Porque hay familias, donde el padre es de
una comparsa, la madre de otra y nunca se han puesto de acuerdo, de que
comparsa hacerla, que conozco ejemplos de esto. Hay caudetanos que por cuestión de trabajo han
tenido que marcharse de Caudete y residen lejos y no pueden permitirse en
septiembre 15 días de vacaciones y lo que conlleva semana cultural festera,
novenas… sin embargo no faltan a su cita de el día 7 para llamar por teléfono a un familiar del
pueblo, para ver cómo ha ido todo y si
tienen suerte oír los tiros y con eso son muy felices. También los hay que se
han casado con una pareja que no entiende para nada las fiestas, otros porque
nunca han tenido suerte en el sorteo y
se han tenido que retirar porque el volante ya no tenía edad de volante como se
lo explicas a esa niña, yo también conozco casos así y sin embargo cada 6 de septiembre aplauden
al paso de los volantes, eso es muy duro para esas niñas y sus familias.
Hay
otros casos en los que el asunto es tan sencillo, como que no hay dinero para
hacerla y por eso no se deja de ser festero, pues todas estas personas, son las
que cuando ven un volante el día 6 por la mañana no puedes hablarles porque
están emocionadas llorando, porque les gustaría haber visto a sus hijas, nietas
o a ellas mismas, pero no pudo ser, porque en casa no había dinero para esto,
porque quizá el orden de prioridades en su familia no permitía “hacer la
fiesta”, pero no nos equivoquemos pues
todas estas personas que se les pasó su momento, no por ello son ingratas y sin
embargo son fieles a cada 6 de septiembre ponerse su traje y salir a desfilar o
a disparar los días posteriores, o simplemente no salen en fiestas, pero son
los que aplauden en los desfiles, o aguantan en su casa los disparos con todo
el gusto del mundo. Aunque no lo creáis hay mucha gente así, y no esperan nada
ni homenajes ni nada parecido, y si me
consta que hay gente que se enfada, porque no le han nombrado en una cena o un
acto porque él hace, 25, 30 o los que sean “que hizo la fiesta”.
Y como a
los seres humanos nos gustan tanto los homenajes, no dejemos en el olvido a
este sector tan importante de la fiesta y desde aquí mi homenaje para todas las
personas anónimas y seguro que son mayoría en nuestro pueblo, que aplauden al
paso de una comparsa, que se emocionan que disfrutan que aman la fiesta, que
sienten un amor especial por su pueblo, aunque estén lejos esos días, que se
ven reflejados en un volante en un capitán y como no en un abanderado, aunque
no” hayan hecho la fiesta” en su vida, porque para amar la fiesta y pertenecer
a una familia festera no es condición única el “haber hecho la fiesta”.
Mª Teresa Martínez
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