Dentro de los actos que La Sacramental viene celebrando para conmemorar los "75 años del Desenterramiento de las Sagradas Formas Incorruptas", la pasada semana le tocó el turno a Joaquin Molla Francés que impartió una conferencia que llevaba por título "L
Libro 1º: "De la Administración en
...."En el año 1619 el Obispo de Orihuela Andrés Balaguer y su vicario general “establecieron y ordenaron capítulos para la Administración de esta Cofradía” en el que se hace especial referencia a las Indulgencias plenarias y muchos años de perdón que ganan sus cofrades “de ambos sexos”. Pero en el folio 2 nos habla de un culto organizado mucho más anterior y del que nada se ha conservado y es que, “a instancia de la Justicia, Jurados y Concejo General de esta Villa de Caudete”, el 26 de diciembre de 1556, esta Cofradía quedó unida a
Así pues, al menos en 1556, pero con seguridad varios años
anteriores, esta Cofradía ya estaba organizada, ya tenía estabilidad y entidad
suficiente para pedir esta agregación. Esta fecha la convierte en una de las Cofradías más antiguas de Caudete que está en vigor. De hecho es anterior a la
creación definitiva del Obispado de Orihuela (1564), a la instalación de los Carmelitas en Caudete en la
Virgen (1579) y en este Convento (1584), y muy anterior a los Capuchinos (1635). Y aporto estas fechas para poder explicar que esta Cofradía
estaría dirigida y supervisada desde la única Parroquia de Caudete y por su
clero.
Desde 1556 a 1619, en estos 63 años, nada he podido averiguar. Este
mismo libro están desordenados sus datos. En el archivo del obispado de
Cartagena ni en el de Orihuela nada queda. Así que solo podemos imaginar las
razones por las que el Obispo Balaguer decide dar estas ordenanzas y capítulos
a la Cofradía, bien puede haber sido por iniciativa propia al no disponer de
ellos o ser ineficientes, bien por haber surgido cualquier tipo de problema.
Este Obispo de Orihuela, Fray Andrés Balaguer, era un fraile
dominico muy conocido en Caudete. El P:
Simón Serrano escribió que tenía predilección por Caudete y “pasaba varios veranos aquí”, lo cierto
es que lo hemos localizado durante todas las estaciones y durante muchos años. Gonzalo
Vidal Tur, gran conocedor del obispado, dice que “fue muy devoto de la
Virgen , que restaura las tradiciones marianas en olvido o
casi olvidadas”. Aquí en Caudete está vinculado a reformas y construcciones
en Santa Catalina, en 1614 ordenó que el mayordomo de la Ermita del Rosario lo
fuera también de Santa Bárbara, reformó la Cofradía del Rosario y construyó la
“sala nueva”, 6 habitaciones y otras
dependencias en lo que con los años y otros obispos ahora llamamos el Palacio.
Quizás ahora les suene más por ser Andrés Balaguer el obispo que pasó las
fiestas de la Virgen
de Gracia de marzo a agosto y luego a septiembre. También reformó la Mayordomía de la Virgen de Gracia y fue el
que ordenó documentar, en 1620, todos los datos que se pudieran recoger sobre
la aparición de la Virgen. También
fue el que impulsó la obra de El Lucero de Caudete.
Por su todo lo anterior fuera poco, tuvo una gran actividad en todo
su obispado restaurando y creando iglesias a la vez que cofradías y cultos.
Podemos definirlo como "un obispo integrista al que Felipe III encargó que
ayudara a San Juan de Rivera, patriarca de Valencia, tanto a la justificación
doctrinal como material en la expulsión de los moriscos de las Diócesis
valencianas".
Estos Estatutos, que serían los segundos de la Cofradía pero los
primeros conocidos, están orientados al culto eucarístico. Si no me equivoco
por culto eucarístico se puede entender en dos sentidos:
1.- El culto a Dios por medio de la Celebración Eucarística
pues es la Misa
el acto supremo del culto cristiano y
2.- El culto al Santísimo Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, es decir,
el reconocimiento y adoración de la presencia Eucarística del Señor. Podríamos pensar que en 1619 sería un culto normal pero en 1556
tiene mucho mérito por cuanto todavía se estaba celebrando el Concilio de
Trento que fue precisamente el que definió como verdadera la presencia real y
substancial de Cristo en la consagración por el sacerdote durante la Misa.
