El pasado 29 de abril el periódico Levante publicaba un artículo que titulaba "La Justicia aún no ha sustanciado toda la verdad sobre Terra Mítica". La periodista Julia Ruiz entrevistaba a nuestro paisano José Camarasa, exdiputado del PSPV, el que gravó en su despacho de las Corts a dos empresarios (hoy condenados) que le relataron el modus operandi de las comisiones que se repartian en Terra Mítica, una confesión en la que implicaron a Eduardo Zaplana y que el socialista llevó a la Justicia en 2006. "El Parque de Benidorm fue el inicio del modelo depredador de los fondos públicos, cuando para el PP valía todo". Estas son las respuestas que José Camarasa le daba a la periodista del diario Levante:
"¿Como ha vivido la sentencia sobre Terra Mítica? Por una parte con cierta normalidad porque esperaba que durante el juicio se demostrase que lo que yo dije en aquellos momentos era cierto. Además, uno fundamentalmente tiene el sentido de que ha actuado con honestidad y en defensa del interés público y eso produce satisfacción. De lo que no me alegro nunca es de las cuestiones personales, de que alguien vaya a la carcel, pero uno tiene que asumir responsabilidades por los delitos. En Terra Mítica se produjo un atraco sistemático a los interereses públicos.
¿Cuándo, usted o su pertido empezaron a sospechar que el proyecto tenía un lado oscuro? Hace mucho tiempo, pero recuerdo que cuando comezó el proyecto de Terra Mítica, el señor Zaplana decía que no costaría un duro a los valencianos y que íbamos a tener el mejor Parque de Atracciones de Europa. Hicimos un seguimiento y vimos que había muchísimo interés en acabar en unos plazos determinados, las obras tenían que terminar si o si antes de unas elecciones. Se trabajaba mañana, tade y noche con el fin de cumplir con el calendario. Dije y repito ahora que dudábamos del control de las obras porque al frente del mismo habían puesto a personas no cualificadas sin experiencia en este tipo de gestión y en la propia explotacion del Parque.
Lo cierto es que evidentemente si tuvo un coste para los valencianos... Luego fue una constante, pero recuerdo la palabra sobrecostes. Se empezó a usar en Terra Mítica y luego derivó en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el Aeropuerto. Y en aquel momento no recibía ni la atención ni la crítica que posteriormente ha merecido toda esta serie de despropósitos, apropiaciones indevidas cuando no de robos manifiestos, que se han producido alrededor de la gestión del PP.
¿Podría decirse que en Terra Mítica empezó todo? Sí. Fue el inicio del modelo depredador de los fondos públicos, el de los grandes eventos sin cuantificar a priori el plan de negocios y sin una revisión constante. En ese momento al PP le valía todo, quería que se hicieran cosas no tanto por la repercusión social sino electoral. Fue una forma de gobernar de un parido que vivió instalado en ese glamour durante mucho tiempo. Y con una cierta colaboración de personas que les importaba el qué y no el como.
¿Como recuerda aquel día en que los empresarios Carpio y Herrero, ahora condenados, se sentaron en su despacho para confesar la existencia del cobro de comisiones?. En realidad era algo más que grave, es que se alteraba el precio de las cosas. No era "me adjudicas y yo te doy algo a cambio". Los empresarios me contaban que ellos cobraban el importe real y el resto se lo apropiaban entre unos cuantos. Ellos evidentemente pudieron colaborar en toda esa actitud delictiva, pero mantenían que no se apropiaban del diferencial entre el trabajo realizado y lo que cobraban algunas personas.
En esas conversaciones dieron el nombre de Zaplana como posible comisionista. ¿Fue el señor X de esta historia?. Ellos, en las conversaciones conmigo y esta en la gravación, apuntaron que el señor Conesa se repartía con él una parte importante de la diferencia que había entre el trabajo realizado y el efectivamente cobrado. Dieron datos sobre dónde gastaban el dinero, restaurantes, coches; donde se ingresaba: en la banca privada de Andorra.
