El 5 de enero forzaban la puerta de un taller en la Avenida de Valencia. Afortunadamente, no consiguieron entrar. Donde si entraron fue en la sede que el Centro Excursionista tiene en la calle San Miguel...

    En la madrugada de la víspera del día de Reyes hubo varios sobresaltos. Uno de ellos lo vivió mi amigo Manolo cuando a eso de las ocho y media de la mañana abrió el Taller y vio que la puerta del almacén de al lado la habían forzado. Afortunadamente no les dio tiempo a acceder al local. Tuvo suerte.

Eso sí. Lo vi como aumentaba la seguridad reforzando la puerta con una cerradura nueva y dándole un cordón de soldadura a la existente ya que a punto estuvieron de romperla y darle "los Reyes".

 

    El otro sobresalto se lo llevaron los socios del Centro Excursionista Caudete que tienen la sede en la Calle San Miguel, cerca de la Ermita de Santa Ana. No es la primera vez que les entran a robar, me han dicho. Uno de los socios del Club detectaba, en la mañana del día 5, que habían entrado al encontrarse la puerta abierta y la cerradura destrozada.

 

También encontraron una pata de cabra al lado de otra puerta que habían forzado pero que no consiguieron abrir. En esta ocasión les han sustraído un equipo de música y les dejan patas arriba el local buscando algo de valor además de los desperfectos causados en las puertas.

 

   El secretario de esta Asociación manifestaba que este acto delictivo les causa un grave perjuicio económico debido a los escasos recursos con los que cuentan. También me comentaba que, nada más detectar los destrozos, procedieron a llamar a la Guardia Civil "comunicándonos que, por falta de efectivos, no había ninguna patrulla disponible"....

En el tema de la seguridad ciudadana no mejoramos. En este blog no denuncio ni la tercera parte de los robos que se producen en nuestro querido pueblo por la sencilla razón de que no se informa de lo que realmente ocurre.

    Tengo claro que dándolos a conocer, a quienes corresponda, se verán en la obligación de adoptar los medios necesarios para erradicar la situación de inseguridad que venimos padeciendo como consecuencia, y esto es lo más lamentable, de un sistema jurídico inoperante que, en nuestro caso, produce impotencia cuando te dicen "como son menores de edad, no se puede hacer nada".

     Admiro al Magistrado del Juzgado de Menores Nº 1 de Granada, Emilio Calatayud Pérez, por el método que emplea en la reinserción de los jóvenes que delinquen. Recientemente ha condenado a unos chavales de 16 y 17 años, que en un pueblo cerca de Granada habían robado 5 gallos y un jilguero, a "aprender a leer y a escribir" al darse cuenta que no estaban escolarizados y que apenas si sabían leer. "No son delincuentes. Lo único que les puede salvar es la cultura", decía Calatayud.

Tras el interrogatorio, el Juez, que se percató del bajo nivel educativo, les hizo leer el artículo 155 del Código Civil: "Los hijos deben obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre. Los hijos deben contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella"....

     ¡Ninguno de los dos superó la prueba!. Ambos se trabaron repetidas veces y no comprendían lo que estaban leyendo. Como consecuencia, Calatayud les ha condenado a aprender a leer y a escribir. Este Juez se merece que una calle de Caudete lleve su nombre para recordarnos que en este mundo hay personas que, en el ejercicio de su profesión, aplican la lógica y el sentido común. Un Juez así nos hace falta en Almansa. No digan..."que no se puede hacer nada".