Las felicitaciones del Alcalde

Vísperas del día de mi santo, San Joaquin día 26 de julio, recibí una felicitación del Alcalde. Decía la tarjeta: “M.I. Ayuntamiento de Caudete. El Alcalde de Caudete Vicente Sánchez Mira. En el día de San Joaquin y Santa Ana recibe mi más cariñosa felicitación. Caudete, 26 de julio de 2009”

Todo un detalle de nuestro Alcalde felicitar a sus feligreses el día de su onomástica, igual que lo hace el “Cortes Inglés” ….¡si eres cliente, claro!. Los dos persiguen el mismo objetivo: uno vender y otro captar. El segundo intenta vender detalles y el primero intenta captar votos a través del “detalle de felicitarnos”.

Mentiría si dijera que no le agradezco al Alcalde que se haya acordado en día tan señalado para mi. Pero una cosa es el agradecimiento y otra la “gestión municipal”. Quiero hacerle llegar a nuestro Alcalde la idea de que en época de crisis y “con tanto paro” como hay a la vista, gastarnos el dinero en felicitarnos no lo veo ni necesario ni creo que sea buena gestión del gasto público.

En época de crisis, los que nos gobiernan están obligados a dar ejemplo restringiendo gastos superfluos, al igual que lo hace un ama de casa con la cesta de la compra. De ahí que le proponga al Jefe de Protocolo que se reúna lo antes posible con el Alcalde para, entre los dos, estudiar mi propuesta desde el punto de vista del sentido común y “la economía municipal en épocas de escasez y crisis”.

Coincidiremos en que sin recibir la felicitación personal del Alcalde ….¡podemos pasar!. Esto significaría ahorrarle a las ya exiguas arcas municipales alrededor de 1.500 € año, dineros que podrían destinarse, por ejemplo, a Cáritas, Cruz Roja, Asociación de Mujeres de Santa Bárbara…. o cualquiera de las otras Ong o asociaciones locales que, me consta, últimamente andan escasas de dineros. La crisis les está pasando factura.

¡Esto sí que sería un notición!: “A propuesta del jefe de Protocolo y tras la lectura del artículo de Chimo en Caudete Digital, en el que solicita “freno y comedimiento en el gasto municipal”, yo, Alcalde de Caudete, he tomado la decisión de apacar el santoral y, de momento, no felicitarles más. También he ordenado a mis escribas que, de forma equitativa y justa, repartan el importe del ahorro de “mis felicitaciones” entre las Ong locales. Esta medida se mantendrá vigente hasta que escampe la crisis”. Fdo: Vicente Sánchez.

No tengan ustedes la menor duda de que esa medida sería …¡ muy, pero que muy bien recibida!. Y con el mismo criterio y ¡ya puestos a ahorrar!, si la concejala de Festejos, Dª Isabel Sánchez, anunciara que va suprimir la presentación de la “Dama del Ayuntamiento” para el próximo año todos los festeros pensarían que la sensatez, el sentido común y el del ahorro han calado profundamente en la calle Mayor y en la concejalía de Fiestas. La Asociación de Comparsas ya retiró a su Dama, decisión que en su día fue …¡muy aplaudida!

Son ideas modestas para ayudar a pasar el “calvario de la crisis” las que le propongo al Alcalde para que las estudie durante estas vacaciones. Personalmente, mas que la carta de felicitación me hubiera hecho mas ilusión haber recibido una carta invitándome a participar en el reparto de las direcciones de obra del Plan E. ¡Eso si que hubiera sido un detalle! No tengo trabajo, “pero estoy contento porque con mis impuestos me ha felicitado personalmente mi Alcalde”.

Es posible que algunos le pongan un marco a la felicitación por venir de quien viene. ¡Es posible!. Pero, también pienso que, en aras de la sensatez y ante el drama que a tantas familias afecta por no tener trabajo, será una medida muy prudente “guardar los sobres y las tarjetas en el cajón”. ¡Ya vendrán tiempos mejores!. De momento, con las felicitaciones de Navidad es suficiente. ¡Claro que sí!

Por último, hacerle ver al Alcalde que mucha gente se queda sin felicitación por lo que viene produciéndose un serio “agravio comparativo”. Les he preguntado a mi vecino Remigio, a la tía Eustaquia, a su prima Ezequiel y a su sobrina Teodora si les llegaba la felicitación y me han dicho que no.

Quiero hacerles ver que si no tengo éxito con la propuesta y piensan seguir mandando felicitaciones, por lo menos …¡tómense la molestia de recoger el “santoral completo” en la base de datos!.

No se puede condenar a uno/a a que no reciba la felicitación de su Alcalde el día de su santo por no haber sido bautizado/a con un nombre mas corriente como, por ejemplo, Ana, José o María. Precisamente ¡ahí es donde radica la grandeza y la esencia de la democracia!: en el respeto y en las felicitaciones a las minorías. Dicho queda.



Joaquín Medina Iñiguez