Al margen de la Justicia, en el ámbito político, ¿Zaplana debió pagar por este escándalo? R.- Evidentemente, no pagó. Hubo dos expedientes diferentes: el del fraude del IVA y otro, mi denuncia de alteración del precio de las cosas. Por esto último no ha pagado hasta el momento nadie.
¿Recibió muchas presiones después de denunciar? De todo tipo: llamadas telefónicas por la mañana, por la tarde, por la noche. Me decían: "no sabes donde te has metido, no eres nadie". Algunos Diputados, me advertían de que me estaba metiendo con un miembro del Gobierno, que podía salir trasquilado...
Cuando alguien de una importancia política tan alta, con grandes aliados en medios de comunicación te pone una querella, desde luego que no lo pasas bien. Aunque sepas que no has hecho nada malo, cuando entras en un procedimiento judicial no sabes como vas a salir. Al final, como yo intuía, el señor Zaplana iba de farol y tenía como objetivo amedrantar más que saber la verdad, cuestión que se confirmó cuando retiró la querella contra los empresarios que le acusaron. Yo me adelanté en que la querella era postureo y que la retiraría, como así fue.
¿Habló alguna vez en persona de este asunto con el expresidente y exministro? No. No me he cruzado con él. Me consta, por decirlo finalmente, que no le sentó muy bien. Y alguna represalia colateral pudo venir de esa dirección durante mi etapa en Bancaja.
¿Qué esconde de negocio el Terra Mítica que aún no ha salido a la luz? Al margen del fallo judicial y no se ha asumido la responsabilidad en los sobrecostes y trabajos no realizados y los pagos del accionariado de Terra Mítica, con la Generalitat, como parte importante. No se ha sustanciado las decenas de millones de euros que se han sustraído de los valencianos por trabajos no realizados o sobrevalorados.
Espero y deseo que alguna vez podamos saber la verdad y que quien se haya podido beneficiar personalmente de eso tenga que devolver necesariamente todo lo que se ha llevado. Para ello, lo que uno siempre espera es que la Justicia actúe sin limitaciones y pueda ver los bienes que tienen las personas y puedan ser embargados."
Es lamentable que la Justicia actúe con tanta lentitud y de forma tal que los principales culpables de este desaguisado -y de otros muchos- queden impunes y sin castigo. Todavía es más lamentable que el nombramiento de los Jueces del Consejo General del Poder Judicial se produzca desde los partidos políticos conforme a un reparto de cuotas de poder, lo que no garantiza una independencia de la Justicia.
Todo comienza cuando el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, confirmaba la muerte de Montesquieu. Desde ese momento, la Justicia quedaba supeditada y expuesta al constante e indecente manoseo del político de turno hasta el extremo de parecer que el malo de la película sea el que denuncia la corrupción. ¡Que se lo pregunten a nuestro paisano!
En el siglo XVII, esta forma de proceder constituyó un genero literario que se llamó picaresca. Lo que denuncia nuestro paisano Camarasa queda perfectamente plasmado en la conversión que tienen el Lazarillo y el ciego.
Este le decía que ¿cómo era posible que habiendo acordado entre los dos comernos las uvas de una en una, tu, que eres ciego, supieras que yo me las comía de tres en tres?. ¡Hay gañan!, le respondió. "Porque cuando yo me las comía de dos en dos, tu callabas". Más o menos, como ocurrió en Terra Mítica, cambiando las uvas por suculentas comisiones, al Lazarillo por el político y al ciego por la Administracion Pública.
Escuchen la canción de Sánchez Ferlosio ,"El Cuarto poder", que cantó a capella en el programa "La CLave" que dirigía José Luis Balbín, uno de los escasos periodistas que, sin figurar entre aquellos colegas que militaban en la izquierda estatal, tuvo la gallardía, profesionalidad y valentía de dirigir un espacio informativo plural para aquella época llevando a personajes como Javier Krahe, Carlos Cano o José Antonio Labordeta. La canción de Chicho Sánchez Ferlosio es una crítica al hecho real de cómo los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se sirven, uno del otro, teniendo como eje intocable a los medios de comunicación. Era toda una premonición de todo lo que se venía encima.
Amancio Prada con Chicho Sánchez Ferlosio,
acompañados por Cuco Pérez a la acordeón.