Los Estatutos previenen que el culto Sacramental puede y debe ser
durante la celebración de la Misa
pero también durante el resto de la jornada, y
tanto dentro como fuera del templo.
Durante los primeros siglos de la Iglesia el ejercicio del Sacramento de la comunión por los fieles era más infrecuente, de hecho los
obispos recomendaban comulgar solo tres o cuatro veces al año. Pero con el
tiempo su ejercicio decayó tanto que el Concilio Lateranense IV (1215)
estableció la obligatoriedad de que se comulgase al menos una vez al año. En un
intento de recuperar y difundir ese sacramento comenzó la Iglesia a promover las
manifestaciones del culto eucarístico fuera de la Misa , como la exposición del Santísimo
Sacramento, las procesiones, la bendición eucarística, la exposición pública y,
más modernamente, los congresos eucarísticos, que Caudete organizó uno en 1946,
y recurriendo al auxilio de Cofradías para fomentar también la piedad privada.
No obstante el deseo de contemplar la Sagrada Hostia
alcanzó una rápida y amplísima difusión no sólo entre los eclesiásticos sino
también en el mismo pueblo. El rito de la elevación de la hostia y del cáliz
empieza a cobrar una gran importancia, solemnizándose el momento con luces e
incienso, sonido de campanas y del órgano, interpretación de motetes y rezo de
plegarias, etc. En Caudete y hasta no hace mucho aún se tiraban morteretes
También arquitectónicamente las iglesias se modifican para crear
sagrarios donde reservar al Santísimo, reservándoles un lugar privilegiado. Para realizar esta exposición pública se adaptaron o
construyeron relicarios, sobre todo en la época del Barroco, se construyeron
grandes retablos y espléndidas custodias.
Estas cofradías sacramentales también son conocidas como de
Minerva precisamente porque tienen su origen en la romana Basílica de Santa
María sopra Minerva atendida por el vecino convento de dominicos, Hermandad
devocional a la Eucaristía
y los Sacramentos, difundida por el Papa Pablo III con la bula “Dominus Noster
Iesus Christus” con la que otorgaba indulgencias y beneficios espirituales a
los hermanos de estas cofradías.
Comentar que “todos los
fieles cristianos que entrasen en dicha cofradía, el día que entrasen en ella
ganan indulgencia plenaria de todos los pecados en forma de jubileo” y
también la ganan todos los cofrades que “confesados
primero, recibieren con devoción el Santísimo Sacramento de la comunión”.
También se establece la conveniencia de acudir a acompañar al Santísimo
Sacramento cuando salga de la Parroquia en forma de viático. Caudete era mucho
más pequeño y se oirían perfectamente las campanas de la Parroquia cada vez que
saliera el sacerdote para dar la comunión y esta obligación se crea para los
pocos que permaneciesen en sus casas. No se limita el ingreso pero se advierte
que “por su honestidad, no siempre es
lícito ni permitido salir de sus casas y acudir a dichos actos (a acompañar
al Santísimo)” por lo que les recomienda que “cada vez que oyesen la señal de la campana, arrodilladas en el suelo
deberán con devoción rezar un parter noster y un Avemaría, ganan las mismas
indulgencias que los hombres que asisten”. Ya lo comentaré más adelante
pero también se excluye a las mujeres del gobierno de la cofradía.
Se establece la obligación de procurar que en todas las Iglesias
donde estuviere reservado el Santísimo Sacramento se guarde y conserve con la
veneración debida “con lámparas de día y
de noche continuamente”. También debe procurarse un palio par las
procesiones y viático. La Cofradía celebrará Misa los terceros domingos de cada mes, con
asistencia obligada de cofrades, recomendándose confesar antes de recibir la
comunión. En esa Misa, que será cantada o rezada, y en el momento de alzar el
Santísimo sacramento, los cofrades deberán colocar, se supone que antes, luces
encendidas y hacer procesión el primer viernes siguiente a la festividad del
Santísimo sacramento. Esta festividad no es otra que la del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) pero
entonces llamado Corpus Domimi (Cuerpo
del Señor).
