Después de
la tempestad, siempre viene la calma. Vuestro paso por Caudete y en concreto por la calle Mayor, fue como una
especie de ventisca. Uno tiene todo el derecho del mundo a manifestarse, a
protestar, a reivindicar, a quejarse, a darle una patada al brasero, a romper la baraja …pero no a insultar y menos a
menospreciar a un vecino, a tu prima o a un gobernante, sea del partido que sea. A
las puertas del Ayuntamiento se fue a leer un manifiesto y, de paso, a insultar al Alcalde. Una forma de actuar muy
bien estudiada para sacarle partido y rédito a la reivindicación. El Alcalde …¡no estuvo nada afortunado en su
intervención! pero los componentes de la
marcha por la dignidad tampoco.
Estoy de acuerdo en casi todas vuestras reivindicaciones. La cosa esta peor que mal y
alguien tiene que recordarle al Gobierno
que el trabajador está socialmente cada vez más desasistido, que tiene menos poder adquisitivo,
que los desahucios y las preferentes son una canallada, que el crédito no llega a los de abajo a pesar de haber rescatado a la gran Banca con nuestros impuestos, que la Justicia es lenta pidiendo responsabilidades a estos asaltatrenes, que muchos padres de familia no tienen ya ni para comprar
pan..... Coincidiréis conmigo que hay distintas formas y métodos de hacerle llegar al
Gobierno esta situación que a tantos afecta para ver si se digna rectificar. Para decirle que un paro tan alto y tan prolongado nos esta llevando a la ruina.
El método reivindicativo que empleasteis en la calle Mayor, repito, no convenció. He podido constatar que el exceso de crispación asusta al espectador. Lo pone en contra. El método de "cargar las tintas" -se puede decir de muchas formas- no crea adeptos
ni afición entre personas que se encuentran en la misma situación. Lo digo con toda la sinceridad del mundo. Vuestro paso por Caudete
ha dejado un sabor agridulce. La reivindicación no esta reñida con la educación y el respeto. Ante un comportamiento tan escaso de sensatez, las reivindicaciones sociales que os llevan a Madrid esta tarde, en Caudete quedaron, a mi juicio, en un segundo plano cuando debió ser justo al revés. Y repito que el
Alcalde se pasó 20 pueblos. Al día siguiente y en frío, debió haber pedido disculpas.
También os diré que, a nivel personal, y a estas alturas del siglo XXI, esperaba otro nivel de una manifestación que había elegido un nombre tan elegante, digno y sugerente: "marcha por la dignidad de las personas". Vuestra actitud en la calle Mayor fue lo más parecido a un montaje. El que leyó el manifiesto después del rifirrafe, mentó una frase del poeta Gabriel Celaya. Esta quedó eclipsada con los insultos. Tanto los componentes de una manifestación, como los representantes del pueblo, deben guardar los modos en sus expresiones. Porque de esa forma, la idea que se pretende trasmitir llegará más lejos y a más gente. Una prueba de ello fue el excelente comportamiento del día anterior en el Paseo Luis Golf de los componentes de la columna que había llegado desde la vecina localidad de Yecla. Nada que ver con lo que ocurrió al día siguiente entre la de Murcia y la de Alicante. De tener que elegir entre las dos, me quedo con la primera. Os deseo mucha suerte esta tarde en Madrid y que el esfuerzo realizado no haya sido en balde.
También os diré que, a nivel personal, y a estas alturas del siglo XXI, esperaba otro nivel de una manifestación que había elegido un nombre tan elegante, digno y sugerente: "marcha por la dignidad de las personas". Vuestra actitud en la calle Mayor fue lo más parecido a un montaje. El que leyó el manifiesto después del rifirrafe, mentó una frase del poeta Gabriel Celaya. Esta quedó eclipsada con los insultos. Tanto los componentes de una manifestación, como los representantes del pueblo, deben guardar los modos en sus expresiones. Porque de esa forma, la idea que se pretende trasmitir llegará más lejos y a más gente. Una prueba de ello fue el excelente comportamiento del día anterior en el Paseo Luis Golf de los componentes de la columna que había llegado desde la vecina localidad de Yecla. Nada que ver con lo que ocurrió al día siguiente entre la de Murcia y la de Alicante. De tener que elegir entre las dos, me quedo con la primera. Os deseo mucha suerte esta tarde en Madrid y que el esfuerzo realizado no haya sido en balde.
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