La resignación baja desde muchos sitios. Baja desde el discurso oficial, baja desde los poderes públicos, baja desde las sentencias de los Tribunales, desde las Cátedras, desde las clases de EGB donde el maestro de la Escuela va inyectando ya unas determinadas ideas. Baja desde la televisión, desde los medios de comunicación....
El discurso de que "no hay otra salida"... "esto es lo único posible". Y si no fijaros, estamos mal, pero peor estaban en el muro de Berlín. Y cuando ya se acude a hablar del muro de Berlín es porque no se tienen razones y hay que decir mira qué mal fueron aquellos, porque es la única justificación. Resignación, porque los pueblos, cuando tienen problemas no son rebeldes.
El que tiene que comer todos los días no puede permitirse el lujo de perder, por un acto de rebeldía, el puesto de trabajo. La rebeldía siempre ha surgido de aquellos que comían todos los días. ¡de aquí la gran culpabilidad de muchos intelectuales españoles, que comiendo todos los días bien del pesebre, bien de su trabajo, no han sabido decir ¡basta! a esta situación de degradación¡
La resignación…Una resignación que nace de la evidencia diaria, del paro que es cierto, de ese paro que afirman que se reduce porque la estadística dice que una persona trabaja dos horas a la semana, ya no está parada. Una disminución estadística de los empleos a tiempo parcial, de las horas extraordinarias que se imponen pero que no se cobran, de la angustia de si mañana podré trabajar.
¡Eso es resignación!. Resignación que cae sobre un pueblo que se da cuenta además, o no se da cuenta porque no le gusta o no quiere verlo, ¡o no le dejan verlo!, que estamos yendo hacia atrás, llegando a cotas propias del siglo XIX, que aquella Seguridad Social para todos, que el tema del Subsidio de desempleo van bajando continuamente, en contra de la Declaración de los Derechos Humanos o de la propia Constitución.
Resignación que surge de la culpabilidad del propio parado. Uno de los éxitos, entre comillas, del sistema americano es conseguir que el pobre, el miserable, se sienta culpable de su situación. Es la filosofía calvinista, hija del protestantismo. Tú eres culpable de tu situación. No has sido capaz de triunfar. Esa es filosofía de la sociedad americana, y si no has triunfado es porque tú eres el culpable. Y entonces el oprimido, el pobrecito, el esclavo, se echa encima la responsabilidad de su situación.
Es perfecto el dominio del poder. Un dominio del poder que ya no se basa en la fuerza, en la coacción, en la utilización de la Guardia Civil o del Ejército. Se basa en un dominio mucho más terrible, más duro: el dominio de la mente. Ese opio que cae desde los aparatos de televisión, ese opio que cae desde las sentencias de los Tribunales, desde los discursos políticos, que va empapando la mentalidad de la gente y va diciendo calla, calla, calla…
Porque, si no callas, puede ser peor. Esa es la resignación que se produce como consecuencia de sentir ese parado que él es el autor de su situación. Resignación que surge de los medios de comunicación, y no se enfaden las cámaras, no va con vosotros, pero va con los que tienen el poder en vuestras empresas, va contra aquellos que optan por decirle al pueblo una parte de la verdad.
Resignación que consiste en dar un credo único, decir todos amén a la competitividad, a la moneda única, estamos mejor que nunca, estamos mejor que nunca, amén, amén, amén…
Resignación que consiste en dar un credo único, decir todos amén a la competitividad, a la moneda única, estamos mejor que nunca, estamos mejor que nunca, amén, amén, amén…
POSDATA.-Este escrito es parte de un discurso pronunciado por Julio Anguita en 1999 en Cáceres junto a los señores Saramago y Cañadas.
Los doctores que curan las tristezas recomiendan en sus recetas que es muy aconsejable escuchar o leer poesías con frecuencia. La de hoy la compuso Mario Benedetti en 2008 en el libro. “Testigo de uno mismo”. Aquí queda.
A UN HOMBRE HUMILDE
Qué bueno que no seas
un criminal / qué bueno
que puedas dialogar con tu conciencia
y en tu vida reserves más espacio
para el amor que para el odio.
Cuando el parné quiso tentarte
dijiste no con la cabeza,
con tus miradas, con tu sombra,
con tus silencios y clamores,
en el amanecer y en el crepúsculo.
No importa que allá lejos y aquí cerca
mueran y resuciten furiosos
de la mano de un dios en cada pugna
y firmen una paz para estar libres
de iniciar otra guerra a vuelta de hoja.
Yo sé que a veces te amilanas
y que te duele el mundo tan letal,
pero me gusta ver que te repones
y que sigues, y sigues como siempre.
Qué bueno que no seas
un cobarde/ qué bueno
que tengas el valor de ser distinto
y no sucumbas al poder unánime.
Georges Moustaki falleció en Niza a los 79 años. Nos brinda la oportunidad de referirnos a su mejor obra, a su himno, una expresión perenne de sentimiento de protesta. Le métèque', sin lugar a dudas, la canción más popular del francogriego, aunque egipcio de nacimiento, reflexiona sobre la condición de un hombre en tierra extraña, aunque ésta finalmente sea la suya.
Georges Moustaki falleció en Niza a los 79 años. Nos brinda la oportunidad de referirnos a su mejor obra, a su himno, una expresión perenne de sentimiento de protesta. Le métèque', sin lugar a dudas, la canción más popular del francogriego, aunque egipcio de nacimiento, reflexiona sobre la condición de un hombre en tierra extraña, aunque ésta finalmente sea la suya.
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