Se había aplazado el desfile de La Entrada para el día 10 por culpa de la lluvia. Quedarse toda la tarde soplando en la "guarida" era una de las posibles opciones. Moros y Tarik...como que no estaban por la labor. Les tengo dicho que el móvil es uno de los mejores inventos que sirve, entre otras muchas opciones, para movilizar al personal a favor de cualquier causa.
Rápidamente se puso de acuerdo el bando moro diseñando salir a la calle a realizar una Entrada fuera de programa. "No sea que llueva el día 10 y no podamos salir a desfilar"..."lo que va delante, va delante" fueron los principales argumentos que desfilaron por el watsapp de muchos escuadristas que decidieron salir a desfilar como mejor opción para romper la monotomía de una tarde otoñal, impropia de este tiempo.
Era pues, sin duda, la mejor forma de plantarle cara a una climatología adversa. Distendido, informal, improvisado, sin protocolo y, sobre todo, sin cortes, el desfile resultó muy ameno y divertido. El festero quería marcha. Ha descolgado el traje. Se ha pintado la cara y se ha tirado a la calle. ¡Lo estaban deseando! Ustedes ya saben que, lo improvisado, tiene su encanto. De paso, nos hicieron pasar un buen rato. Estoy acabando esta nota y por la calle Mayor esta pasando una Banda acompañando al farol al ritmo del pasodoble de Genaro Monreal "Campanera" para la Retreta. Créanme: ¡sin música no hay fiesta!. Les dejo escuchando el pasoble con una pequeña relación gráfica de lo que pasó por delante de mi casa.
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