No hay otra fiesta que en tan poco tiempo haya conseguido reunir a tanta gente como la que organizan "Los del palo" rescatando una curiosa e interesante tradición caudetana que tenía lugar hace muchos años y que servía para anunciar a las personas que vivían y trabajaban en el campo de la cercanía de las Fiestas subiéndolo un poco cada día hasta alcanzar la totalidad de su altura el día 4. La altura del palo servía de calendario.
Que esta tradición se perdiera tiene su sentido ya que el campo se fue quedando despoblado y hoy tenemos innumerables medios a nuestro alcance para saber por donde y como van los tiros. Hace setenta años NO. Es una tradición que nos recuerda el modo de vida -laboriosa y sencilla- de nuestros abuelos, totalmente distinta a la actual.
Siempre me ha preocupado mi pueblo por carecer de término medio. Espero que no se cumplan mis temores y que esta fiesta siga celebrándose mucho tiempo con la solemnidad y participación de tanta gente como viene ocurriendo. El éxito llega si trabajas y esta asociación lo hace, no dejando nada a la improvisación.
Empezaron hace 7 años a juntarse en la Plaza el día 4 unos cuantos amantes de esta tradición -ya lo hacían con Eduardo Izquierdo hace un par de décadas- y ahora se les queda pequeña con la Fiesta que organizan que da comienzo con una cena de sobaquillo.
Incluso tienen ya un pasodoble compuesto por Salvador Ángel Díaz que fue interpretado por primera vez antes de anoche por la Asociación Amigos de la Música. Tras interpretar el pasodoble, los del palo mostraron su gratitud al músico y compositor.
Mientras los del palo realizaban un pasacalles, el Alcalde aprovecho la concentración para inaugurar la puesta en marcha del reloj de la torre con el sonido de las doce campanadas después de haber estado en silencio varios años.
Ahora no hará falta darle cuerda todos los días al haberle incorporado un dispositivo electrónico. Pero, el momento más esperado era la ignición de la traca que sube desde la fuente hasta lo alto de la torre y dispara un castillo de fuegos artificiales. Con la subida del palo y la bandera nacional terminaba una tradición que nuestros antepasados iniciaban todos los 15 de agosto.
Hasta las cinco de la madrugada estuvo el personal bailando con el magnífico grupo musical almanseño "MariHachis Blues Banb". La única pega era que le sobraban algunos watios de potencia para la dimensión de la plaza.
Y como la gente por estas fechas derrocha ingenio y originalidad, había un grupo de chicas de la escuadra de La Antigua "Tercias de D. Félix" que en la camisa anunciaban la celebración del hermanamiento con las "Deitanas Salvajes", de la Comparsa de los Guerreros. Un hermanamiento ¡pero que muy original!
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