Iglesia de "San Luis de Tolosa" en Baler donde estuvo resistiendo nuestro
paisano D. José Olivares Conejero junto al resto de la última guarnición
española en Filipinas.
Como ya les di a conocer a finales de agosto, Manuel Albertos Calero, más conocido por "el Plancha", estuvo los primeros días de septiembre en Manila para encontrarse con una chica filipina que había conocido por Internet. Yo lo animé a que fuera a Baler donde estuvo nuestro paisado José Olivares Conejero resistiéndo, junto a sus compañeros, un asedio de 338 días. Le pillaba un poco lejos, pero le pudo la curiosidad y el interés por conocer el pueblo donde el Cabo Olivares defendió el último territorio de lo que había sido un vasto Imperio iniciado por Carlos I a principios del siglo XVI tras el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
Debido a Monarcas más entregados a "la caza y al ocio" que al gobierno de la Nación -gobierno que dejaban en manos de validos preocupados por engordar su patrimonio personal como el Duque de Lerma, el Conde Duque Olivares o Manuel Godoy, el último de ellos- y al mantenimiento de costosas, absurdas, largas e ineficaces guerras religiosas contra los "protestantes" -Flandes- o contra el "infiel" -Lepanto- aquel Imperio finalizó más o menos como dicen por aquí: "como el rosario de la aurora" conocido históricamente por el "Desastre del 98" donde perdimos las últimas colonias o territorios de ultramar como Cuba, Puerto Rico, Filipinas, islas Marianas, Carolinas, Guam y Palaos, las islas más bellas del Pacífico.
Resulta curioso que en Baler le presten tanta atención e interés a la gesta de unos españoles que lucharon por defender un territorio que ya no era español. Uno de aquellos protagonistas fue D. José Olivares Conejero. Manuel Albertos ha podido comprobar que la memoria histórica la tienen en Baler mucho más presente que la tenemos en Caudete, cuando debería ser al revés.
No es que la historia nos haya tratado mal. Pero, no darle la importancia que tiene este relevante y valiente hecho histórico-militar -como el de Olivares y sus compañeros en Baler o como el del vasco Blas de Lezo Olavarrieta en Cartagena de Indias- es condenar a las generaciones siguientes a la posibilidad de sentirse orgullosos de unos personajes capaces de dar su vida en defensa de lo que se les había encomendado. Menos mal que la alcaldesa Elisa Pagán Moran le encargó a un cantero una placa de mármol a la memoria de nuestro paisano.
A estos señores, la historia les llama héroes. Aquí...casi lo hemos olvidado mientras que en Baler le dedican un Museo. ¿Se imaginan si hubiera ocurrido al revés: que un grupo de soldados oriundos de Baler hubieran estado defendiendo la Ermita de Santa Ana? Mucho más triste que perder un Imperio es perder la memoria y la capacidad de celebrar a quienes, con pocos medios y sin posibilidades de éxito, lucharon hasta el final a capa y espada en un desprecio absoluto a la muerte.
Allá donde se encuentre Olivares seguro estoy que se habrá sentido halagado al saber que otro paisano suyo se ha interesado por lo que él protagonizó en la otra parte del mundo y que fue llevado al cine como "Los últimos de Filipinas". El primero fue el marino, militar y navegante portugués Fernando de Magallanes que, además de descubir Filipinas, demostró en 1521 que la tierra era redonda.
Francisco Díaz Martínez.
Tras lo expuesto, tengo que decirles que el Cabo José Olivares Conejero ya no es el último de Filipinas. Ahora lo es Manuel Albertos Calero "el Plancha", al que le honra haberle dedicado unas horas a quitarle el polvo a una gesta ocurrida hace 117 años, tan poco común con nuestra forma de ser. Antes que Manuel, otro caudetano, Francisco Díaz Martínez, tambien estuvo unos días en Manila, en 1972, como alumno del Buque-Escuela de la Armada "Juan Sebastián Elcano" en una de sus muchas escalas que realizó en su vuelta al mundo. Díaz se jubiló hace unos años como Capitán de Navio. Arriba lo vemos saludando a la madre del Rey Felipe VI
Siempre me ha recordado la historia de Olivares la del espartano Leónidas en el desfiladero de las Termópilas hace 25 siglos en la defensa de Grecia frente a los persas. Los héroes ...¡nunca mueren!
El Cabo José Olivares Conejero, uno de los héroes de Baler (Filipinas)
José Olivares en la procesión del "Corpus Cristi" en Caudete
Película que se proyectó en el Cine Calderon de Caudete
a la que invitaron a ver a José Olivares. No le advirtieron bien que
lo que iba a presenciar era la película de unos hechos
y bueno....volvió a ser el protagonista al decir que no, "que no había
ocurrido tal y como se veía en la pantalla". No cabe duda de que Olivares
conocía mucho mejor la historia que le habían contado
a Antonio Román, Director de la película.
Paisaje que se aprecia desde el autobús desde Manila a Baler.
