La revolución burguesa y
las ideas de la Ilustración son las que dieron forma definitiva al fenómeno "teatro
moderno" durante los siglos XVIII y XIX. Las reivindicaciones revolucionarias, entre
las que se incluían la libertad teatral hacen posible la recuperación de las
formas teatrales de la antigüedad clásica, así como la integración de las
diversas expresiones teatrales de tipos populares, liturgias y principescas.
Este nuevo Teatro que
surge necesita de un edificio que haga posible las nuevas formas de
escenificación ya que los corrales de comedia, las plazas eclesiales o los
grandes Salones de Palacio utilizados para las formas teatrales anteriores no
satisfacían las nuevas necesidades.
Sobre la base del espacio teatral clásico y
durante los siglos XVIII y XIX se desarrolla en Francia e Italia este nuevo
tipo edificatorio que se conocerá con el nombre de teatro a la “italiana” y que
es de una perfección tal que es capaz de albergar casi cualquier forma de
escenificación imaginada y que debido a sus cualidades se extiende, con escasas
variaciones, por toda Europa.
Es en la segunda mitad
del siglo XIX cuando en España una Orden Real de 1862 permite aplicar fondos de
la beneficencia que facilita la construcción de casi todos los Teatros existentes: Campoamor en Oviedo, Lope de Vega en Sevilla, Cervantes en Málaga,
María Guerrero en Madrid, Principal en Valencia, Romea en Murcia, teatro de
Rojas en Toledo, Chapí en Villena, Concha Segura en Yecla…
Tampoco Caudete
queda al margen de esta fiebre edificatoria y así en 1892 nace el Teatro
Calderón en la calle Gimeno n.º 5 en una época de gran pujanza económica y
mucha inquietud cultural y lo hace de la mano de la iniciativa particular.
De quienes parte la idea
y de cómo nace, crece, vive y muere esta singular edificación es el objetivo de
esta crónica. Es de suponer que a finales del siglo pasado los locales
públicos o privados de ocio y diversión no eran muy frecuentes en nuestro
pueblo.
Una sociedad fuertemente religiosa y una actividad agraria con jornadas
de sol a sol no dejaban mucho tiempo para la distracción y el esparcimiento,
salvo durante las fiestas patronales y festejos de barrio. La Mayordomía y las
Cofradías copaban las distintas actividades lúdicas.
Ante este panorama y ante
la falta de ofertas para matar el tiempo libre seis amigos deciden plantarle
cara a la situación: Antonio Amorós Hernández y Lucas Bañón Albertos, ambos de
profesión carpinteros; Miguel Belando Benito, de profesión herrero; José Rey
Cabanes, albañil; el pintor y fotógrafo Francisco Martínez Alcober, y un
Inspector de Aduanas, verdadero artífice y alma mater del grupo llamado José
Requena Ruiz, estampan su firma un 18 de abril de 1892 constituyendo la
“Sociedad Teatro Calderón”.
El cargo de primer Presidente de la Sociedad recae
en Antonio Amorós Hernández. Será José Requena Ruiz, con 37 años de edad, viudo
y con 5 hijos quien embarque a los demás y promueva este ambicioso proyecto
siendo, desde el inicio, el Secretario y el Tesorero de la Sociedad, que se
disuelve en 1923 después de 31 entrañables años de actividad cultural y de
llevar las cuentas con exquisita pulcritud, rigor y claridad.
La primera inscripción
del edificio donde se va a construir el Teatro data de 1865 a favor de Félix
Gallur Jimeno, por herencia de su madre Josefa Jimeno Algarra. En 1869 Feliz
Gallur lo vende, por el precio de 584 escudos, a Tomás Toomey y Gorman, un
comerciante afincado en Caudete.
Al no tener este comerciante herederos, en 1888
pasa a propiedad de su esposa María Rosario Golf Martínez. En 1892 se inscribe
a nombre de José Requena Ruiz una casa de 46 pies de fachada y 2.640 pies de
superficie (250,10 m2) en la calle Gimeno n.º 5 donde en breve se va a llevar a
cabo la construcción de un Teatro.
