Cuando se cumple el Centenario de su nacimiento, el artista José Pérezgil será distinguido, a título póstumo, por la Diputación de Alicante como "Hijo Adoptivo de la provincia". Así lo ha propuesto el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, a través de una iniciativa con la que se quiere distinguir su relevancia artística y reconocer la amplitud de su difusión.
Asencio ha alabado los méritos de este creador que “desarrolló en nuestra tierra su brillante carrera profesional, dejándonos un importante legado artístico tanto a nivel local como nacional”.
El Diputado ha recordado que a través de su obra se recogieron paisajes de diversas poblaciones como Monóvar, Orihuela, Crevillent, Dénia, Xàbia, Xaló, Elda o Villena “y vistas urbanas de Alicante, en especial de la zona del Benacantil, el barrio de Santa Cruz y el de Benalúa”. En sus cuadros, las salinas, almendros en flor y casas de pescadores “son una constante en su iconografía”.
El Diputado ha recordado que a través de su obra se recogieron paisajes de diversas poblaciones como Monóvar, Orihuela, Crevillent, Dénia, Xàbia, Xaló, Elda o Villena “y vistas urbanas de Alicante, en especial de la zona del Benacantil, el barrio de Santa Cruz y el de Benalúa”. En sus cuadros, las salinas, almendros en flor y casas de pescadores “son una constante en su iconografía”.
Nacido en Caudete, Pérezgil se trasladó a Alicante en 1925, cuando sólo tenía siete años. En la capital iniciaría años más tarde su aprendizaje en la Academia dirigida por Manuel Cantos. Tras conseguir una Beca de la propia Diputación, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Ya con premios y reconocimientos en su haber, recibió una beca del Ministerio de Educación Nacional para ampliar su formación en Francia y en Suiza, y otra de la Fundación Juan March, que le llevó a Italia en 1960. Pérezgil dirigió la Escuela Profesional de Bellas Artes de Alicante de 1949 a 1960.
Entre los reconocimientos que recibió están el haber sido nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, la San Carlos de Valencia, la San Telmo de Málaga y la Santa Isabel de Hungría de Sevilla, además de Caballero de San Antón de Orihuela.
Entre los reconocimientos que recibió están el haber sido nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, la San Carlos de Valencia, la San Telmo de Málaga y la Santa Isabel de Hungría de Sevilla, además de Caballero de San Antón de Orihuela.
También fue nombrado Hijo Adoptivo de Alicante en 1979 y miembro del Consell de Cultura de la Generalitat en 1987.
(Fuente: alicanteplaza.es)
Caudete lo nombró Hijo Ilustre de la Villa en 1978. Un dibujo suyo fue la portada del Programa de Fiestas ese año. Son originales y de un gran valor artístico las ilustraciones que acompañaba a los artículos que asiduamente publicaba en el Programa.
Era miembro de la "Academia", el benjamin del grupo, que estaba compuesta por los Campaneros, Milán, Paco Chocha, Miguelito, Alfaro, Agustin Vila, Mateo, Tecles, Jerónimo, Agulló, Antonio Bellota...Había sido nombrado Hijo Ilustre de Caudete en 1978 y en el escrito decía "me honro pertenecer a la Academia como socio de honor desde 1953".
En el Programa de Fiestas de ese mismo año puede leerse: "tenían confianza de que llegaría a ser un buen pintor. No se si saben mis paisanos que para pertenecer a la Academia había que ser ante todo un buen bebedor de vino. Ser bebedor de vino no es cosa fácil: se tiene que tener buen paladar, dar un chasquido con la lengua una vez apurado el trago del porrón y saber los grados que tiene, con su sabor de origen".
Decía "si me han nombrado Hijo Ilustre de la Villa de Caudete se lo debo a los que creyeron en la eficacia de mis pinceles, como Eladio, Bienvenido y Paco los hermanos "Campaneros", Milán, Mateo, Tecles.... todos estaban presentes en estas Fiestas llenas de color, con su Ruedo de Banderas, las Guerrillas, los Episodios, sus retretas, sus procesiones en honor a San Blas y la Virgen de Gracia y sus disparos de arcabuces, los más sonoros y fuertes que conozco del Orbe".