Es precisamente la celebración de esta procesión otra prueba que
nos induce a afirmar que esta Cofradía estaba organizada y tenía una presencia
importante en el calendario caudetano. Esta procesión, como la Cofradía , tiene como
finalidad proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de
Cristo en el Santísimo Sacramento. La institución de la fiesta del Corpus Christi se inicia en Lieja (Alemania) en
1246, y fue extendida por el papa Urbano IV a toda la iglesia en 1264, lo que contribuyó
a popularizar y extender la devoción eucarística. Pronto esta fiesta se
convirtió en una de las principales solemnidades del año, tomando parte en la
procesión del Santísimo Sacramento todas las clases sociales. Tras el Concilio
de Trento, estas procesiones del Corpus se convirtieron en "una pública manifestación
de la fe católica y de homenaje a la Eucaristía".
Para el gobierno de esta Cofradía también se determina que serán
elegidos 1 sacerdote y dos mayordomos, legos, que sean hombres casados o
viudos, con plena capacidad de obrar. El sacerdote será designado por sorteo
entre todos los presbíteros al servicio de Santa Catalina (para el sorteo
emplea un redolín que era una pieza pequeña, más o menos redonda, con un número
pintado) y los dos mayordomos serán nombrados de entre los cofrades que “más a propósito resulten”.
También imponen una limosna de 1 sueldo por la inscripción y 6
dineros al año, a cada cofrade le será pedida la cantidad 3 veces y expulsado
si no pagase. El dinero, diners, era
una moneda valenciana de poco valor y el sueldo también. Caudete aún pertenecía
el reino de Valencia. 1 sueldo eran 12 dineros y el salario de un peón
cualificado era de 8 ó 10 dineros diarios. Dicho así la cuota no era muy alta
pero si digo que una hogaza de pan costaba 2 dineros la cuota se eleva más.
Luego, en este Primer libro aparecen los nombres de los cofrades
hasta llegar al folio 118. No son muchos, ocurre que están ordenados
alfabéticamente por el nombre. Luego, en el segundo libro los ordenarán por
calles pues así es más fácil y cómodo cobrarles. Aparecen más cuentas, los cargos, gastos, son pocos, y los
descargos, ingresos, también son pocos pero siempre superiores a los gastos lo
que permite tener un poco de superávit. Lo que, como veremos, no será siempre
así. Tanto ingresos como gastos son semejantes de unos años a otros, casi todo
se invierte en velas y en pagar a los diferentes predicadores, no hay grandes
inversiones ni aparecen reparaciones; siendo la contabilidad en libras
valencianas, que era una moneda de plata equivalente a 20 sueldos.
Muestro esta cuenta: “por el
sermón y comida del predicador de dicho año pagaron al convento de capuchinos
de esta Villa, 3 Libras”.
El obispo José Gómez Osorio (1732) ordenará que las cuentas las
firmen los Mayordomos que las presenten pero no siempre se cumple y el Obispo
Gómez de Terán vuelve a repetir el mandato a la vez que ordena que todas las
partidas de cargo y data se expliquen con más detalle, individualizándolas. En
1757 ya se ve preciso aportar más ingresos y se acuerda nombrar 4 limosneros
para que recojan donativos en las procesiones, misas mayores, que recorran
todos los domicilios de la población y también las eras, bodegas y almazaras en
tiempo de cosecha para recoger también donativos en especies. Y, lo que es muy
interesante, se dan cuenta de derechos económicos y legados que ha recibido
esta Cofradía, uno sobre la carnicería municipal, de 12 cabezas y doce pies, (algo simbólico pues se recibe su valor en dinero. Esta carnicería estaba en la
calle Mayor nº 1) señalar que pese a que en 1757 Caudete ya no pertenece al
Reino de Valencia se sigue llevando la contabilidad en moneda valenciana.
Desde luego la Cofradía ha crecido: hay un Depositario o Tesorero encargado
de los fondos, limosnero encargado de repartir limosnas y también de recibirlas,
y los cofrades están divididos en numerales y extranumerales. Tras la reforma
de 1716 habían 50 cofrades “varones de vida honesta y buen celo”, mayordomos
los nombra, que debían aportar mas dinero anualmente, 10 Libras, y sobre los
que se sorteaba su número para elegir a
4 como responsables cada año de la cofradía “en lo relativo a lo
temporal” y que cubrían el déficit. Por otros acuerdos parece ser que los
numerales eran solo los varones cabezas de familia y los extranumerales su
esposa o hijos, dándose el caso de que varias viudas conservaban como numeral a
su marido fallecido.