Es un 8 de abril de 1892
cuando tiene lugar la primera reunión de los seis amigos y futuros socios para
ir dándole forma en el papel a las ideas. Cinco días más tarde, un 13 de abril,
aprueban las Bases que han de regir en la Sociedad, redactadas por José Requena. El 18 de abril los socios le dan el visto bueno al proyecto y el 20 de
abril se nombran los cargos:
- José Requena
Ruiz, Tesorero y Secretario.
- Antonio
Amorós Hernández, Presidente
-José Rey
Cabanes, Vicepresidente.
-Francisco Martínez
Alcober, Lucas Bañón Albertos
y Migue Belando Benito, vocales.
y Migue Belando Benito, vocales.
Ante la falta de liquidez, Miguel López le otorga a la Sociedad un préstamo de 10.000 reales al interés
anual del 8% sin ningún tipo de hipoteca y el 27 de abril acuerdan derribar la
casa e iniciar las obras.
En reunión que celebra la Sociedad el 20 de junio deciden que el teatro se llamará Calderón y que se inaugurará con la puesta en escena de la obra “La vida es sueño”.
En reunión que celebra la Sociedad el 20 de junio deciden que el teatro se llamará Calderón y que se inaugurará con la puesta en escena de la obra “La vida es sueño”.
Se trabaja de forma intensa, cada socio
en su oficio, durante todo el verano y el otoño. A principios de diciembre se
reúnen y en el acta hacen constar que por falta de fondos y de tiempo va a ser
difícil inaugurar, como habían acordado, en Navidad. José Requena se ofrece a
abonar los jornales que se precisen y se acuerda trabajar hasta media noche.
Según lo previsto y con
la obra de Calderón de la Barca “La vida es sueño” un 18 de diciembre de 1892
se levanta el telón. Los socios José Requena Ruiz, Lucas Bañón Alberto y
Francisco Martínez demuestran ser unos consumados actores participando en la
obra.
Es de suponer que por aquellos entonces la afición al teatro en Caudete
era enorme (de los excelentes actores que ha parido este en este siglo
hablaremos en otra ocasión). En la taquilla vendiendo entradas colocaron a José
Vicente, que días más tarde renuncia a favor de Manuel Requena, de profesión
zapatero, situado frente al Teatro.
La recaudación del primer día fue de 2.294
reales. En menos de 10 meses seis amigos con un gran entusiasmo artístico y un
espíritu cooperativista muy equilibrado habían puesto en marcha un negocio que
si bien no sería muy rentable para la Sociedad, sí lo sería para la cultura de
Caudete y que en el área del Teatro llega hasta nuestros días con el Grupo
“Alácera”.
Al principio se representaban muchas zarzuelas, género de moda
entonces, que contrataban en Alicante con títulos como “El Gobernador”, ¡A
cadena perpetua!, “El burlador de aldea”, “Agustina de Aragón” … Desde el
18/12/1892 hasta el 29/2/1895 la Sociedad ingresa por los distintos actos realizados
13.982 reales.
Especialmente conmovedora
resulta ser el acta del día 10 de enero de 1.893 y que dice mucho a favor de
sus socios: “a la vista de que la clase
trabajadora esta atravesando una crisis espantosa por efecto del temporal que
reina (posiblemente de nieve) y
movidos de la caridad al prójimo que a todos los individuos de esta Sociedad
anima, resuelven dar una comida a los pobres en el mismo local del teatro”
…
Deducimos que a finales del siglo pasado, y en esto ¡no hemos cambiado
mucho!, la riqueza estaba mal distribuida en nuestro pueblo y que abundaban los
mendigos.
En otra acta, y a propuesta de los dos Casinos que existían en la
localidad, acuerdan ceder el Teatro para la realización de una función con el
fin de recaudar fondos para comprar un fusil “Mauser” en apoyo de los
caudetanos que están derramando su sangre en la guerra de Melilla.
También sabemos que cuando
los socios se sientan a sacar cuentas los gastos, 14.914 reales son superiores
a los ingresos, con un saldo negativo de 932 reales. A la orquesta, que no
cobraba nada en las funciones, le pagaban en especies: nada menos que con un
violín.
