Del peligro de los excrementos en la vía pública. Después de tres meses en vigor la Ordenanza, no me consta que se haya tramitado "ninguna denuncia por emisión de excrementos en la vía pública".

          Estas cuatro fotografías estan tomadas la pasada semana. No quiero ni pensar lo que ocurrirá en la periferia si esto ocurre en el centro del pueblo. Como puede verse, en la Plaza de la Iglesia, en calle Virgen de Gracia, San Joaquin o Santa Ana... ¡los perros campan a sus anchas! Aprobamos, hace medio año, modificar la Ordenanza sobre Animales Domésticos y su Tenencia. Esta Ordenanza considera como falta leve "...la emisión de excrementos en vía pública o cualquier otra actividad que ensucie las vías y espacios públicos y no sean recogidas por sus propietarios o portadores". Las faltas leves, reza la Ordenanza, "se sancionaran con una multa de hasta 700 €"

     Expuse en el debate, previo a su aprobación, que en estos momentos de crisis, hasta 700 € era una cantidad excesiva y desproporcionada. Propuse que multar a los infractores con 100 € sería mucho más efectivo. Si a un vecino le cuesta 100 € que su perrito ensucie la calle, llevará más cuidado en adelante, si es que realmente paga la multa. Si le llega una propuesta de sanción de 350 € pondrá el grito en el cielo y, lo más seguro, que no la pague. La Ordenanza se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia nº 74, de fecha 29 de junio. A fecha de hoy, tras casi 100 días de vigencia de la susodicha Ordenanza, no me consta que se haya tramitado ninguna denuncia por emisión de excrementos a vía pública. Y haberlos los hay ....como puede apreciarse. 

     Posiblemente estos excrementos sean de perros que andan sueltos. La Ordenanza dice perfectamente como actuar en estos casos. No creo que un vecino saque a su perro un domingo por la mañana a que cague en medio de una Plaza. Me consta que hay gente que pasa de todo y tambien que se sabe quienes son los dueños de estos perros que andan sueltos. Ahora nos encontramos con la siguiente situación: una Ordenanza en vigor, excrementos en medio de la vía pública y ninguna denuncia cursada todavía ante tan incívica conducta.

     Una persona despistada que pise uno de estos excrementos puede romperse una pierna. En ese caso, el Ayuntamiento no podrá mirar para otra parte. Y...¿qué me dicen ustedes del efecto que produce? Me consta que hay paisanos que sacan a la mascota con la bolsa de plástico en el bolsillo. La Ordenanza, ¡que la demandaba la ciudadanía!, se modificó para cumplirla, claro. Vamos adelante con ella y sin miedo. Y el que consienta que su perro ensucie las calles, con lo que cuesta limpiarlas, que pague.