A las 12:20 horas del mediodía, Peña ultimaba sus vendajes, incluso los de algún jugador contrario. En el vestuario nadie habla, nadie se mueve, cada uno sabe qué número luce en su espalda, saben qué posición y que trabajo debe desempeñar, en su pecho pueden ver y sentir el escudo que van a defender. Es nuestro primer amistoso en Caudete, la tensión y las ganas de una victoria en casa podían verse marcadas en nuestros rostros.
Kevin rompía el silencio para recordar qué hacemos aquí, que hemos venido a defender nuestro equipo, a defender nuestro pueblo, Caudete, cueste lo que cueste, veloces en la línea como si voláramos y firmes en la delantera como un muro de piedra, como hacen referencia las alas y la Torre que acompaña nuestro Escudo.
Varela corrobora, ellos han venido a nuestra casa a ganarnos y no podemos permitirlo. Kevin, nuestro capitán, da las primeras indicaciones, estamos en casa, son buenos y debemos entrar con ganas, los primeros 15 minutos debemos ir al 200%.
Sólo quedan 5 minutos para salir al campo. Elías, con las manos temblorosas, arranca de la pared uno de los folios con frases de motivación que había preparado para los chicos: “Es más temible un equipo de ciervos dirigidos por un dragón que un equipo de dragones liderados por un ciervo”, nosotros somos los ciervos, individualmente no tenemos nada que hacer, pero somos un equipo y tenemos a Kevin, nuestro Dragón de Gales, a quien tanto debemos y, por él y por nosotros mismos vamos a salir ahí fuera para ganar.
La tensión es máxima, los tacos ya pican el suelo, los latidos de cada compañero acelerados por la adrenalina, pueden percibirse en el cargado ambiente que se respira, las lágrimas se deslizan por las mejillas de unos, la piel de gallina asoma por debajo de las camisetas rayadas de cada otros, pero el tiempo de las palabras ha terminado, ha llegado el momento de demostrarnos a nosotros mismos lo que hemos aprendido.
Mariano hace sonar el silbato. Kevin patea y avanza nuestra línea, ganamos posesión y mantenemos una buena presión muy muy cerca de su línea de 22, un poco desordenados por los nervios. Los gordos limpian rucks y la línea va jugando a la mano, la falta de experiencia nos juega algunas malas pasadas, algún balón al suelo y errores de conocimiento de las normas, duros en defensa logramos contener la ofensiva del conjunto murciano, con jugadores experimentados y muy buena transmisión en la línea.
Hasta ahora las melés muy altas que hay que repetir varias veces. Seguimos manteniendo a raya el ataque esta vez a 5 metros de nuestra zona de ensayo, en una de esas acciones defensivas Manu junior es sancionado con tarjeta amarilla por un involuntario placaje alto, lo cual nos deja con 14 jugadores en el terreno de juego durante 10 minutos.
Es en la siguiente jugada, después de una touché que conseguimos palmear hacia nuestro campo, cuando tras dos fases de juego logran posar el oval tras nuestra línea de ensayo, sin lograr la transformación, 0-5 a favor del equipo visitante.
Los siguientes 30 minutos son una extenuante labor de delantera a base de machacarse los hombros con una incesante sucesión de melés y touches que harán un desgaste físico que luego pasará factura.
Sobrepasado ya el tiempo de descuento las tornas se cambian a nuestro favor, un jugador del Cieza Torre es amonestado con tarjeta amarilla, lo que nos deja en una ventaja númerica que esta vez aprovechamos nosotros, situados a 5 metros Kevin saca con el pie y formado un ruck sobre su línea de ensayo. Javi saca con un pick and go y logra nuestro primer ensayo, transformado por una acertada patada de Galdón nuestra apertura. Un 7-5 después de un buen primer tiempo por parte de ambos equipos.
Comienza el segundo tiempo en la misma línea que la primera parte, mucho trabajo de delantera, y después de una salida de melé en la que pierde su posesión el Cieza Torre por un mal despeje con el pie, Galdón logra penetrar con el balón y provocar un ruck dentro de su 22, situación que aprovecha Kevin al sacar el oval de la formación y plantarlo tras la línea de ensayo.
Esta vez no se logra transformar el ensayo, dejando el marcador en 12-5 a favor nuestro. Una sucesión de melés repetidas hace que nuestra delantera, y la contraria, sufran un desgaste más acelerado, no tardan mucho los ciezanos y torreños en aprovechar su mejor forma física y volver a ensayar, esta vez con transformación, quedando un reñido empate a 12.
Los 20 últimos minutos se desarrollan en un ambiente generalizado de fatiga, ha sido un partido con una actividad muy elevada para los delanteros, a pesar de los cambios ilimitados y la de soberbia actitud de los jugadores, el cansancio ya pesa sobre sus hombros y, en los minutos 63 y 64, el equipo visitante vuelve a herirnos con dos ensayos más y un tiro a palos por una tarjeta amarilla mostrada a Chimo por un placaje alto.
No logramos volver a recortar el marcador y en el minuto 81 vuelve a ensayar Cieza Torres concluyendo el partido con un 12-30. A pesar del resultado, como en todos los partidos de rugby, lo importante es destacar lo positivo, el marcador es lo de menos. En primer lugar, quien ha ganado realmente es la SOLIDARIDAD, lo importante de este encuentro lo hemos ganado todos y es poder aportar nuestro granito de arena a la Plataforma del Voluntariado de Caudete, eso no debemos olvidarlo.
En segundo lugar, debemos ser conscientes de que una diferencia de 18 puntos ante un rival claramente superior, es un buen resultado, hemos sabido enfrentarnos a muchas fases seguidas de ataques con buenos placajes, incluso a 5 metros del ensayo bajo una gran presión, en este partido merecen una mención especial los delanteros por su esfuerzo, es verdad que volvimos a fallar en la apertura a la línea de tres cuartos, pero las melés y las touches son menos controlables.
Nuestra conclusión ha sido que vemos una evolución positiva entre este y otros partidos, hemos mejorado y seguiremos haciéndolo, hemos superado nuestro primer año como club y el resultado es que hoy por hoy tenemos equipo para enfrentarnos en un partido de rugby a 15, disponer de 20 jugadores de rugby dando la cara unos por otros, ayudando a conseguir cada metro en un maul, protegiéndote en un ruck, levantándote en una touch o empujando contigo en una melé es un orgullo.
Vivir lo que se respira en un vestuario junto a tus compañeros minutos antes de un partido es un honor. Beber cerveza en un tercer tiempo con el equipo que ha viajado para hacer posible jugar un partido de rugby es una verdadera alegría. Y lo que es realmente emocionante es saber que sólo es el principio, es nuestro primer año y esperamos que sean muchos más.
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