Así las cosas, el 2 de marzo de 1895 acuerdan que muchas faenas, como
mantenimiento, reparaciones, pintadas de carteles… las realizarán los socios. ¡No estaban las cosas para derrochar!
En diciembre de 1894 se produce el primer cambio en la Sociedad: Lucas Bañón le vende la acción a Luis Pascual y más tarde, el 10 de enero de 1898, Francisco Martín Pedros y Miguel Martínez Carrión sustituyen en la sociedad a José Rey Cabanes y a Miguel Belando Benito.
En diciembre de 1894 se produce el primer cambio en la Sociedad: Lucas Bañón le vende la acción a Luis Pascual y más tarde, el 10 de enero de 1898, Francisco Martín Pedros y Miguel Martínez Carrión sustituyen en la sociedad a José Rey Cabanes y a Miguel Belando Benito.
En 1899 realizan obras
de mejoras en el Teatro consistentes en la apertura de una puerta que
comunicaría el escenario con la calle Santa Bárbara pasando por la almazara de
José Mª Herrero, quien cobra también en especies: a cambio de la propiedad de
la butaca nº 2 de la fila 3.
Por esta reforma la Sociedad pagó 329,75 reales al
maestro de obras Manuel Graciá. Otra de las mejoras que introducen en el Teatro
y por un importe de 263,20 reales es el cambio de lámparas de petróleo por las
de acetileno, que eran más higiénicas y alumbraban más.
Es en 1900, año en que
nace un personaje singular, querido y polifacético como es Agustín Vila Huesca,
cuando la Sociedad empieza a dar beneficios, coincidiendo con el invento de los
Hermanos Lumier.
El espíritu vanguardista
de esta Sociedad se adelantaba una vez más a los acontecimientos comprando una
máquina de cine (HERNAN, de fabricación alemana).
Si tenemos en cuenta que fue
un 15 de mayo de 1896 cuando se proyecta en Madrid la primera película, podemos afirmar que en la incorporación al séptimo arte fuimos pioneros
en la provincia de Albacete, proyectando en Caudete la primera película… ¿tan
solo 4 años después de aquel estreno en Madrid! (El desarrollo a nivel Nacional
fue espectacular: en 1925 ya existían en España 1.500 Salas de proyección).
Sabemos que, por cinco
funciones de cine de la película “Estudio del Natural”, “Lo positivo” y “La carcajada”, la Sociedad recauda 290 reales y que el cine, entonces ‘mudo’ es
bien acogido. En 1901 otro socio fundador como era Antonio Amorós vende su
acción a Jorge de Arnedo, quien será el nuevo presidente de la Sociedad.
En
1902 se representa la obra “Bien aventurados los que lloran”. En 1904 y 1905
al partido Socialista, que pocas décadas antes fundara Pablo Iglesias, le
cuesta 120 reales el alquiler del Teatro para dar en él dos mítines. En el año
siguiente, 1905, las cuentas reflejan que por 11 sesiones recaudan 352 reales.
Aparece en las actas por
primera vez la firma de Joaquín Pascual. También se contabilizan unos ingresos
de 100 reales por los mítines que da un tal Franco Rodríguez. Otras fuentes de
ingresos que se repiten todos los años son los conciertos que daba la Banda
Municipal recaudándose a lo largo de 1906 por este concepto 360 reales.
Otras
Sociedades locales que, año tras año, utilizaban el Teatro para sus asambleas
son La Capitana, Huerta Arriba, el Blanco, Bogarra, Virgen de Gracia, Suerte y Los Hondos, sociedades agrarias que arrendaban el Teatro por 6,25 reales cada sesión.
Como gastos fijos anuales que soportaba el Teatro estaban la
Contribución sobre Edificios y Solares con 89,04 reales al año y la factura por
el Seguro de Incendios suscrita con La Unión y el Fénix Español, que ascendía
anualmente a 106,48 reales.
En el año 1907 nombran
gerente de la Sociedad a Pascual Martí y el día 17 de agosto de 1908 acuerdan
electrificar el Teatro contratando 30 lámparas. Este mismo año la Sociedad
colabora en la celebración del Centenario de la Virgen de Gracia abonando a
Carmen Ortín 15 pesetas por adornar la calle para el evento.
