Tal y como tenemos de descuidados nuestros montes.... lo de Benejama puede ocurrir aquí mañana. Siempre mejor prevenir que lamentarse.

     Estas imágenes son una pequeña muestra, en la Rambla del Paraíso, de la agobiante situación en que se encuentran los árboles de nuestro montes al no haberse mantenido, ¡ni cuidado!, desde hace tres décadas. Después de lo que esta ocurriendo en Benejama, con las altas temperaturas que tenemos y un monte tan descuidado, el riesgo de incendio en Caudete es muy grande. 

   El abandono de los pinos es una constante. La gran cantidad de ramas que le sobran supone una carga de combustible tal alta que, en caso de incendio, permite que al fuego recorra grandes superficies. El resultado para las personas, y nuestro escaso Patrimonio Forestal, en estas condiciones, es catastrófico.

   El problema se agravó tras el abandono del campo, a partir de la década de los 70,  la desaparición del ganado que mantenía el equilibrio y, sobre todo, el uso masivo de energía no renovables, petróleo sobre todo.

  Desde entonces, le hemos dado la espalda al monte ante el devastador efecto del fuego. Hasta la década de los setenta, ir al monte por leña para las casas y los hornos que había en la localidad era una actividad frecuente.

     
 Los hornos donde calentaban las piedras de yeso consumían mucha leña. Había uno en la calle Alfonso el Sabio. Cargar un carro con 500 kgs de leña y llevarla a un horno suponía un ingreso de 25 pesetas. Esto ocurría después de la Guerra. Para muchos, no había otra fuente de ingresos.

Abandonada esa actividad, nuestros montes empezaron a correr serio peligro. El incendio desnuda el suelo que después es arrastrado por la lluvia hasta que solo queda la roca del sustrato. 

     José A. Torrent decía en "El Levante" "...las acciones para luchar contra los incendios forestales se deben basar en tres pilares: la concienciación sobre la gravedad del problema, la necesidad de incrementar los medios, sobre todo en prevención y consensuar una política global que actúe sobre el origen del problema".

     Ver estos árboles totalmente abandonados ¡¡desde hace décadas!!, con sus ramas revolcándose por el suelo.. ¡da pena!. Marcelino Pérez decía que es una ironía celebrar el "día del árbol una vez al año cuando todos los días debería ser motivo de celebración" 

Las concejalías de Medio Ambiente y Agricultura tienen aquí donde actuar generando trabajo con la limpieza de nuestros escasos montes: podar y convertir en energía renovable lo que le sobra al pino a través de Planes de Empleo. 

    Le estaríamos quitando al árbol la parte que propaga el incendio. Plantar un árbol es importante. Pero, analizando la actual situación, es mucho más rentable podar, sanear, limpiar y mantener los que tenemos.

    A través de la fotosíntesis, el árbol almacena la energía solar en forma de carbono que puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal. El proceso se lleva a cabo en las hojas, que se orientan hacia la luz.

La clorofila de las hojas atrapa la luz del sol que, con el dióxido de carbono, se transforma en madera. La planta produce oxígeno que es expulsado a través de las hojas.... 

   Se nos han olvidado los enormes beneficios de un árbol que estudiamos en el Bachillerato y ahora todos los veranos asistimos a una extraordinaria pérdida de montes como el de la vecina localidad con casi 1.000 hectáreas de monte quemado. Ayer se quejaba amargo uno de Benejama: "el fuego hay que apagarlo en invierno...¡ NO ahora!.


     No cuidamos nuestro montes. Los tenemos completamente abandonados. No. No nos han enseñado en la escuela ni en el seno familiar a amar al árbol como Alberto Cortes dice en su canción "Mi árbol y yo"