La plaga de conejos, que desde hace cuatro años venimos sufriendo por sus estragos en la agricultura, cada vez se acercan más al pueblo. Amenazan ya con entrar a nuestras despensas y comerse todo lo que encuentren.
Se han comido siembras, la base de los olivos, el pvc de las tuberías de riego por goteo y desde primeros de septiembre han empezado con la corteza de los chopos del parque que hay en la rambla el Molino, que es la más tierna de los árboles que hay plantados. Cuando hace 12 años se realizó el Polígono Industrial Los Villares, la zona verde que obliga la Ley del Suelo a dejar a la hora de urbanizar se ubicó en esta rambla, conocida como la del Molino.
Para poder sacar adelante las cosechas de hortalizas, los agricultores han tenido que recurrir a colocar vallas perimetrales en todos los bancales con una altura de 60 cms para impedir que el conejo entre y se lo coma todo (ver foto más abajo).
Un vecino, que suele pasear por el camino paralelo a este Parque que arranca desde el Puente el Molino en dirección a la Depuradora, vísperas de Fiestas se dio cuenta del destrozo. El día 5 me llamó alarmado para ver qué se podía hacer. Le facilité el teléfono del concejal de Medio Ambiente, Moisés López.
Me volvió a llamar y me dijo que el concejal se había interesado y que lo había atendido bien. Este vecino cogió por su cuenta sacos de plástico y los ató con cuerdas a la base de los chopos que todavía los conejos no se habían comido la corteza. Si observan la foto de abajo, el conejo se lleva la corteza hasta una altura de 40 cms en todo el perímetro del árbol.
Estos chopos se secarán ya que es por la corteza por donde el árbol se nutre de las raíces que se hunden en el suelo. Han pasado las Fiestas y he coincidido con este vecino en el parque al ir a hacer fotos. Me ha dicho que prefiere que no de su nombre.
En agosto hubo una reunión a la que asistieron más de ochenta agricultores y el Alcalde. Se acordó constituir una Plataforma de Afectados por la plaga de conejos con el fin de realizar una mejor defensa frente a la Administración de Agricultura.
Más tarde volvieron a reunirse. No sé que se acordó en ella. Lo que pretendo con esta crónica es que los servicios municipales de Medio Ambiente y Moisés López tomen cartas en el asunto y protejan los árboles que todavía quedan sin morder por estos roedores.
Cuesta muchos años criar un árbol para que en una noche se coman la corteza hasta donde el conejo llega. Sin esta corteza, el árbol esta sentenciado a secarse. Vamos a ver si esta nota sirve para algo.
Quiero destacar la actitud de este ciudadano que recogió sacos de plástico y los ató a la base del tronco para protegerlos. Si este proceder fuera más frecuente ....otro gallo nos cantaría. Este es un ecologista de los prácticos, de los de actuar, vamos. A ver si el resto también reaccionan. Animo.
Por el color de las hojas, este platanero ya ha empezado a secarse.
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