Todas las teorías que se tenían durante la lectura de Libro 1º
ahora, con el segundo, quedan confirmadas. Y es que el libro primero se perdió
al quedar en casa de del sacerdote Bernardino Santmateu que falleció sin
devolverlo, y no apareció hasta muchos años después. Por esta razón y desde que
se detecta la pérdida se ordena que se guarde en el archivo de Santa Catalina y
se prohíbe expresamente que jamás salga de esa habitación. Luego de aparecer el
primer libro, del que hemos hablado, se realizan anotaciones en ambos por lo
que seguir la historia se hace un poco más complicado.
Confirmado queda que esta cofradía fue creada a instancias del
Concejo Municipal y aprobada por el papa Pablo IV. Fue éste un Papa que se
opuso firmemente a la reforma protestante y quiso evitar su propagación por
todos los medios. No dudó en utilizar a los ejércitos pontificios para este
fin, también desarrolló la
Inquisición en sus Estados, creó el Índice de libros
prohibidos, recluyó a los judíos de Roma en un guetto, dictó normas sobre
limpieza de sangre y ordenó que las prácticas eclesiásticas se ajustaran a la
más estricta ortodoxia.
El 18 de junio de 1716 hay una reorganización de la Cofradía caudetana. El
presbítero Alonso Ángel reunió en la sacristía de Santa Catalina a cuantos cofrades pudo diciendo que “por la antigüedad de esta cofradía y
descuido en su dirección en cuanto a lo temporal” se hacía preciso su
refundación. Ahora hay 15 artículos y la regulación es más exhaustiva, tanto en
los cargos, su modo de elección, nombramientos de colectores, clavarios y lo
novedoso es que, en 1720, se añadirá un 16 para regular las percepciones
económicas de los sacerdotes: cuatro sueldos por la Misa cantada del tercer
domingo de mes (Misa de Minerva) y 3 sueldos cada vez que sale el sacerdote con
el viático, sin distinción de si es de día o de noche o en el pueblo o
campo.
Más adelante, en el folio 91 expone que “atendiendo y considerando la pobreza de esta dicha Cofradía”, no se
indican los motivos del cambio pero podemos suponerlos: el Libro 1º se ha
extraviado, que es donde están el listado de socios, las cuentas, estatutos,
solo se conserva la Bula
de creación. También España está padeciendo la guerra de sucesión. En 1707
había tenido lugar la batalla de Almansa y Caudete fue saqueado antes de esa
batalla por el ejército austriaco y, después por el francés, con especial
rapiña porque nada habían quedado después del primer saqueo. Poco después
Caudete perdía su autonomía municipal y era reducido a aldea de Villena.
De resultas de estos cambios, la Cofradía perdió las rentas
municipales que disfrutaba como ingresos, además de que muchos cofrades habían
muerto o estaban en la más absoluta pobreza. La situación era durísima, la
mortalidad alta, el hambre mucha y aún así consiguen comprar un libro nuevo,
algo treméndamente caro en esos momentos, y hacer un listado nuevo de cofrades.
En lo económico parten de cero pues ni cera tenían. La situación es tan crítica
que en los nuevos estatutos se determina que para ingresar en la cofradía ya no
será necesario realizar limosna ni tampoco para permanecer en ella.
Estas son las cuentas de 1730. He cogido estas pero podía haber
puesto otras pues son muy semejantes. En el Cargo, ingresos, se declaran tener
12 libras del año anterior y se han recibido otras 25 en este además de 26
sueldos de limosnas. Como Data o gastos, son 9 Libras por derechos del Clero,
decir las Misas, 6 libras por el monumento de jueves santo, 1 libra y 6 sueldos
por la pólvora y por el alquiler de los morteretes, y otras 3 libras al predicador. Redondeando
son 43 libras de ingresos y 58 de gastos, lo que arroja un déficit de 15 libras
a repartir entre los mayordomos de ese año.