En 1909 el Teatro
tiene mucha actividad, obteniendo unos beneficios de 127,87 pesetas. En el
capítulo de ingresos de este año aparecen contabilizadas, entre otras, las 17
pesetas que pagó Pedro Molina (comerciante y excelente actor, más conocido como
Perico Molina) por el alquiler del local para poner en escena una obra de
teatro.
También aparece en el
capítulo de ingresos Jaime Bañón que pagó 36 pesetas por 4 sesiones de cine. La
congregación “Los Luises” arrendó este año el Teatro para una función al precio
de 18 pesetas.
El año 1.911 es el de mayor actividad y beneficios: nada menos que 471,84 pesetas. Perico Molina realiza ese año 7 funciones de teatro, Manuel Ibáñez (el pintor de los cuatro arcángeles en la base de la cúpula de Santa Catalina) 6 y Pedro Requena 2 funciones.
El año 1.911 es el de mayor actividad y beneficios: nada menos que 471,84 pesetas. Perico Molina realiza ese año 7 funciones de teatro, Manuel Ibáñez (el pintor de los cuatro arcángeles en la base de la cúpula de Santa Catalina) 6 y Pedro Requena 2 funciones.
A partir de estas fechas, el socio Francisco Martí será representado por el Notario, natural de Alpera,
Tomás Mejías Castillo. En esa misma fecha acuerdan arrendar el Teatro al médico
Angel Lassala (que también fue presidente de la Cruz Roja Local por aquellos
entonces) por 200 pesetas anuales.
Los dos años siguiente 1912 y 1913, debido
a la sequía que padecía la localidad desde 1907, que causaba estragos en el
campo y que obliga a muchos a emigrar, los balances arrojan poca actividad. En una de las múltiples
facturas que se conservan vemos que la limpieza total del Teatro costaba 1,75
pesetas.
En 1914 se renueva la póliza con La Unión y el Fénix Español por un
periodo de 10 años y una prima anual de 23,40 pesetas, firmandola Pascual Martí
Golf en representación de la Sociedad.
Se asegura el edificio en 2.000 pesetas; bancos, graderios y demás mobiliario en 2.500 y en 3.000 pesetas el telón de boca, decoraciones, pinturas, cuadros y demás enseres.
Se asegura el edificio en 2.000 pesetas; bancos, graderios y demás mobiliario en 2.500 y en 3.000 pesetas el telón de boca, decoraciones, pinturas, cuadros y demás enseres.
Se conviene en el
contrato que no se podrán realizar más de 30 funciones al año. La franquicia se
fijó en 52 pesetas. En 1915 el Círculo Instructivo Tradicionalista de S.
Jaime, cuyo presidente era Fernando Albertos Díaz arrienda el Teatro por un
plazo de 2 años y 200 pesetas anuales.
En el acta de 6 de junio
de este año se reconoce que el Asilo San Juan Evangelista es el beneficiario de
la acción de Miguel Martínez Carrión. Perico Molina y Juan Ibáñez siguen
realizando funciones teatrales. Eran los mismos actores que participaban en los
Episodios.
En 1916 hay constancia de que a Francisco Sivó Sánchez la Sociedad
le abona 4,50 pesetas por una cerradura nueva y de que Azorín era el encargado
de la reparación del mobiliario del Teatro. En los años siguientes la actividad
es más bien escasa a juzgar por los balances anuales. Los ingresos del último
año que se tiene constancia, 1919, asciende a tan solo 240,14 pesetas.
El 11 de diciembre de
1920 José Requena vende el Teatro al Asilo San José Evangelista, Asilo
que se fusionará con el de Santa Bárbara (después Colegio Amor de Dios) y que en 1996 da lugar a la “Fundación
Martínez de Teresa y Ruiz”.