Paisajes que se ven desde Manila a Baler, situada a 290 Km
y seis horas de autobus a través de estrechas carreteras que atravisan
la jungla. Valles y montañas verdes debido a las altas precipitaciones.
Placa conmemorativa que narra la historia del asedio de Baler.
Interior de la Iglesia donde estuvo resistiendo
el Cabo D. José Olivares durante 338 días.
el Cabo D. José Olivares durante 338 días.
Pila bautismal en el interior de la Iglesia. Aqui estuvo D. José Bono,
siendo Ministro de Defensa, conmemorando el centenario
de la pérdida de Filipinas.
siendo Ministro de Defensa, conmemorando el centenario
de la pérdida de Filipinas.
Manuel Albertos Calero con su novia Jeralyn, natural de Filipinas.
Fotos en la Oficina de Información
mostrando "el antes y el después de Baler".
Placa conmemorativa de la Guerra entre filipinos y norteamericanos.
Certificado que el Alcalde de Baler le dió "al Plancha" como
justificación de la visita a la ciudad.
Interior del Ayuntamiento de Baler.
Manuel, preparado para entrar en el Museo de Baler.
Fachada del Museo.
Cartel en el interior del Museo
Manuel al lado del cuadro del primer Presidente de Filipinas
Manuel Luis Quezon nacido en Baler.
Una de las botellas de Brandy Gonzalez Byass intercambiada
con los insurgentes durante el asedio.
Cartel de la película española "Los Últimos de Filipinas"
Bahía de Baler.
Una de las playas de Baler, donde se rodó la película
norteamericana "Apocalypsis Now"
Puente colgante en Baler. Por aquí remontaron el rio los americanos
para rescatar a los españoles durante el asedio.
para rescatar a los españoles durante el asedio.
No llegaron a conseguirlo por el ataque que sufrieron de los insurgentes.
Restaurante español en Manila.
Botella de vino española "Sangre de toro" ofrecida
en el Restaurante.
Interior del Restaurante "Alba"
Intramuros, residencia de la clase pudiente española en Manila.
Manuel y Jeralyn en la puerta de la Iglesia de San Agustin, en Manila.
Es el único vestigio español que quedó en pié tras el bombardeo
de los americanos en la Segunda Guerra Mundial.
de los americanos en la Segunda Guerra Mundial.
Interior de la Iglesia de San Agustin.
Claustro del convento de San Agustin, anexo a la Iglesia.
Cuadro del interior del Convento, del siglo XVI, que refleja
la llegada de los españoles a Filipinas.
la llegada de los españoles a Filipinas.
Jeralyn bajo la campana del año 1818.
Cuadro de los primeros misioneros en Filipinas.
En los jardines de San Diego, situados en Intramuros,
la zona residencial donde vivián los españoles.
la zona residencial donde vivián los españoles.
Cañón español en el Fuerte Santiago.
Cerveza que goza de mucho prestigio ya que la primera fábrica de
"San Miguel" se levantó en Manila, en el barrio del mismo nombre.
Vista de Manila desde Intramuros.
Baluarte de San Miguel en Fuerte Santiago (Manila)
Entrada al Fuerte Santiago.
Centro comercial "Robinson" en Manila, con marcas españolas.
Una de las muchas Notarías que existen en Manila en plena calle.
Convento de San Agustín en Intramuros,
antigua residencia de los españoles en Manila
Baluarte de San Diego en Intramuros. Nuestro paisano, acompañado
de un guardia con vestimenta, llamado "rayadillo",
que usaban en época colonial española.
Interior del Convento de San Agustin.
Claustro del Convento de San Agustín.
Jardines de Intramuros.
Puesto de pescado en el Mercado de Dampa.
Pescado típico filipino llamado "lapu lapu".
Marcas de bebidas españolas muy presentes en Filipinas.
Otras marcas de bebidas españolas.
Entrada a Fuerte Santiago con los símbolos de España
y los de San Jorge arriba.
y los de San Jorge arriba.
Escudo de España en el interior del Fuerte de Santiago.
Baluarte de Santa Bárbara.
Guardia con vestimenta colonial española
Enjambre usual de cables electricos en una de las calles de Manila.
Vista de una de las principales Avenidas de Manila.
Puesto callejero de venta de frutas en una calle de Manila.
Almejas gigantes típicas de Filipinas.
Brandy Gran Matador elaborado por "San Miguel" en Filipinas.
El Plancha haciendo amigos en Filipinas.
Muestra de la devoción de los filipinos en una Iglesia católica
Bonito reportaje Manuel Calero. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarTodo un placer.El mérito es compartido con mi amigo Chimo Medina, que es el autor del reportaje y dueño del blog.Yo, solamente he aportado las fotografías.
ResponderEliminarMuy interesante. Felicidades por traer al presente tantas historias olvidadas de nuestro pasdado.
ResponderEliminarMuy bonito reportaje. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUna pequeña corrección: la figura a caballo esculpida en la puerta del fuerte de Santiago no es San Jorge sino, como el propio nombre del fuerte dice, Santiago. Fíjate que luce la cruz de la orden de Santiago en el escudo. Eso y que es un icono típico escultórico español.