Que San Vicente Ferrer sea valenciano y patrono de esa ciudad y que para nosotros este día sea fiesta local es una prueba más de la valencianía de Caudete que perteneció al Reino de Valencia desde el siglo XIII hasta la celebración de la batalla de Almansa, en 1707. A partir de esta fecha, pasamos a ser una pedanía de Villena y, tras recuperar la independencia, nos mandaron a Murcia. Todo esto ocurrió porque el rey Carlos II murió sin descendencia y dos dinastías europeas reclamaron "nuestras huestes" en el campo de batalla, finalizando la contienda después de 15 años de guerras con el tratado de Utrech. De haber apostado Caudete por el bando ganador, los Borbones, continuaríamos en Valencia en vez de estar en Castilla La Mancha. El resultado de una batalla ponía entonces en juego el futuro de un pueblo. Hoy lo decide, sin pegar un tiro, la troika en Bruselas.
El dominico, predicador y filósofo Vicente Ferrer nació en Valencia en 1350 y murió en Vannes (Francia) en 1419. El 28 de abril es fiesta en Valencia y en Caudete y celebramos una de las procesiones mas entrañables, en honor a San Vicente Ferrer, conocida como Procesión de la Comunión Pascual (discurre por las calles Santa Inés, San Jaime, Las Eras, Atleta Antonio Amorós, El Molino, La Nieve, Pintor Pérez Gil y La Cruz) y que se realiza tras la celebración de una misa en San Francisco volviendo a esta Iglesia después de llevar en procesión la Comunión a personas enfermas o impedidas que lo deseen así como a los ancianos de la Residencia San Juan Evangelista.
El origen de esta práctica esta en el cumplimiento de uno de los mandamientos de la Iglesia, como es comulgar al menos una vez al año por Pascua de Resurrección, acercando la Liturgia Parroquial al que no puede acudir a ella. La procesión se detiene y la Banda de música entona la Marcha Real cada vez que el sacerdote entra a una vivienda para dar la comunión a un impedido o enfermo bajo una sombrilla, “umbrela”, mientras suena una pequeña campanilla que anuncia la llegada del Señor. Este año el sacerdote entraba a la vivienda bajo palio en vez de la sombrilla. Tras dar la comunión se reanuda la procesión con marchas procesionales como “Triunfal”, “Jerusalén”, “El Palio Blanco”, “Cristus” o “Sacris. Las mujeres engalanan la calle sacando sus macetas -cada vez menos- a la acera y alfombras con plantas aromáticas como tomillo y romero. Una tradición de origen valenciano que viene de muy lejos y que se corresponde con las segundas Pascuas. Si no recuerdo mal, era a los Tres Puentes donde el 28 de abril íbamos a comernos la mona.
Las costumbres, lejos de ser inmutables y fijas son cambiantes y lo que hoy esta de moda, mañana no lo esta. Desconozco las causas, pero lo de acampar en Semana Santa y Pascuas en "La Toconera", con aporte de grandes dosis de alcohol, va en recesión. La Policía Local me informaba que este año no se ha desplazado tanta gente joven a este Paraje Natural como hasta ahora ocurría. El bando de la Alcaldía también ha ido reduciendo los espacios y, en cumplimiento de la Ley, poniéndo cada vez más trabas para acampar.
Las costumbres, lejos de ser inmutables y fijas son cambiantes y lo que hoy esta de moda, mañana no lo esta. Desconozco las causas, pero lo de acampar en Semana Santa y Pascuas en "La Toconera", con aporte de grandes dosis de alcohol, va en recesión. La Policía Local me informaba que este año no se ha desplazado tanta gente joven a este Paraje Natural como hasta ahora ocurría. El bando de la Alcaldía también ha ido reduciendo los espacios y, en cumplimiento de la Ley, poniéndo cada vez más trabas para acampar.
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