Con todo en el año de 1719, primero que se asienta, la cofradía
terminó con un déficit de 17 libras y 6 sueldos.
Este déficit es crónico y
siempre los mayordomos asumen el desfase y perdonan el reembolso a la cofradía.
Los gastos oscilan entre 45 y 48 libras y los gastos entre 50 y 55. A partir
del año 1748 los gastos suben y se colocan entre 55 y 60 libras anuales, pero
no los ingresos que, inclusos descienden. Es precisamente esta escasez de
recursos la excusa que arguyen los cofrades para no celebrar la procesión de la Minerva cada tercer
domingo de mes. No obstante el Obispo Gómez de Terán es tajante y ordena “que se vuelvan a celebrar estas procesiones
independientemente de cómo se celebraban antiguamente y que por la tarde se
exponga el Santísimo Sacramento”.
En 1754 el déficit sería de 27 libras y 10 dineros. Destaco que,
pese al Decreto de Nueva Planta, en Caudete seguía usándose la moneda
valenciana.
No será hasta 1764, 45 años después, que el superávit vuelva a
esta cofradía y se debe únicamente a un donativo particular. Pocas alegrías
económicas más tuvo esta Cofradía y el siglo XVIII lo terminará en 1795 con un
déficit en sus cuentas anuales, pero que es siempre cubierto por los mayordomos
de ese año. Apunto a que quizás, sea esta la razón por la que la cofradía no realizó
grandes inversiones pues de sobra los mayordomos sabían que habrían de pagar
ellos al final del ejercicio. Cuando la economía mejoró se modificó esta
cláusula argumentando que era contraria
a los primeros estatutos y se extendió a los extranumerales.
Las demás prescripciones de los estatutos se mantienen muy
parecidas pero como no se copian al dictado se altera el orden.Tampoco hay inventario en 1716 porque con seguridad nada había que
inventariar, sus bienes habrían desaparecido durante la guerra. El primero que
se conserva en el de 1730, el primer asiento es la Bula de erección de la Cofradía, luego aparece un pendón de damasco de color carmesí y un arca de
madera con llave para guardar la cera. Es un inventario abierto pues se le van
añadiendo más propiedades y solo en algunas se indica la fecha. En 1754 se
añadió un palio de terciopelo carmesí, con franjas de seda y bordado el Agnus
Dei por dentro. En las cenefas se bordaron,
en los cuatro frentes, las armas de la
Villa pues fue el Concejo municipal de Caudete quien lo
regaló. Tenía 8 varas sobredoradas y se bordó en Valencia. El último palio lo
realizó en el año 1950.
Tras 1716 solo se lleva listado de los 50 cofrades numerarios,
realizándose uno nuevo cada 7 u 8 años y el último es el de 1793. Del
nombramiento de mayordomos clavarios se hace un acta que refleja sus nombres.
Hay poca variación en los apellidos y todos pertenecen a la oligarquía local:
son Golf, Algarra, Ortuño, Esteve, Izquierdo, Martínez, Herrero, Carrión,
Alberto, Díaz, etc. Los únicos que pueden permitirse pagar 20 o 25 Libras por
un año de gestión. Pero es el año 1742 cuando se entrega en el relevo de
mayordomos además de la cera las “alaxas”
de dicha Cofradía, ¿qué joyas? Quizás se refiera al pendón de damasco carmesí
pero nada se dice ni en las cuentas de ese año o anteriores aparecen legados ni
otra pista.
El 5 de octubre de 1817 el obispo Simón López y en una de sus
estancias en Caudete fiscaliza a esta Cofradía. Y escribe que “hemos hallado una cofradía del Santísimo
Sacramento erigida con autoridad de Su Santidad y aprobación de nuestros
antecesores, la que se halla enteramente decaída desde el año 1795”. “Y siendo ésta [cofradía] la primera y más principal que debe haber en
nuestras iglesias… debemos mandar y
mandamos al cura párroco y al vicario el restablecimiento de dicha cofradía”
y se apunta el obispo como primer cofrade con un donativo de 100 reales vellón
y otros 20 mensuales. El Obispo escoge la fecha de 1795 porque es la última en
que se anotan la presentación de cuentas en el libro. Con tan solo que el
Obispo López hubiera pasado un par de folios hubiera visto que hasta 1801 se
eligieron mayordomos, luego sí que no hay noticias hasta 1806 y las últimas que
se tienen son de 1807. Después nada más, porque termina el Libro 2º.
