Con el nombre de "Antologia, el ayer y el hoy", Josefina Benito Conejero inauguraba el pasado sábado, 15 de marzo, una exposición en la Casa de la Cultura digna de todo elogio tanto por el colorido, las formas y la perspectiva como por la variedad y originalidad de los temas elegidos. Su nieto Francisco Javier Ortuño Albertos, excelente violinista, fue el encargado de presentar la obra de su abuela a la que no cabe duda que adora y no solo por el cuadro que le ha pintado. De ella destacó.... "la facilidad que tiene para traspasar al lienzo los colores de la paleta. Lo que van a presenciar ustedes a continuación, es una recopilación de sus obras más características donde podrán apreciar escenas y rincones del pueblo muy entrañables. No te ruborices, te lo dice tu nieto: "para mi ¡eres un genio!". Cuando el músico le pasó el micrófono, Josefina fue muy parca en palabras: "No tengo facilidad para hablar en público aunque después me tire horas y horas hablando. Espero que os guste la exposición y muchas gracias a todos por acompañarme esta tarde". El Alcalde destacó "...el arte de Josefina y de muchas más personas de Caudete en esta y en otras disciplinas que, como ella, son verdaderas artistas en la sombra". Se trata de una autodidacta que, desde niña, le ha gustado pintar y que muy pocas veces ha vendido un cuadro.
De hecho, los que hay expuestos no están ninguno a la venta ya que esta mujer pinta por el placer de pintar. Además, aplicando la técnica del óleo, Josefina se atreve con todo: paisajes, bodegones, retratos, costumbres, tradiciones...Tiene colgado tres paisajes de Yecla que ¡a saber¡ las horas que habrá pasado delante del lienzo a juzgar por la minuciosidad con la que están elaborados!. Observen con detenimiento el detalle de las tejas de la cúpula de la Basílica de la Purísima, los pliegues de los dos mantones del cuadro que sirve para anunciar la exposición o la copa del bodegón de las uvas. Me contaba su marido, Paco el enólogo para los amigos, que Josefina no ha recibido lecciones de pintura. Pero...¡no cabe duda! que, a falta de horas teóricas en la Academia, para sacarle al lienzo esos detalles ¡hay que tener alma, perseverancia y, sobre todo, mucha sensibilidad! Hasta finales de marzo estará colgada la obra en la Sala de exposiciones de la Casa de la Cultura. Les recomiendo que busquen un hueco y se pasen a admirar la gracia y el arte sincero de esta paisana que, sin ningún tipo de complejos se embarca, a una edad que no aparenta, en esta extraordinaria aventura con la doble finalidad de la satisfacción personal y regalarnos un rato de evasión y disfrute a todos los caudetanos. Enhorabuena a esta familia de músicos y pintores. En especial ...a Josefina.
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