“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino
Comunicado Importante

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domingo, 7 de octubre de 2012

Hay quien sigue añorando el anterior monolito. La anécdota del himno.

 
 
                 Hay  reformas y cambios  que son rápidamente aceptados por el público. Otros, ustedes lo  saben, cuestan mas aceptarlos y digerirlos. Es normal, si tenemos en cuenta que  la media de los mortales somos  de costumbres fijas. Existen muchos ejemplos. Creo que dos de los más ilustrativos los  tenemos, uno  en el Museo Guggenheim de Nueva York, obra del genial  Arquitecto Wrigth   y el otro en la Torre Effiel de París, torre que lleva el nombre del ingeniero que la diseñó y la construyó.  Las dos obras tuvieron en sus inicios muchos detractores y muchas críticas. Hasta hubo manifiestos en contra. Hoy, son iconos de estas dos ciudades. Salvando las distancias, con  el   nuevo monolito que se ha colocado en medio del Paseo Luis Golf se nos presenta un caso similar. He podido comprobar que mucha gente aplaude el busto de D. Luis pero, acostumbrados al anterior, no ocurre lo mismo con el nuevo bloque de mármol, al que  observan con cierto escepticismo y extrañeza.  Tenemos que tener en cuenta que cuando  se inició el diseño del busto, no estaba previsto en el guión  el cambio de  la "peana". De ahí la desproporción entre bloque y busto resultado de la falta de programación. Esto no quiere decir que mañana el diseño, forma y color de este monolito se exporte a otros pueblos. Hoy, repito lo que dije, no levanta pasiones a favor. Es lógico que no acabe de ser aceptado.  Un colectivo en especial   añora el anterior ya que  era  un lugar de reunión y descanso.  Me refiero en concreto a los ancianos. La foto plasma el encuentro que se producía   entre el monolito y los más viejos. Considero que no ha sido acertado el cambio por las razones que ya expuse. No  voy a entrar en la diatriba de que se ha llevado a cabo porque  "todo nos lo han regalado" por la sencilla razón de que no se ajusta  a la verdad. Dejémoslo en "casi todo".   No quería acabar sin hacer mención a la anécdota del himno. En un principio se había programado un acto de inauguración mas sencillo  y sin banda de música.  Pero, ya que se llamó a la Banda para que actuara, pienso que el himno  El Caudetano, del maestro Juan Ángel Amorós,  era más apropiado  para este menester que el himno Nacional. Son muchos los que coincidían con esta apreciación. Así se lo hicieron saber al Alcalde  que debió zanjar el asunto aplicando la conocida teoría  "donde hay patrón no manda marinero. Vamos que, mas o menos, vino a decir que como era la autoridad, se tocaba el himno que él dijera.  Muchas veces se queda mejor, querido Alcalde, dejándose aconsejar. Hágame caso. Cada cual tiene sus gustos y sus querencias. La belleza …la belleza es subjetiva y, sobre gustos,  no hay nada legislado. ¡Quien nos puede garantizar que mañana no le pasa al nuevo monolito lo mismo que en su día le pasó al Museo de Nueva York y a la Torre de París! Es el tiempo, en estos casos, quien da o quita la razón. La anécdota del  himno.... queda para los historiadores locales.



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