La causa de la desaparición de la Cofradía, en 1807 y no en 1795,
obedece a que España firma un tratado con Francia, el de Fontaineblau, para
permitir el paso de tropas y ambas naciones invadir Portugal. Así, el 18 de
octubre de 1807 los ejércitos franceses penetran en España y no serán
expulsados hasta 1813, desarollándose la llamada guerra de la Independencia. Solo decir que aunque el mariscal Suchet fijó su cuartel en Frente
la Higuera,
gran parte de sus tropas estaban aquí acantonadas, en este edificio también, y
cuando las tropas francesas marcharon en Caudete solo quedaron cenizas y más
muertos que vivos.
Al igual que cien años antes, esta y otras cofradías son
abandonadas pues la primera prioridad es la subsistencia material. Así pues y
con un poco de retraso podemos corregir al Obispo López y explicarle que cuando
ordena reactivar la cofradía solo hacía 10 años que no funcionada y por una
causa más que justa. Aunque, cierto es, que otras cofradías no fue necesario el
impulso episcopal para volver a funcionar tras la guerra.
El siguiente libro que se conserva comienza en 1852 y llega hasta
1892. Ya no se autoenumera como el tercero ni el cuarto, tan solo como “Libro de los
cofrades de la Cofradía
del Santísimo Sacramento establecida en la Parroquia de la Villa de Caudete”. Tampoco es necesario
especificar más pues Caudete ha tenido una única parroquia, la de Santa
Catalina, hasta 1966. Todo indica que se ha
perdido un Libro, quizás dos, el que sería el tercero y que comprendería el
intervalo de 1817 a 1852 como mínimo. Comienza este Libro con los
correspondientes Estatutos, ya no por la
trascripción de la Bula
de erección, otorgados por el obispo Félix Herrero Valverde el 28 de febrero de
1852 “por súplica del párroco y varios
vecinos de la Villa ”.
Son unos estatutos más modernos, tanto en el lenguaje como en los conceptos.
Así a los limosneros pasan a ser los colectores o cobradores. Ya no hay sorteo
para mayordomos sino que se prevé una Junta presidida por el párroco y formada
además por el Vicario, 3 cofrades y un Depositario o tesorero que sería también
secretario.
“El objeto principal de esta
cofradía lo es el promover el mayor culto y veneración al Santísimo Sacramento
del Altar y particularmente cuando se lleva por viático a los enfermos”
explica la cláusula 6ª. A su ingreso los cofrades pagarán 1 real pero nada dice sobre
otros gastos. También, y es nuevo, se establece que cuando fallezca un cofrade
otros 4 deberán acompañarlo y se establecen Misas en su recuerdo. Al no existir
la anterior división entre cofrades numerarios y extranumerarios todos los
cofrades entran en el sorteo anual para ocupar los tres puestos de la Junta y para llevar el palio.
Así que los cofrades aparecen ordenados por calles y se señala el año en que
ocuparon el cargo y, de ocurrir, el año de fallecimiento. Solo algunos cofrades
tienen el “don” delante de su nombre. Son los sacerdotes y miembros del Ayuntamiento pero del resto no sé porqué no lo tienen.
Ya no se establecen las
obligaciones de acompañar al viático ni los turnos de vela en la exposición del
Santísimo. Hay otro listado con solo mujeres, también por calles y la fecha de
su sorteo. En unos cuantos he podido comprobar que las fechas no coinciden con
las de sus maridos pero sí siempre el tratamiento de doña si el esposo lo
tiene. Hay rectificaciones, cambios, tachones y arreglos durante 60
folios y en 1880 se hace un nuevo listado. En este listado aparecen calles
nuevas pero también cuevas, que antes no estaban -lo que nos permite conocer y analizar el desarrollo urbanístico de Caudete- y apellidos nuevos. Queda mucha Cofradía por explicar ....¡pero eso será en otro momento!"
Joaquin Mollá Francés.
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