La Sociedad se disuelve a partir de 1923 haciéndose cargo del Teatro los suministradores de la Luz, los hermanos Rodríguez, Elías y Pepe, además de Gaspar Albertos "el Moro",
La Sociedad se disuelve a partir de 1923 haciéndose cargo del Teatro los suministradores de la Luz, los hermanos Rodríguez, Elías y Pepe, además de Gaspar Albertos "el Moro",
El 16 de enero de 1927,
a la edad de 70 años muere José Requena Ruiz, verdadero promotor y pieza
clave en la “Sociedad Teatro Calderón”. Su nieto Antonio Martínez Requena fue el que conservó el libro de Actas de la Sociedad de la que su abuelo fue
Secretario y Tesorero y quien ha hecho posible que ustedes conozcan estos
datos.
A partir de la Dictadura
de Miguel Primo de Ribera el Teatro le da paso al Cine que a partir de 1929 será sonoro. Aquello fue un hito de la tecnología.
Hasta entonces con el cine ‘mudo’, personajes como Agustín Vila le contaban al espectador el argumento de la película que estaban viendo mientras otro artista, Benjamín Serrano, tocaba el piano (propiedad de la madre del maestro y Alcalde, Juan José Esteve).
Hasta entonces con el cine ‘mudo’, personajes como Agustín Vila le contaban al espectador el argumento de la película que estaban viendo mientras otro artista, Benjamín Serrano, tocaba el piano (propiedad de la madre del maestro y Alcalde, Juan José Esteve).
Acaba la guerra y estando
todavía en Caudete los italianos (aliados de Franco) se produce en el Teatro un
conato de incendio en la proyección de la película “Morena Clara”. Los hermanos
Rodríguez continuaron proyectando películas hasta mediados de la década de los
50.
Tras permanecer unos años cerrado, a partir de 1958 y después de realizar
reformas en la cubierta y en el escenario, vuelven a alquilar el “Teatro”
(reconvertido en Cine) a los hermanos José y Pedro Pérez
Requena. “Alas de Juventud” y el “El último Cuplé” fueron las primeras en
proyectarse en esta nueva etapa.
En esa época compran una máquina de cine marca
“Hispania”, cedida más tarde al Instituto Hermanos Amorós de Villena. El precio
de la entrada era de 0,5 pesetas. Guidí y Amaro eran los porteros del Cine por aquellos entonces; el encargado de arreglar la máquina, que la llevaba Paco
el de Gracia, era Manuel Martínez, el Rojico el de los trabucos.
La competencia
era grande ya que había por aquellos entonces dos Cines más en el pueblo: el Cine España, el cine Parroquial y el Cine de Verano. Hasta 1976, fecha que se cierra
definitivamente, estuvo abierto al público el Teatro Calderón.
Si el Cine había
arrinconado y jubilado al Teatro 50 años antes, ahora era la televisión la que
desplazaba al Cine. En 1980 se produce el primer desprendimiento parcial de la
cubierta y en 1985 se convierte el edificio en ruinas … ¡No se salvó nada!
La historia del Teatro Calderón es, en definitiva, la
historia de cuatro generaciones de caudetanos. El solar salio a subasta en el 1989 siendo Alcaldesa Elisa Pagán. No pujó nadie. Un par de meses más tarde lo adquirió quien suscribe esta crónica.
No hay otro caso similar: seis amigos aficionados al teatro aportaron su tiempo, dinero y entusiasmo para levantar un edificio que colmaba las aspiraciones culturales de un pueblo.
Lástima que eligieran un solar tan inadecuado ya que daba a una calle muy estrecha que dificultaba la construcción así como la evacuación del personal ante un incendio.
Hasta que la Sociedad negocia con el propietario de la Almazara colindante un acceso directo de la calle al escenario, espectadores y actores accedían por la fachada del edificio. Esa entrada por la calle Santa Barbara le dio calidad al Teatro.
Otra de las actividades que se realizaban en este Teatro eran los Bailes de Puja. Retiraban los bancos y colgaban Mantones de Manila desde el antepecho de la planta superior (gallinero) y las parejas bailaban mientras los músicos se situaban en el escenario.
Curiosamente se pujaba para que parara de tocar la música y el que estaba bailando.... ¡se retirara!. En la imagen inferior vemos bailando a Iris y a Pepe el de los coches, a Pepe Bordallo, a mi vecino Miguelin que fue Rey ese año acompañado del cura, el Alcalde, y el tío de Elisa Pagán.
