Pero... ¡cómo no va a haber paro si una máquina recoge la misma uva que hace unos años se necesitaban cientos de vendimiadores!. Por cierto: la máquina es un invento francés.

     Dice una estrofa de la canción "Volver en vino" el grupo musical yeclano "Vino tinto" que "...si el vino viene, viene la vida". Recuerdo cuando hace poco más de una década, por estas fechas, llegaba la época de la vendimia. Todo el pueblo andaba revolucionado para coger la uva de las viñas y llevarla a la Cooperativa. 

 Cuadrillas de vendimiadores, capazos, tijeras, carros -más tarde tractores-....La cola para verter la uva en las tolvas llegaban desde la Bodega hasta la carretera de Villena. Con anterioridad, muchos paisanos nuestros se iban a Francia a la vendimia nada más terminar las Fiestas. 

    Todo eso es ya es historia. La cosa ha cambiado y mucho. Unas máquinas hacen la faena de cientos de vendimiadores de forma mucho más aséptica, más rápida y, sobre todo, en mejores condiciones sanitarias para la uva.

    Pedro "el Peluco" tiene en marcha varias máquinas para vendimiar. El sábado estuve viendo como trabajaban en la parcela que Jaime Ferri tiene al lado de La Encina. La viña tiene una superficie de siete hectáreas y en poco más de cuatro horas dos máquinas y dos cubas vendimiaron 40.000 kgs de uva tempranillo también conocida como cencibel cuyo cultivo comenzó con el asentamiento fenicio hace 25 siglos en las provincias del sur de la Península. Ya ha llovido desde entonces.

Las máquinas, cuya velocidad depende del grado de madurez de la uva, extraen el gano del racimo a través de un sencillo sistema de barras vibradoras y con unas potentes aspiradoras la depositan en dos tolvas de 1.000 litros cada una. Una vez están llenas la uva se vierte en cubas de 12,00 m3 de capacidad. 

      En el proceso de llenado de cada una de las cubas y traslado a la Cooperativa se invierte poco más de una hora por lo que la uva llega al lagar en buenas condiciones. Cuatro personas realizaron el trabajo para el que antes se necesitaban casi un centenar de vendimiadores. Empezaron a las seis de la mañana y a las diez habían terminado....¡Si nuestros abuelos levantaran la cabeza!

    Lo que más me duele es que las máquinas son un invento francés que vienen utilizando este sistema cerca de cuarenta años. A Caudete llegaron hace 20, después de transformar las viñas en hileras -espalderas- separadas tres metros y una distancia entre cepas de un metro. 

   Casi la totalidad de las viñas se han ido transformando en hileras para que la uva pueda recogerse mecánicamente. Quedan muy pocas -menos del 20 %- que se vendimian de forma tradicional. Los olivos también se plantan ya todos con este sistema para que la misma máquina recoja la cosecha de aceituna.

  ¡Cómo queremos que no haya paro! con estos adelantos. Al no haber apedreado, como el año pasado, la cosecha se presenta mejor tanto en calidad como en cantidad. Ya se ha cogido más de la mitad de la uva y tienen previsto finalizar la vendimia a primeros de octubre.

      Llegado ese momento les daré datos de como ha transcurrido la cosecha, calidad, grados, precio.... Como anécdota les diré que mientras se iniciaba el desfile de La Enhorabuena en la Cooperativa estaban entrando 140.000 kgs de uva. Las cosas han cambiado mucho y para bien.

   Ahora tenemos cientos de bebidas a nuestra disposición. Pero, hace menos de un siglo, el vino era de las pocas que en una casa se disponía. En muchas había pequeñas bodegas bajo tierra para almacenarlo porque el vino, como dice el grupo musical "Vino tinto" .... era fuente de vida. Se usaba también como medicamento y como alimento. Recuerdo cuando mi madre me daba para merendar pan con vino y azucar. ¡Un verdadero manjar!, hoy prohibido para los niños.

Dice este grupo musical que "...la vida es un vino amargo, dulce en jarra compartida, pero aquel que nada pa dentro se ahoga solito en la vida".

Canción que habla del vino, del grupo musical yeclano "Vino tinto"

que Pepe Ruiz puso en marcha en 1972.

Como queda el racimo después de pasar la máquina.