“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino
Comunicado Importante

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Lo que nos hace pensar que los artículos que se publicaron en facebook fueron marcados como inapropiados por lectores que no están de acuerdo con la línea editorial de este blog.

Por eso nos hemos visto obligado a crear un nuevo blog para poder seguir exprensándonos de forma libre. Aquí está la nueva dirección.

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jueves, 16 de mayo de 2019

"La superioridad moral de la derecha" por Óscar de Caso. "Al izquierdista no le regatea sus buenas intenciones, pero le lanza a la cara su ignorancia sobre asuntos políticos y económicos.

    Después de haber analizado la presunta superioridad moral de la izquierda, ahora es el turno de saber por qué la derecha presuntamente gozan de superioridad intelectual.

          La derecha compensa su falta de interés por la justicia social y la igualdad con un saber más sólido sobre el funcionamiento de la política y la economía; al izquierdista no le regatea sus buenas intenciones, pero le lanza a la cara su ignorancia sobre asuntos políticos y económicos. 

Se trata del conservadurismo más puro que no es sino una forma de fatalismo: la naturaleza humana es inmutable, no hay necesidad de cambiar la marcha de las cosas, si se intenta cambiar no hacemos sino empeorar la situación…, es decir, el principio de acomodación se adueña enteramente de la política.

          El “obrero de derechas” es un asalariado con ingresos por debajo de la media, poco aficionado a la teoría, que cree en el trabajo y en el esfuerzo y que piensa que la izquierda se mueve entre brumas discursivas, mientras que la derecha tiene un sentido más práctico y es más “eficaz” gobernando.
          Entre la izquierda y la derecha queda una postura intermedia, la del liberalismo. Este no concede demasiada importancia a los valores típicamente conservadores (lealtad, autoridad y santidad) ni a los típicamente progresistas (la atención hacia aquello que sufren privaciones o injusticias): su filosofía política gira casi exclusivamente en torno a la idea de libertad negativa; lo que le acerca en mayor medida a la derecha, pues comparte su bajo nivel de empatía (y, por tanto, un débil sentido de la justicia social).

          El liberal puede llegar a aceptar que, si el reparto original es muy desigual, los resultados que genera el mercado pueden corregirse a posteriori mediante la acción del Estado, pero siempre sin tocar el proceso previo de producción e intercambio. Como tiende a ser un ingeniero social: busca ganar eficiencia en las transacciones económicas y sociales. Esta teoría económica basada en las soluciones de mercado constituye el principal bastión para atacar cualquier variante de socialismo, incluso las más moderadas.

          Incluiré en este escrito de la supuesta superioridad intelectual de la derecha a las personas del “centro-centro”; espacio simbólico conseguido por la pérdida de hegemonía de la izquierda. A ver si me explico: si en los conflictos se buscan acuerdos no puedes hacer de ese sitio un lugar político por el que se pelee. 
Para ser de centro tienes que entender –comprender y apoyar-  las razones de la parte poderosa del conflicto, estas posturas centristas se colocan habitualmente del lado de los intereses del capital, de manera especial, en los tiempos de crisis y coquetean con ideas que en otros tiempos pertenecían a la extrema derecha

          Intentaremos descifrar lo que parece ser moda política en la actualidad: el neoliberalismo que está presente en la ideología derechista. Su idea fuerza establece que el mercado es la institución que mejor garantiza la libertad individual; si se aumenta el espacio de la libertad eliminando regulaciones y normas, se produce una ganancia generalizada de eficiencia.

 Libre comercio, desregulación del mercado de trabajo, privatización de lo público e introducción de mecanismos de mercado en los servicios públicos y sociales son algunos elementos nucleares de esta ideología, siempre con la promesa de que libertad y prosperidad irán de la mano. La consecuencia de esta filosofía ha sido una concentración de poder económico sin precedentes y un aumento espectacular de la desigualdad económica y social allí donde sus propuestas se han llevado más lejos.
           En su feroz individualismo, el neoliberalismo rechaza soluciones colectivas o comunitarias a los problemas sociales. Su deslegitimación de lo público y especialmente del Estado, ha ido calando en la sociedad y hoy constituye una especie de filosofía espontánea. Podría arriesgar un poco diciendo que el neoliberalismo ha situado la batalla del capital contra la vida.

 POSDATA.- En este escrito se reflejan las ideas y criterios de los señores Ignacio Sánchez-Cuenca, Juan Carlos Monedero, Jorge Verstrynge y de un servidor.
          En 1978 se graba un disco con el mismo nombre del año en que se edita, en él se encuentra la canción “Historia conocida” de cuya letra es autor José Agustín Goytisolo y está dedicado al gran Miguel Hernández.
Es una historia conocida, amigos,
todos la recordamos,
-viento del pueblo se perdió en el pueblo-
pero no ha terminado.

Hace tiempo hubo un hombre entre nosotros,

alegre, iluminado,

que amó y vivió, cantaba hasta en la muerte,
libre como los pájaros.

¡Qué bonito sería! Nace, escribe,

muere desamparado.

Se estudian sus poemas, se le cita,
y a otra cosa, muchachos.

Pero su nombre continúa, sigue,

como nosotros, esperando

el día en que este asunto, y otros muchos,
se den por terminado.

¡Qué bonito sería! Nace, escribe,

muere desamparado.


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