Curiosamente se pujaba para que parara de tocar la música y el que estaba bailando.... ¡se retirara!. En la imagen inferior vemos bailando a Iris y a Pepe el de los coches, a Pepe Bordallo, a mi vecino Miguelin que fue Rey ese año acompañado del cura, el Alcalde, y el tío de Elisa Pagán.
Chimo los hermanos Rodriguez que lo llevaron eran mi abuelo Luis y su hermano Pepe Rodriguez Lopez . Elias era hijo de Pepe y mi madre hija de Luis . Mi abuelo era ordinario de Valencia y el se traía las películas . Yo era pequeña y iba mucho por allí . Una pena que desapareciera . El techo era precioso
ResponderEliminarUn gran aporte para la historia de Caudete.
ResponderEliminarGracias por el articulo Chimo, recuerdo que para mi era algo casi solemne cada vez que asistía a algún acto. Posteriormente he visitado muchos teatros pero ninguno con la magia del Teatro-Cine Calderón.
ResponderEliminarUna pena que perdiéramos una parte de historia, otra.
Y vamos camino de perder El Palacio y El Paso...
ResponderEliminarEn breve, lloraremos su extinción en futuros blogs como éste o en éste mismo al paso que vamos.
Eso si, dinero para sueldos millonarios y prebendas varias... para eso, todos los partidos tienen... los PPSOE de siempre y los recien paridos...
joooo que recuerdossssssssss yo vivia al lado de tu casa y mas tarde al lado de la casa de geronimo grande a quien siempre llamaba tio geromo y la tia maria el yaco que se ve en la foto jjjjjja soy yooo el hijo del practicante paquito jaaaa increible que sorpresa tan agradable me he llevado, que emocion me acuerdo cuando ponian canciones de gloria laso para avisar que estaba habierto el cine y comojjjaaaaaaaaaaaa a tu abuelo FINA
ResponderEliminarCaudete pierde su cultura, su pasado y su patrimonio. Como pueblo pusilánime que solo alza la voz en la barra de los bares, tenemos lo que merecemos como ciudadanos, sin distinción política.
ResponderEliminarEnhora buena por éste trabajo de investigación sobre la historia de Caudete, mucho falta por conocer de nuestro pasado reciente.
ResponderEliminarqueria decir que me acuerdo de tu abuelo un monton FINA SE ACURRUCABA DETRAS DEL MICROBUS AQUELL JJJJ QUE TIEMPOS
ResponderEliminarGRACIAS CHIMO
Madre mía qué recuerdos del cine Ca serón, una joya era del pueblo tan BV bonito y elegante todos los chiquillos de la calle S.Barbara nos metíamos al cine y muchas veces nos colabamo, q BV se lo digan a Paquito el hijo de D.Eduardo y D. Isabel es así o no Paquito soy María cuanto tiempo sin verte estoy, me he alegrado de leer lo q pones y saber q eras tú
ResponderEliminarQ recuerdos inolvidables para los q vivíamos por allí
uffffffffffff es ciertoooo MARIA QUE TIEMPOSSSS TE ACUERDAS DE LA NEVADA? UN BESOOOOOOOOOO DE TU AMIGO PAQUITOOOO Y DE LOS CAPONES QUE NOS DABA AMARO? EL PORTERO JJJAA UN BESOOOOOOOOOOOOOOO
EliminarPara ti también Paquito a ver cuándo vienes por aquí y nos vemos aunque ya no nos conoceremos
ResponderEliminarEs verdad cuanto le hacíamos rabiar a Amaro para q nos dejara entrar aunque fuera al gallinero, q tiempos ...
querido chimo, se que te siguen muchisimos amiguitos d de infancia y demas, os deseo a todos FELICES FIESTAS Y UN PROSPERO AÑO NUEVO, ADRESIN, LUQUITAS, JUANIN, PUSKICAS, HERRERICO , RIZOS ETC ETC ETC UN ABRAZO MUY FUERTE
ResponderEliminar