El viernes, 1 de marzo y a las 8 de la tarde, tendrá lugar la inauguración de la XXXVII SEMANA CULTURAL FESTERA con la apertura de las exposiciones de los Concursos de Carteles y Portadas, organizado y patrocinado por la Asociación de Comparasas y la apertura del Concurso de Fotografía Festera que ha sido organizado por la Asociación y patrocinado por las cinco Comparsas y la Mayordomía. A continuación, a las 21:30 h se representará en el Auditorio Municipal "Los Caciques", a cargo del Grupo de Teatro "Alácera", dirigido por Paco Grance. El precio de la entrada es de 4 € y lo que se recaude en taquilla , como ya viene siendo habitual, se destinará a la Asociación de Comparsas. Y tal vez porque ya viene siendo tan habitual se nos olvide agradecerles a este grupo de aficionados al teatro, la colaboración altruista y desinteresada que vienen realizando, desde su nacimiento, en pos de la Fiesta. Esta es la tercera vez que el grupo de teatro "Alácera" pone en escena "Los caciques". La primera fué en 1979 y la segunda en 1991 coincidiendo las dos veces con un cambio político municipal.Se trata de una farsa cómica de costumbres de política rural en tres actos que se estrenó en el Teatro de la Comedia en Madrid el 13 de febrero de 1920. Carlos Arniches nació en Alicante en 1866 y muere en Madrid en 1944
Para nuestra desgracia, el argumento y la acción de la obra "Los caciques" continúa hoy tan vigente como el día de su estreno, hace de eso 92 años. Despues de tres décadas de Ayuntamientos democráticos no hemos adelantado mucho en la lucha contra la corrupción y los privilegios. Al cacique -vocablo importado de Centro América en el siglo XVI- que sigue acampando a sus anchas, solo le hemos cambiado el nombre: traficante de influencias, intermediario, comisionista, clientelismo, nepotismo..... En el contexto histórico, en el que Arniches escribe la obra, la neutralidad de España en la Pimera Guerra Mundial, como proveedor de materiales, había provocado un desarrollo económico muy grande -mas o menos como el de hace una década con la construcción-, dándose una situación favorable que no supimos aprovechar para modernizar el país e impulsar la industria, y que acabó con el desastre del Ejército en Annual, en 1921, con la pérdida del Marruecos español y el prestigio de España en el mundo que había empezado en 1492.
El "Annual" de ahora, o si lo prefieren "el pan nuestro de cada día", es la corrupción con sus inumerables variantes y "casos" donde unos cuantos políticos, banqueros y "allegados al santo" se reparten impunemente los "sobres", llamados "convolutos" por el Embajador de Alemania en España en tiempos de Felipe Gonzalez. Arniches situa la acción en el pequeño pueblo de Villalgancio donde el
Alcalde que es a la vez el mayor cacique local, es ejercido simultáneamente por
el corrupto D. Acisclo Arrambla, al que le notifican la llegada de un
Inspector de Hacienda para analizar sus cuentas. En la obra, como hoy con Luis Bárcenas, tambien hay "sobres" como el que le entrega el Secretario del Ayuntamiento a Ojeda, tio de Alfredo, por órden del Alcalde, diciéndole ...."cuando yo me vaya rasguen, extraigan y mediten". Al buen entendedor, pocas palabras bastan. En Villalgancio solo pueden vivir los afectos al partido "miiista" (los mas, esto es: los del Alcalde Acisclo Arrambla Pael) y a los tres diconformes, obligados militantes del partido "otrista", se les hace la vida imposible. Otra característica, siempre presente en la Administración, como es la sumisión al poder, se refleja perfectamente en la escena en que el Secretario del Ayuntamiento le dice al Alcalde ...."retomaré el expediente que usted me dijo que lo estudiase para ver la manera de dejar de resolverlo".
Los altos cargos de la Administración al servicio del poder...¿les suena?. Es precisamente la falta de control de las cuentas lo que ha propiciado que la corrupción se haya enquistado en nuestra sociedad de forma alarmante, empobreciendo al pobre, laminando a la clase media y con el riesgo, cada vez mayor, de un estallido social de la gente que no tiene nada que llevarse a la boca. Don Acisclo -Paco "el Puncha" en la obra- siguiendo su tendencia
natural, se propone comprar la voluntad del Inspector con todo tipo de
agasajos. Sin embargo, quienes aparecen son Alfredo y su
tio con intención de solicitar la mano de Cristina, hija del regidor. Éstos
son confundidos por el inspector, provocando todo tipo de malentendidos que no se aclaran hasta el final de la obra. Una comedia en la que Arniches utiliza el humor para denunciar la corrupción imperante en aquella época que hoy queda ampliamente superada, corregida y aumentada.
Todos esperábamos de la democracia mayor control sobre las cuentas públicas ....y ha sido al revés. Hasta la Ministra de Cultura en el 2004, en época de Zapatero, Mª Del Carmen Calvo Poyato, llegó a decir que "estamos manejando dinero público y el dinero público no es de nadie". Llevando esta teoría a la práctica, los "Acisclos" han proliferado de forma exponencial en Ayuntamientos, Comunidades y Estado. Arniches tenía que escribir una comedia y llevarla al teatro para quitarle la careta y ridiculizar al sinverguenza. Entonces no habían muchas mas formas de denuncia pública. Si el control hubiera sido parejo al desarrollo tecnológico, esto sería jauja. Gracias a la tecnología, el argumento de esta comedia lo podemos ver ¡todos los dias! y gratis, en el Telediario de cualquier cadena.
Ahora, el foco se ha centrado en un tal Urdangarin al haberse casado con una descendiente de Alfonso III, monarca que reinaba en tiempos de Arniches. Pero, de "casos Nóos" esta la historia española llena, como la sociedad que pusieron en marcha Maria Cristina de Borbón Dos Sicilias -cuarta mujer de Fernando VII, madre de Isabel II y regente hasta que Espartero la manda al exilio despues de ganar la Primera Guerra Carlista- y su querido esposo Agustín Fernando Muñoz Sánchez, en 1844, denominada "Agustín Sánchez y Cía", verdadera máquina de hacer dinero con negocios nada claros como la "trata de esclavos y el comercio de azucar con Cuba, a través del tráfico de influencias, utilizándo a monarquía como salvaconducto para hacerse rico. ¡Siempre la misma historia!.
El caso Urdangarin, como el del Alcalde de Villalgancio o el presiente de la Comunidad Balear, no es mas que la continuación de una tradición monarquica que viene desde lejos y que no casa con un sistema democrático. Arranca con Felipe V, alcanzando su punto mas álgico en época de Arniches con Alfonso XIII, bautizado por el valenciano Blasco Ibañez -entre 1898 y 1907 ocupa un escaño en el Congreso de los Diputados por el partido Unión Republicana- como el "Rey comisionista". Pero...¿de que nos extrañamos? Es cierto: el pueblo que no conoce su historia esta condenado a repetirla. Lo mas cachondo es la noticia que acaba de aparecer en el Telediario: Luis Bárcenas demanda al PP por despido improcedente ...¡y puede que hasta lo apunten al paro! Estamos ante la quintaesencia de una comedia bufa. ¿De dónde los tiene cogidos este caballero para que, en vez de presentar la demanda Rajoy, se la haya presentado el extesorero al PP? ¡Cuanto hubiera disfrutado Arniches en esta época!. Cada semana hubiera estrenado un "sainete" nuevo.
Programa de actos de la Semana Cultral Festera.
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