Nada más pasar el Collado en dirección a Olula y enfrente de la Cueva Santa, en el término de Almansa y a escasos metros del de Caudete, puede verse una construcción rural de las pocas que quedan en pie. Desde lejos parece un montón de piedras (majano). Una vez te acercas descubres un refugio de planta elíptica con paredes de piedra de casi un metro de espesor en su base sin ningún tipo de argamasa al que se accede por una puerta estrecha y que no tiene techo.
Esta orientado al sur con un solo hueco de entrada rematado con dos losas inclinadas a modo de dintel. La cubierta solía resolverse a base de losas planas en hiladas y en voladizo lo que se conoce como falsa bóveda contrarrestada con muros de mucho espesor.
"Bombo" o "cuco" es el nombre que recibe este tipo de construcción rural tradicional concebida especialmente para dar cobijo a pastores y agricultores, junto con sus animales de labor y sus aperos de labranza (utensilios) en los más grandes.
Bombo es la denominación habitual en la localidad de Tomelloso (Ciudad Real). Es frecuente verlos en Almansa, Socuéllamos, El Provencio, Alatoz, Casas Ibáñez, Casas de Juan Núñez, Cenizate, Mahora, Minaya, Pozo Lorente, La Roda, Valdeganga, Villarrobledo y Villavaliente.
Es evidente que esta construcción nos habla con su presencia de una cultura propia. De un largo periodo de arquitectura rural que alcanza su máxima perfección en las construcciones de piedra seca (en rama) que nos dejaron los agricultores en sus campos tras recoger y amontonar las piedras en los lindes lo que les permitía mejorar la labra y, en última instancia, la cosecha.
Su interior tiene un diámetro de tres metros con un hueco que conectaba con la chimenea donde se quemaba la leña en invierno para calentar la estancia. En la parte opuesta se ven dos hornacinas para dejar la harina, el pan, aceite, los ajos y la sal condimentos indispensables para hacer una gachamiga, alimento barato y a la vez muy nutritivo, indispensable para acometer las pesadas tareas del campo. Entre medio de las hornacinas (alacenas) y el hogar se sitúa la puerta orientada al sur.
Utilizando la técnica de la piedra seca se han construido a lo largo y ancho de nuestro país una amplia gama de refugios y albergues temporales conocidos con diversas denominaciones según zonas (cóbos, cubillos, cucos, bombos, barracas, pallozas... etc) dando respuesta a unas necesidades de refugio ejecutadas con el material que tenían más a la mano y que amontonaban en las lindes de sus campos: la piedra.
Este bombo es una auténtica obra de arte que convendría preservar para no privar a futuras generaciones del conocimiento de un sencillo pero original, útil y confortable refugio que han utilizado en medio mundo todas las civilizaciones desde hace 40 siglos empleando la piedra como único elemento constructivo. En nuestro término solo quedan vestigios de varios de ellos mucho más pequeños.
Vista desde la puerta del cuco.
Su interior tiene un diámetro de tres metros con un hueco que conectaba con la chimenea donde se quemaba la leña en invierno para calentar la estancia. En la parte opuesta se ven dos hornacinas para dejar la harina, el pan, aceite, los ajos y la sal condimentos indispensables para hacer una gachamiga, alimento barato y a la vez muy nutritivo, indispensable para acometer las pesadas tareas del campo. Entre medio de las hornacinas (alacenas) y el hogar se sitúa la puerta orientada al sur.
Utilizando la técnica de la piedra seca se han construido a lo largo y ancho de nuestro país una amplia gama de refugios y albergues temporales conocidos con diversas denominaciones según zonas (cóbos, cubillos, cucos, bombos, barracas, pallozas... etc) dando respuesta a unas necesidades de refugio ejecutadas con el material que tenían más a la mano y que amontonaban en las lindes de sus campos: la piedra.
Este bombo es una auténtica obra de arte que convendría preservar para no privar a futuras generaciones del conocimiento de un sencillo pero original, útil y confortable refugio que han utilizado en medio mundo todas las civilizaciones desde hace 40 siglos empleando la piedra como único elemento constructivo. En nuestro término solo quedan vestigios de varios de ellos mucho más pequeños.
Vista desde la puerta del cuco.
Cucos en la provincia de Albacete que se han consevado en buen estado.
Algunos se han rehabilitados.
Hola Chimo, por lo que veo lo que pones en el blog es un cuco "a medias", ya que por la forma de vertice en el techo, no se formaba con falsa boveda, sino recibiendo tableros de pizarra (no son de la zona...) o de madera (lo mas comun por aqui...) por eso no conserva su techo.
ResponderEliminarEn el termino de Almansa si que hay varios cucos en perfecto estado, algunos de gran tamaño, como el de Los Garagnchines y otros mas pequeños, que se pueden visitar.
un abrazo.
Miguel Cuenca.
Gracias Miguel por tus aclaraciones. Haber cuando quedamos a tomar un café, un vino o lo que se tercie... Estoy años sin verte. Un abrazo y Feliz 2017.
Eliminar