Con motivo del 97 cumpleaños de D. Antonio Pascual de Teresa, el pasado 17 de junio, les voy a transcribir un artículo que publicó el diario "La Verdad" de Albacete hace 5 años. Todos los domingos, a las 9:30 horas, va D. Antonio a las Monjas Encerradas a realizar Misa, asiste a todos los actos litúrgicos que se celebran en Santa Catalina y los domingos les lleva la comunión a los enfermos a su casa. Entre semana, todos los dias le da unas cuantas vueltas a la Plaza de la Iglesia leyendo un libro que se lo debe saber de memoria. Y no les digo la memoria que tiene. Es, sin lugar a dudas, el cura en activo de más edad de toda España.
De D. Antonio, "La Verdad" de Albacete decía lo siguiente:
"....Antonio Pascual de Teresa, con 92 años, sigue oficiando misa en Caudete. Es el sacerdote en activo más viejo de la provincia, un ejemplo y un síntoma de una tendencia que preocupa. El Seminario de Albacete cerró hace diez años por falta de vocaciones y, en la actualidad, hay 144 sacerdotes para 193 parroquias, dos tercios de ellos mayores de sesenta años.
Hay que recordar que un sacerdote cobra 789,05 euros brutos al mes, con 14 pagas. Como cotizante, al llegar a los 65 años -en breve a los 67- empieza la jubilación civil y, aunque siga ejerciendo, pasa a cobrar una mínima pensión. Al final, la Iglesia se está convirtiendo en un reflejo de la sociedad porque tiene más pensionistas que cotizantes. Así, el cura más joven es Fernando Munera, de 28 años, que está en San Pedro, pero se trata de la excepción. Para rejuvenecer la 'plantilla', la Diócesis, como la provincia, ha abierto las puertas a la inmigración. En estos momentos, Albacete cuenta con cuatro sacerdotes colombianos, un argentino y un boliviano.
De D. Antonio, "La Verdad" de Albacete decía lo siguiente:
"....Antonio Pascual de Teresa, con 92 años, sigue oficiando misa en Caudete. Es el sacerdote en activo más viejo de la provincia, un ejemplo y un síntoma de una tendencia que preocupa. El Seminario de Albacete cerró hace diez años por falta de vocaciones y, en la actualidad, hay 144 sacerdotes para 193 parroquias, dos tercios de ellos mayores de sesenta años.
Hay que recordar que un sacerdote cobra 789,05 euros brutos al mes, con 14 pagas. Como cotizante, al llegar a los 65 años -en breve a los 67- empieza la jubilación civil y, aunque siga ejerciendo, pasa a cobrar una mínima pensión. Al final, la Iglesia se está convirtiendo en un reflejo de la sociedad porque tiene más pensionistas que cotizantes. Así, el cura más joven es Fernando Munera, de 28 años, que está en San Pedro, pero se trata de la excepción. Para rejuvenecer la 'plantilla', la Diócesis, como la provincia, ha abierto las puertas a la inmigración. En estos momentos, Albacete cuenta con cuatro sacerdotes colombianos, un argentino y un boliviano.
Cambian las nacionalidades y las
generaciones. Antonio Pascual de Teresa cantó misa en el año 1944. Este
periódico habló con él por teléfono, pero a través de su hermana, porque,
aunque se mantiene ágil y cabal, el oído no lo tiene para conversaciones
telefónicas.
El sacerdote se formó en el Seminario de Orihuela, cuando la
Diócesis de Albacete no existía como tal porque los albaceteños eran murcianos.
Después de ordenarse, pasó a Granja de Rocamora (Valencia), pero en ese momento
lo llamaron para hacer la mili y acabó en Ceuta, desde donde pasó al Hospital
Militar de Alicante. Estuvo también en Monóvar y Caudete y acabó finalmente en
Bonete, donde pasó 26 años.
Al sufrir un infarto, sus hermanas pidieron traérselo a Caudete y aquí sigue desde hace 32 años,oficiando misa a diario y dando la comunión a los enfermos. Aseguraba su hermana Josefina que, para él, «se es sacerdote mientras vivas».
El padre de Antonio tenía cinco hermanos más, pero ahora sólo quedan Josefina y él. Su padre, asesinado en Villena el 24 de agosto de 1936, está dentro de los mártires de la Guerra Civil. Cuenta la Diócesis de Albacete, en su página web, que «un día de julio de 1936 se presentaron los milicianos en casa de Joaquín Pascual y lo encerraron en la cárcel, en el sindicato católico.
Al sufrir un infarto, sus hermanas pidieron traérselo a Caudete y aquí sigue desde hace 32 años,oficiando misa a diario y dando la comunión a los enfermos. Aseguraba su hermana Josefina que, para él, «se es sacerdote mientras vivas».
El padre de Antonio tenía cinco hermanos más, pero ahora sólo quedan Josefina y él. Su padre, asesinado en Villena el 24 de agosto de 1936, está dentro de los mártires de la Guerra Civil. Cuenta la Diócesis de Albacete, en su página web, que «un día de julio de 1936 se presentaron los milicianos en casa de Joaquín Pascual y lo encerraron en la cárcel, en el sindicato católico.
El 24 de agosto, junto a otras
nueve personas, entre las que estaba el sacerdote Joaquín Carpena Agulló, fue
fusilado. El lugar se denominaba los Alhorines, en el término de Villena (Alicante).
Cuando descargaron sobre ellos los disparos, Joaquín estaba abrazado al
sacerdote, lo que hizo que este sólo quedara herido, al hacerle el cuerpo de
Joaquín de escudo. Posteriormente alguien recogió al sacerdote y lo llevó al
hospital de Villena, donde fue envenenado. Joaquín tenía 56 años.
Al padre Antonio Pascual parece que no le pesan los años. A las siete de la mañana ya está en pie. Lo primero que
hace es rezar y su primera salida de casa tiene lugar a media mañana, cuando se
va hasta la plaza para oficiar misa de doce en Santa Catalina. Mantiene la
sotana, algo excepcional entre las nuevas generaciones. No conduce porque,
según confesaba su hermana, que le hace las veces de chófer, «el coche no era
lo suyo». No lleva móvil ni tiene intención, a estas alturas de su vida, de
acercarse a las nuevas tecnologías. Hoy vive donde nació, en la casa de la
Iglesia número 5"
"La Verdad" de Albacete
"La Verdad" de Albacete
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