Una de las cosas que más les gusta a la mayoría de políticos, cuando se han afianzado en el poder, es manipular, trastocar y cambiar cosas de sitio, nombres y ….. ¡hasta ventanas en buen estado! Un reciente ejemplo de esta apasionada afición por cambiar y trastocar cosas la estamos sufriendo con la creación de un logotipo que nos recuerda vagamente al Escudo Oficial de Caudete. ¿Por qué y por qué ahora?
El Alcalde y su “experto equipo en heráldica tardía”, se han empeñado en darle publicidad a un estereotipado logo diseñado a su gusto y antojo para, según decía Montesinos en el pasado Pleno, ¡no se lo pierdan! …“identificar los servicios públicos que el Ayuntamiento presta al ciudadano/a y así dar un especto de modernidad y lustre a la cosa”
Realmente, querido Concejal de Hacienda, dígame usted si con tantos trabajadores en paro... ¡eran necesarios gastos en pintura para rotular y en tinta de imprenta para identificarnos y modernizarnos! … ¿acaso ha detectado usted que somos más competitivos desde que rotulamos las furgonetas y colocamos el logo en la documentación oficial del Ayuntamiento? Si es así….¡daremos sus desvelos por buenos!, no le quepa la menor duda.
Todas las empresas importantes han cambiado el logotipo que las identifica: Dragados, Acciona, Banco Santander, Iberia, Entrecanales, Focsa. El Alcalde, haciendo gala de su mayoría, y considerando el Ayuntamiento como una empresa privada, y él su Director General, le dió en su día el visto bueno al diseño de un logo, de tipo comercial a juzgar por las explicaciones de Montesinos, para así redondear la estrategia que sigue su partido como es la venta de imagen a cualquier precio. Insisto…¿era tan necesario este logo para garantizar el éxito?
Primero se contrató, copiando las campañas políticas de los americanos, a una asesora de imagen. Y para justificar este contrato, …¡se inventó el logo!. ¡Tal vez fuera al revés! Da igual, porque el orden de los factores no altera el valor de la imagen. Con el alumbramiento del logo, daba comienzo en Caudete una nueva era de hacer política: la asesora, el asesor y el Alcalde juntos a todas partes para no dejar ningún cabo suelto en la mejora de la imagen.
La pregunta se la sigue haciendo mucha gente prudente … ¿era necesario un logotipo en aras de la modernidad y de la identificación de la gestión municipal? Está claro que no. Para ser competitivos y efectivos, el señor Alcalde y Montesinos saben perfectamente que no hacen falta logos. Y menos en tiempo de crisis. Siempre ocurre lo mismo: “el arto no le da valor el pan duro.
También les diré que el PP recogió más de mil firmas y con ellas solicitaron una Moción para debatir en Pleno lo del logo. Los socialistas acusaban ayer a los populares de haber engañado a los firmantes al no decirles la verdad porque ellos …..¡no han cambiado el Escudo! Por lo tanto: que no se hicieran ilusiones porque de Mociones sobre el Escudo... ¡nada de nada!
Decía Montesinos, como queriendo justificar su logo, que siendo Elisa Pagán Alcalde, se cambió la corona de los Austrias por la de los Borbones que hay en la parte superior del Escudo y …¡que no pasó nada! ¿Conocían ustedes este cambio de Corona? …¿era necesario cambiar de Corona? ….¿por qué se cambió? ¡Vaya lío! Ya veremos como queda este asunto. Una cosa está clara: a todos los políticos, sean del signo que sean, les gusta trastocar y cambiar.
Observen otro cambio. Este no es ni de logos ni de coronas sino de nombres de calles, ocurrido hace 74 años. El nuevo Ayuntamiento, presidido por José Camarasa Valera, llegó al poder y no estando de acuerdo con la nominación que tenían las calles de su pueblo propuso, mediante un Decreto, cambiarlas de nombre. Observen que de 35 calles solamente cuatro de ellas no tenían relación con el santoral. Los protagonistas de la Revolución Francesa fueron más lejos: ¡le cambiaron el nombre a los meses!
Veamos el cambio del nombre de calles introducido por Camarasa a los dos meses de iniciarse la guerra. La propuesta se expuso al público durante un mes y es muy posible que pocos alegaran no estar de acuerdo con algún nombre propuesto, dado el ambiente reinante aquellos trágicos días. Desconozco si hubo alegaciones.
