Tras la tempestad llega la calma...y la hora de hacer balance de los daños al comercio, bares e industria tras el corte de energía. El barrio de San Francisco, más de 20 horas sin luz. Del hundimiento de una nave...

¡Ya esta lo que era!. Los medios de comunicación nos lo habían anunciado hasta la saciedad: que iba a nevar y que vendría acompañada de un frío siberiano. El frío ha sido llevadero, y la nieve casi también. Porque la nieve siempre es bienvenida... si cae con moderación, claro. Como todas las cosas en esta vida. Quien no estará contento es el propietario de la nave que se le  ha venido abajo en la calle Cánovas del Castillo por el peso de la nieve. 

    Tampoco estarán contentos los comercios, bares y empresas por el perjuicio que les ha supuesto que ayer tuvieran que cerrar las puertas por falta de energía eléctrica. En el barrio de San Francisco todavía es más grave: a las 13:00 horas todavía no tenían luz en la mayoría de las casas. En el "Luchy Bar", situado frente a la Plaza de Toros Las Arenas, a esa hora estaban con velas. Tras 20 horas sin luz, pueden ustedes imaginarse como estaba el personal.

       Supongo que desde el Ayuntamiento se darán instrucciones para reclamar, en tiempo y forma, a Hidroeléctrica los daños ocasionados que  estimo, entre jornales perdidos y productos congelados que no se hayan podido aprovechar, en más de 100.000 €.

   Es de suponer que la Federación de Comercio y la Asociación de Comerciantes, en colaboración con las Concejalias afectadas, estarán ya haciendo un balance y viendo como encauzar estas reclamaciones, ya que son muchos los afectados. 

No cabe duda que si este corte se hubiera producido el día 5 de septiembre, las reacciones hubieran sido inmediatas: no se hubieran hecho esperar. Sin  luz, sin internet, sin podernos comunicar, sin gas al no tener luz, la tarde de ayer la pasamos como cuenta Ken Follet en uno de los capítulos del libro "Los Pilares de la Tierra": con velas y mantas.

  Esto nos debe hacer reflexionar que la tecnología que nos han puesto a nuestro alcance, nada barata por cierto, se va al carajo cuando mea un pájaro o caen cuatro copos. Por otra parte está la falta de efectividad y coordinación entre las distintas Autonomías cuando el problema trasciende a varias de ellas, como el caso de ayer. 

Desde Caudete hasta el término con Yecla habían pasado los maquinas quitanienes, pero una vez allí ...¡ya no se podía seguir!.... porque las de la Comunidad de Murcia no habían actuado.

  Desde Villena a Caudete... tres cuartos de lo mismo: un taxista trajo a un viajero desde la estación del AVE. Mientras que en Villena sí habian pasado quitando la nieve, en el termino de Caudete no. El taxista quería volverse. Menos mal que mi amigo lo convenció y, poco a poco, consiguió llegar a Caudete.... Diez y siete Autonomías y diez y siete protocolos distintos acabaran arruinando a España. O a este país, si así lo prefieren. 

Los que sí tienen motivos para estar contentos son los agricultores ya que la nieve y el agua de esta mañana le han venido muy bien al campo. Nunca llueve a gusto de todos. Esta... ¡ya la hemos pasado!. Vamos a la siguiente.