Que pasen un feliz domingo.
Todo comienza cuando el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, confirmaba la muerte de Montesquieu. Desde ese momento, la Justicia quedaba supeditada y expuesta al constante e indecente manoseo del político de turno hasta el extremo de parecer que el malo de la película sea el que denuncia la corrupción. ¡Que se lo pregunten a nuestro paisano!
En el siglo XVII, esta forma de proceder constituyó un genero literario que se llamó picaresca. Lo que denuncia nuestro paisano Camarasa queda perfectamente plasmado en la conversión que tienen el Lazarillo y el ciego.
Este le decía que ¿cómo era posible que habiendo acordado entre los dos comernos las uvas de una en una, tu, que eres ciego, supieras que yo me las comía de tres en tres?. ¡Hay gañan!, le respondió. "Porque cuando yo me las comía de dos en dos, tu callabas". Más o menos, como ocurrió en Terra Mítica, cambiando las uvas por suculentas comisiones, al Lazarillo por el político y al ciego por la Administracion Pública.
Escuchen la canción de Sánchez Ferlosio ,"El Cuarto poder", que cantó a capella en el programa "La CLave" que dirigía José Luis Balbín, uno de los escasos periodistas que, sin figurar entre aquellos colegas que militaban en la izquierda estatal, tuvo la gallardía, profesionalidad y valentía de dirigir un espacio informativo plural para aquella época llevando a personajes como Javier Krahe, Carlos Cano o José Antonio Labordeta. La canción de Chicho Sánchez Ferlosio es una crítica al hecho real de cómo los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se sirven, uno del otro, teniendo como eje intocable a los medios de comunicación. Era toda una premonición de todo lo que se venía encima.
Amancio Prada con Chicho Sánchez Ferlosio,
acompañados por Cuco Pérez a la acordeón.
Que pasen un feliz domingo.
Allí había un pinar impresionante donde no se podía construir, le metieron fuego por los cuatro costados y vía libre para construir, uno de los parque de atracciones más ruinosos de Europa.
ResponderEliminarConfirmando lo que dice nuestro anónimo, por aquellos años pasaba con relativa frecuencia al lado de aquellos terrenos con el objeto de hacer excursiones botánicas en la zona de Benisa y Moraira.
ResponderEliminarAllí efectivamente había un montecillo de características similares a la Toconera lo cual me llamaba la atención. Desgraciadamente un día observé que había ardido. Curiosamente, en posteriores visitas a Moraira observé cómo allí se iniciaba la construcción de algo que por aquel entonces no sabía. Al final supe que ese lugar era el terreno destinado a la construcción del parque "temático" de Terra Mítica, que como tantas otras construcciones no ha sido más que una excusa para engordarse los bolsillos los delincuentes de turno.
Desde entonces he conocido gente que ha tenido vínculos directos o indirectos con esa obra y lo cierto es que no he oído nada bueno.
¡Viva la malversación de fondos públicos!...
Así nos va.
De hecho el paisaje, interior o costero, está salpicado de casos similares con mayor o menor intensidad de "saqueo ambiental".
No tenemos nada más que ver las costas cómo están preñadas de edificios por doquier. Los pueblos costeros ya han perdido su identidad y ya no se sabe dónde termina uno y empieza el siguiente.
¡Ay codicia qué íntimamente unida has estado al sector de la construcción!
Efectos indirectos de la misma los tenemos en nuestro propio paisaje…
Por último no está de más recordar que la Toconera estuvo a punto de sufrir los zarpazos de esta lacra.
Visto cómo las administraciones locales pueden cambiar normas a su antojo, este bosquecillo tampoco está libre de este virus.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Para finalizar vuelvo a mis excursiones que hacía a Moraira. Desde que estuve allí por primera vez, me encantó por los rodales de Naturaleza que aún podían verse.
He dejado de ir por varios motivos, pero el más importante es que aquello lo han triturado y sepultado bajo cientos de construcciones por doquier. La última foto aérea del lugar que observé me dejo perplejo... ya pueden imaginar por qué.
Esto es todo, que ya es bastante.