga, pone el titular que le da la gana, y al final tiene que
firmar el periodista una noticia que no tiene nada que ver con el titular.
Lo
máximo que dejan a los periodistas que escriben una noticia es no firmarla,
como una mínima salida de dignidad ante un redactor jefe que impone un titular
que es contrario a la información y que corresponde a la línea editorial del periódico, que está
marcada por otro tipo de intereses, no periodísticos sino económicos,
financieros o de grupos políticos.
Por supuesto que esto no ocurre en el cien
por cien de los casos. Pero es una tendencia preocupante. El neoliberalismo,
como modo de vida, se nos ha colado hasta el tuétano. Hay que
apuntar que, en EE UU, que no parece un país excesivamente comunista, se impide
por ley que una persona o una empresa pueda ser dueña al mismo tiempo de un
periódico y una radio o una televisión.
Está obligado a elegir uno de los tres medios.
El apartado
de la falta de independencia de opinión del medio de comunicación es palmario,
como sucede en el caso del diario “El País”, ¿cómo va a informar correctamente
este periódico sobre la lista Falciani si el segundo accionista del mismo, es el banco HSBC?
Parece que no
debe de haber duda alguna que un periódico que funciona a través de una cooperativa de periodistas tiene un mayor
grado de fiabilidad, porque no va a responder a los intereses de los bancos, ni
a los intereses de petroleras, ni a los intereses de empresas energéticas, sino
que va seguir su criterio. Una información esencial para medir su independencia
sería obligarle, por ley, que todos los periódicos incluyan, debajo de la
mancheta donde aparece el nombre del director, un cuadro de quiénes son sus
accionistas. Sería una buena información…
Podríamos aplicar la correspondencia
que dice: así como el sector financiero está dinamitando la democracia, el
monopolio de los medios de comunicación también dinamita la democracia ya que
no debemos olvidar, como escribí al principio, que la información no es una
mercancía, es un bien público que se gestiona privadamente.
Se ha de
reconocer sin paliativos que una de las cosas que se recuerda con simpatía al
Sr. Zapatero, más allá de su pésima gestión de la crisis, son sus avances en libertades
civiles y su adecentamiento de la televisión pública.
Dicen de sí
mismos los periodistas, que son escritores fracasados, parece que es verdad,
según ellos, porque se convierten en periodistas porque no saben hacer nada,
solo buscan a las personas que sí saben y tratan de transmitir lo que cuentan
de manera honesta. Sin duda, me parece una forma honesta de auto introspección.
Si hablamos
de la mentira periodística, en el Reino Unido existe un sindicato o un colegio
de periodistas que interviene en los casos de mala praxis periodística y deja
claro cuáles han sido los errores, si se han cometido. Lo relevante es que detrás hay una sociedad que no tolera
la mentira. Si en España tuviéramos un organismo similar no serviría de mucho
porque esta es una sociedad que tolera la mentira en los políticos y en los
periodistas.
La pérdida de
sinceridad y de objetividad de los medios de comunicación, a quiénes hemos entregado
la construcción de la opinión pública la
han convertido en una mercancía, es la negación de la democracia.
La prensa ya no vale ni para papel de quemar, esta todo manipulado. Es sencillo quienes nos gobiernan son los bancos, ellos ofrecen prestamos para poder crear un periodico esos bancos tambien tienen decidido que partido politico es el que deben apoyar, al que prestaron el prestamo, por tanto banco, politicos y prensa van unidos, como saben que es el 4º poder el mas influenciable, no dudan en usarlo como lava cerebros para manipular. De echo si lees la razón (periodico de derechas) u okdiario u cualquier otro, todas las cabronadas que ha hecho el pp y toda la corrupción te lo pintan de tal forma (o incluso lo ignoran) que es que al final no me extraña que tenga tantos votos a pesar de la mafia que es ese partido, en lugar de perder votos recibe mas. Tanto prensa de periodico, como television o radio, esta todo controladito, no te puedes fiar de nadie, antena 3 los informativos lo lleva la mujer de un exministro de Aznar, de ahi que publicaran cosas sin contrastar como lo del avion de ETA y dandolo por echo para joder a podemos, pues como esta miles. Asi que como sigan en este camino, con el tiempo iran en decadencia y la gente se informará mas a traves de internet, en lugares donde sabes que los bancos no intervienen y solo informan por informar, con una ideologia o con otra pero informar seriamente sin tanta manipulacion.
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