También valoraba las comidas que hacían los de la Academia: "gazpachos, patatas a lo pobre con longaniza, gachamiga, machacos, rollicos de aguardiente, sequillos, magdalenas, mantecaos... todo ello regado con buen vino"....
"Otro de mis recuerdos de niñez son los juegos de la estornija, las pedreas con hondas, coger nidos, la píndola, a las bolas, al caliche, a las estampas, al hoyo... La vida la hacíamos en la calle. En nuestra niñez éramos felices con muy pocas cosas. No había radio, ni televisión ni otras muchas comodidades que ahora son imprescindibles..
Entre 1924 al 1929 fue la época de grandes juegos con sus amigos de la infancia, que eran muchos: los Cortinas, los Pascual, los Teresa, los Estañ, los Revengas, los Graciá, los Martínez, los Goteras, los Peruchas, los Bañón, los Quintinas, los Pasteleros, los Pedregales, Genares, el Torero, Cabila, Gallur, Bordallo, Valiente, Basé, Pepe el Zurdo, el Rojico el Hornero....".
En el libro de Sáez Vidal puede leerse "siempre tuvo gratos recuerdos para toda aquella gente, sobre todo para Eladio, uno de los tres hermanos conocidos por el mote de Los Campaneros, sastre de profesión que trabajaba en el taller de su abuelo y al que Pérezgil admiraba por su generosidad, su consejo, su desarrollado sentido del humor y carácter extrovertido y al que consideraba su primer crítico....
….Me tomaba el pelo a gusto y cuando yo pintaba alguna cosa o dibujaba, era mi abogado defensor. Esta actitud hacia mi incipiente arte, parecía que me congratulaba y me compensaba de sus bromas constantes. Eladio fue juez de mi primer cuadro. La actitud de Eladio será en todo momento la de estimular la firme voluntad artística de Pérezgil".
Lorenzo Hernández Guardiola, de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos e Instituto Alicantino de Cultura "Juan Gil-Albert" dice en el Prólogo del libro de Sáez Vidal que Pérezgil "...fue heredero directo del paisajismo alicantino (Cabrera Cantó, Amilio Varela, Adelardo Padilla, Albaranch...) que llevó su inquieta mirada por toda la geografía española y supo universalizar su visión del paisaje, concebido en principio como un ente abstracto, disperso, al que hay que dotar de una identidad, de un nombre y de unos apellidos, particularizarlo, humanizarlo: hacerlo "Pérezgil"....
...."Ésta es, sin duda, la mejor aportación del artista a la pintura española de su tiempo. Y todo ello con coherencia y sinceridad, nunca reñida, por supuesto, con el éxito y la buena acogida que siempre ha tenido su obra"....
Caudete no lo ha olvidado: la Asociación Amigos de la Historia Caudetana y la Concejalía de Cultura están preparando el Centenario de este gran pintor que se cumple el 28 de diciembre para que no pase desapercibido. También tenemos otros pintores, totalmente abandonados y olvidados, como a Pedro Torres Cotarelo o Cosme Algarra y Hurtado, por ejemplo.
En el 2007 celebramos otro Centenario: el de la Coronación de la Virgen y se nos olvido hablar del que había regalado la Corona: D. Francisco Albalat Navajas. En este querido pueblo, como en tantos otros, como no caigas en gracia ….despídete. No hay término medio: o te suben a las nubes o te bajan al infierno.
Toda la razón
ResponderEliminarNadie es poeta en su tierra
Merecido homenaje, espero que en Caudete que tengo entendido se está preparando una exposición se preparé algún tipo de homenaje mas.
ResponderEliminarMuy merecido.
ResponderEliminarSeguro que Caudete le honrara como merece, aunque se fue muy pequeño siempre estuvo unido a su tierra.