El "encaje de bolillos" reunió en Caudete a muchas aficionadas en su cuarta edición. Una tradición rescatada y en aumento gracias a la Universidad Popular.

         Hacer "encaje de bolillos" no solo es una frase hecha que se refiere a realizar una tarea delicada, dificil y complicada. Es  tambien un oficio en deshuso y, desde hace unas décadas, una afición que cada vez cuenta con mas adeptas  y que  si hasta ahora se trasmitía  de madres a hijas, hoy en día se aprende en los cursillos que organizan las Universidades Populares y otros organismos relacionados con las Concejalias de la Mujer, cursos que cada vez son mas demandados. Ayer domingo tuvo lugar en nuestro pueblo el cuarto encuentro de mujeres aficionadas al encaje de bolillos. Debido a la lluvia, las bolilleras tuvieron que resguardarse en  los locales de la Escuela de Música. 

      Fué todo un acontecimiento social ver reunidas y mostrando sus habilidades a mas de cien mujeres de poblaciones vecinas como  Yecla, Letur,  Socovos,  Albatana, Petrer,  Villena y Elche  en esta cuarta edición,  junto con el grupo de mujeres de la Universidad Popular de Caudete. Los próximos encuentros de bolilleras  están previstos realizarlos en  Verger, San Vicente del Raspeig, Andorra la Vella, Polop de la Marina y en  La Mata. Una muestra del auge que el bolillo tiene en la actualidad, ademas de la de Caudete y poblaciones vecinas,  es la concentración que en Barcelona se produce todos los años, víspera de la festividad de la  Merced, donde  llagan a juntarse  mas de 4.000 bolilleras. 

      Una almuhadilla, alfileres, hilo (lino, seda, lana o algodón fino o grueso)  una lámina con el diseño elegido, tener las manos agiles y sobre todo paciencia son los ingredientes necesarios para realizar un bordado a base de bolillos. Me contaba ayer una de las paticipantes que hacer encaje de bolillo “es un excelente ejercicio para quitarte el estrés de encima. Te pones delante de la almohadilla y se te olvidan todos los problemas”.  

           Es la Universidad Popular  la que ha permitido recuperar esta y otras tradiciones, que tal vez se hubieran perdido. Llevan ya ocho años desarrollando esta afición al bolillo una treintena de mujeres,  dirigidas por Mª José Gómez Llacer. El encuentro de ayer, y anteriores, están promovidos por la Diputación de Albacete y cuentan con la colaboración de la Concejalía de Cultura y la Casa de la Cultura. 

Todas las participantes recibieron como obsequio el diseño o patrón de un abanico, “láminas que son muy apreciadas por  las bolilleras”,  comentaba la directora de la Casa de Cultura. Consultando el diccionario les diré que el encaje de bolillos "es una técnica textil consistente en entretejer hilos enrollados en bobinas, llamados bolillos, para manejarlos mejor. A medida que progresa el trabajo, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla. La posición de los alfileres vienen determinados por un patrón de agujeros en la almohadilla".