Podemos presumir de uno de los platos más típicos, tradicionales y con mayor arraigo entre familias relacionadas, antaño con la agricultura y el campo que, lejos de perderse, cada día tiene más presencia en nuestra mesa: la gachamiga. La Cofradía de San Blas ha dinamizado la fiesta del Patrono de Caudete con el ya tradicional concurso de gachamiga que este año era el decimonoveno. Nada menos que 42 participantes en esta ocasión. La Directiva de la Cofradía -Guillermo Ortuño lleva 31 años de Presidente- facilita gratis los condimentos a todos los concursanteS que se presentan en la parte posterior de la Ermita a buena hora: harina, sal, agua, ajos, aceite, longaniza y tocino. Incluso proporciona la leña. El concursante solo tiene que llevarse las herramientas: estrébedes o trébedes, pala y sartén. Y como esta gente esta en todo, Protección Civil estaba presente para evitar alguna sorpresa que pudiera dar el fuego. El Jurado lo tuvo muy difícil, sobre todo Santiago y Claudio, a la hora de elegir las mejores porque la mayoría de participantes son expertos y consumados gachamigueros. También se han ido sumando jóvenes que quieren aprender. Después del almuerzo se procedió a la entrega de premios con la presencia de las Damas, Alcalde y Banda de Música. Con el paso del tiempo, hemos ido perdiendo en devoción a cambio de haber ganado devotos en el difícil arte de dosificar aceite, harina y agua. ¡Vaya una cosa por otra!
y con el estómago lleno, al són de la música, los cófrades sacan a San Blas de su morada y, en procesión, lo suben a Santa Catalina donde permanecerá hasta el 16 de febrero. Resulta curioso ver como se reparten la tarea. Mientras los caballeros recogen los utensilios y se desplazaban al pueblo en coche para tomarse el café o carajillo de rigor, las damas se encargaban de la subida a hombros del Santo. ¡Menos mal que San Blas no es de los que pasan lista! Unos cuantos músicos iban amenizando el desfile por el itinerario más ecológico y, la vez, más mágico de Caudete como el que va desde la Ermita a Villa Isabel. La música es el otro componente de esta -y muchas otras- fiesta popular. Porque ...¿qué seria de la fiesta sin música? La comitiva realiza una breve estación delante de la capilla de las Monjas Carmelitas de clausura donde se une el cura D. Antonio De Teresa para llegar con las fuerzas justas a Santa Catalina. Tuvo que agarrarse del brazo de Pepe el Yeclano para ver de finalizar el recorrido. Tiene su mérito ya que D. Antonio ha superado los 90 años.
Recordarles que estamos hablando del patrón de las enfermedades de la garganta y laringólogos, que era natural de la ciudad de Sabaste, Armenia, y que le tocó vivir en la época donde el emperador romano Diocleciano perseguía a todo aquel que se declaraba cristiano. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Por semenjante hecho, a este Santo se le tenía tanta devoción. La tradición de la fiesta de San Blas, con su hoguera, cucañas, carreras de sacos, palo enjabonado...vuelve otra vez a estar más viva que nunca. Yo era un niño y recuerdo que las carreras a pié y subir a un palo enjabonado a coger un pollo de corral, no como los de ahora, eran los actos que a más público atraían. No habían llegado ni la tele ni las protectoras de animales que cambiarían de forma radical nuestras ancestrales costumbres. ¡Viva San Blas, sus sufridos y abnegados cófrades, D. Antonio, la gachamiga, los músicos y, sobre todo, el excelente vino que emana de las viñas del término de Caudete!
y con el estómago lleno, al són de la música, los cófrades sacan a San Blas de su morada y, en procesión, lo suben a Santa Catalina donde permanecerá hasta el 16 de febrero. Resulta curioso ver como se reparten la tarea. Mientras los caballeros recogen los utensilios y se desplazaban al pueblo en coche para tomarse el café o carajillo de rigor, las damas se encargaban de la subida a hombros del Santo. ¡Menos mal que San Blas no es de los que pasan lista! Unos cuantos músicos iban amenizando el desfile por el itinerario más ecológico y, la vez, más mágico de Caudete como el que va desde la Ermita a Villa Isabel. La música es el otro componente de esta -y muchas otras- fiesta popular. Porque ...¿qué seria de la fiesta sin música? La comitiva realiza una breve estación delante de la capilla de las Monjas Carmelitas de clausura donde se une el cura D. Antonio De Teresa para llegar con las fuerzas justas a Santa Catalina. Tuvo que agarrarse del brazo de Pepe el Yeclano para ver de finalizar el recorrido. Tiene su mérito ya que D. Antonio ha superado los 90 años.
Recordarles que estamos hablando del patrón de las enfermedades de la garganta y laringólogos, que era natural de la ciudad de Sabaste, Armenia, y que le tocó vivir en la época donde el emperador romano Diocleciano perseguía a todo aquel que se declaraba cristiano. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Por semenjante hecho, a este Santo se le tenía tanta devoción. La tradición de la fiesta de San Blas, con su hoguera, cucañas, carreras de sacos, palo enjabonado...vuelve otra vez a estar más viva que nunca. Yo era un niño y recuerdo que las carreras a pié y subir a un palo enjabonado a coger un pollo de corral, no como los de ahora, eran los actos que a más público atraían. No habían llegado ni la tele ni las protectoras de animales que cambiarían de forma radical nuestras ancestrales costumbres. ¡Viva San Blas, sus sufridos y abnegados cófrades, D. Antonio, la gachamiga, los músicos y, sobre todo, el excelente vino que emana de las viñas del término de Caudete!
¿Como se hace una gachamiga? Esta es la receta que podemos ver en la página de Enoturismo y Gastronomía de Villena, receta muy similar a como las hacemos en Caudete:
"En una sartén se pone aceite abundante en el que se fríen varias cabezas de ajos y se
retiran. En ese aceite se añade la harina para darle vueltas en la sarten
hasta que tome color, con cuidado de que no se queme y que todo el aceite sea
por la harina, si fuera necesario añadir algo más. A continuación ir añadiendo
agua hasta que la harina este totalmente disuelta y quede con una consistencia
media. Tener en cuenta que la masa que se obtiene tiene que cocer y hay que
estar continuamente moviendo con la paleta para que no se pegue y tenga una
cocción homogénea. A esta masa le añadiremos la cabeza de ajos para que vaya
dejando el sabor y se rectificará de sal. Cuando está adquiriendo una
consistencia suficiente, se le dan varias vueltas como si fuera una tortilla
española. Nos debe quedar muy bien cocida la masa en su interior y por fuera que
esté dorada".
chimo estuve de jurado soy el yerno de rafa el ribelino , si hay alguna foto que salga a ver si la puedes poner , por que si te vi haciendo fotos por donde el jurado , ya me dices algo , gracias. saludos.
ResponderEliminarBuenas tardes:
ResponderEliminarDonde podría comprar estas sartenes, gracias.
http://1.bp.blogspot.com/-MoLtvzGipaE/UuT9T-TkcOI/AAAAAAAAPQM/NtBk3GDE2FY/s1600/IMG_4457.JPG
Un saludo.