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Don José Camarasa Varela, Alcalde Presidente del Ayuntamiento de esta Villa.
Hago saber: que el Ayuntamiento de mi presidencia, en sesiones ordinarias de los días 12 de septiembre y 3 de los corrientes, acordó por unanimidad, dar los nombres y apellidos siguientes a las calles de esta Villa en vez de los que anteriormente tenían:
Calle Luis Golf por Largo Caballero
Calle Mayor por Manuel Azaña.
Calle Virgen de Gracia por Tomás Meave.
Calle del Dan Martínez por Julián Besteiros.
Calle Juan López Calle y Paracuellos por General Mangada.
Calle San Blas por Capitán Sediles.
Calle San José por Mercado Público.
Calle San Ramón por Endalecio Prieto.
Calle Príncipes de los Ingenios por Miguel de Cervantes.
Calle San Vicente por Del miliciano Francisco Serrano.
Calle San Jaime por Francisco Ferrer y Guardia.
Calle Santa Inés por Pasionaria Dolores.
Calle La Cruz por Salmerón.
Calle La Santa por Libertad.
Plaza San Cristóbal por Galán y García Hernández
Calle San Juan por González Peña
Calle San Miguel por Domingo Germinal
Calle San Joaquin por Aída Lafuente.
Calle Santa Bárbara por Francisco Algarra.
Calle San Antonio Abad por Javier Bueno.
Calle Santa Ana por Velázquez.
Calle San Blas por María de Palencia.
Calle Calvario por Miguel Villalba.
Calle San Pablo por Almirante Cervera.
Calle San Agustín por Del Sargento Vázquez.
Calle San Eduardo por Del periodista Sirval.
Calle San Pedro por García Morales.
Calle San Bartolomé por Fernando de los Ríos.
Calle San Cayetano por Maciá.
Calle El Ángel por José Prat.
Calle San Elías por Carlos Max.
Calle San Pascual por Poeta García Lorca.
Calle Abadía por Martínez Barrios.
Calle San Sebastian por Eduardo Dato.
Lo que se hace público en este periódico oficial, a fin de que durante el plazo de treinta días puedan formular cuantas alegaciones estimen procedentes los vecinos de esta Villa ante la Secretaría de este Ayuntamiento.
Caudete, a 17 de octubre de 1.936.- El Alcalde, D. José Camarasa
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Es una cosa que siempre me ha preocupado: no tener término medio. Tras la guerra, los vencedores volvieron a cambiarlas por los nombres de sus generales victoriosos y políticos. Con la democracia se produjo otro reajuste de nombres. Solo se salvaron los poetas, pintores y algún escritor. Se da el caso curioso del cambio del nombre de la calle Príncipe de los Ingenios por el de calle Cervantes. ¡Tal vez no les gustaba el apodo!
Observen el detalle: Camarasa expuso al público el cambio del nombre de las calles durante un mes para que el ciudadano que quisiera, presentara alegaciones. Vicente Sánchez pudo haber pedido opinión a sus paisanos o haber realizado un concurso de ideas para elaborar el logo. ¡Hubiera quedado bien!
Retomando la historia, hubiera sido lógico y tal vez hasta razonable que los socialistas hubieran rescatado del olvido al albacetense José Prat, a un Fernando de los Ríos, incluso a Manuel Azaña. Estos cambios los ha debido considerar Vicente cambios menores y por eso ha ido directamente a la cabeza: un nuevo logo porque el Escudo ¡está claro que no le gustaba!.
Camarasa llevaba poco tiempo y Vicente se acerca a los 15 años como Alcalde. ¿Es posible que el tiempo justifique actitudes tan poco democráticas como es cambiar la identificación sin contar con nadie? ¡No les quepa la menor duda!
Para ir acabando, les recuerdo que en la urbanización de las Jornetas tienen el campo abonado nuestros políticos para bautizar calles, ya que tras su finalización, hace de esto mas de tres años, todavía siguen identificándose con fríos números, como puede verse en la fotografía inferior.
¿A que esperan nuestros ediles para ponerles nombres? Con el único propósito de animar el cotarro, propongo que sean bautizadas con nombres de Emperadores Romanos: Claudio, Augusto, Julio Cesar, Caracalla… Por proponer ….¡que no quede!
Joaquín Medina Iñiguez
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