En el transcurso del pasado Pleno, Francisco Estarellas facilitó un dato que no paso desapercibido, al menos para mi. Dijo que "en el 2010 el Ayuntamiento había gastado 3,5 millones de folios y que el consumo se había reducido a 2 millones el pasado año". Es de alabar la reducción. Pero, de ser cierto el dato, que no tengo porque dudar -me lo acaban de ratificar-, me sigue pareciendo un consumo excesivamente elevado. Realizando una pequeña operación, nos da que estamos gastando una media de 7.800 folios diarios. De tener en cuenta y a pleno rendimiento el uso de las nuevas tecnologías, como Internet, no me cabe la menor duda que reduciríamos el consumo de pasta de celulosa de forma considerable además de obtener un importante ahorro en gasto corriente. ¿Hacemos buen uso del papel?.
Hace 40 años, Pedro Sánchez Algarra no disponía en el Ayuntamiento de ordenadores. Ni de fotocopiadoras. Ni escáner... ni de nada parecido. Con una docena de máquinas de escribir, marca Olivetti, el consumo municipal de papel apenas si llegaba a los 20.000 folios año. Cuando hace poco más de dos décadas se inició la modernización de la Administración con el empleo del fax, fotocopiadoras, escáners, programas informáticos, ordenadores -hoy el Ayuntamiento tiene en funcionamiento alrededor de 45 unidades- se pensó que las nuevas tecnologías ayudarían a reducir el consumo de papel. Ha ocurrido justo al revés. Su consumo se ha ido multiplicando, año tras año, de forma exponencial hasta llegar a los tres y medio del 2010 o a los dos del pasado año.
Como la materia prima de un folio es la celulosa y esta se obtiene de los árboles, no les quiero ni contar la tala de la superficie de bosques y el consumo de agua que supone haber llegado a este nivel de consumo de papel. A principios del siglo XV, en la Florencia Renacentista, ocurrió una cosa curiosa. El influyente y poderoso gremio de la lana sacó a concurso la realización de la cúpula de la Catedral de santa "Maria del Fiore". Se presentaron unos cuantos arquitectos. A pesar de tener poca experiencia, el Jurado le adjudicó el proyecto a Filippo Brunelleschi por el siguiente motivo: había ideado un sistema constructivo que permitía realizar la cúpula del Duomo sin necesidad de utilizar costosas cimbras de madera lo que suponía ahorrarse talar varias hectáreas bosques de los alrededores de la ciudad. Por tan revolucionaria innovación... ¡se hizo famoso! Además de la belleza de la cúpula, ahorraba mucha madera. Aquello ocurrió alrededor del año 1430 en el corazón de Italia: la Toscana.
Casi 6 siglos después de la innovación del Arquitecto y Escultor florentino, a nuestra disposición tenemos innovaciones tecnológicas muy importantes que, de aplicarlas, las citaciones a las Comisiones o Plenos las deberíamos estar realizando ya a través de un "grupo wasap" tan de moda entre los jóvenes por su efectividad, eficacia e inmediatez. Nos ahorraríamos muchos folios y a un Policía, o funcionario, repartiendo papeles de casa en casa como en la Edad Media. Con la documentación, una vez escaneada, no haría falta realizar una sola fotocopia mandándola a los concejales a través de Internet. Se hace algo. Sí. Pero, no en toda su integridad. ¿A que estamos esperando pues?
Si de verdad se ha pasado de un consumo de 3,5 a 2 millones de folios año, la cosa tiene varias lecturas. Primero que la actividad municipal, debido a la crisis económica, se ha reducido considerablemente y se debían haber tomado algunas medidas. También es posible -porqué no- que hayamos rebajado el consumo, aplicando criterios de ahorro, economía y continencia que antes no se tenían en cuenta como, por ejemplo, reutilizar un folio escribiendo por dos caras. No obstante, insisto en que la cifra de 2 millones de folios/año me sigue pareciendo excesiva. Lo de 3,5 millones... ¡una barbaridad! Si Brunelleschi levantara la cabeza, no entendería lo que pasa. Seguramente diría que estamos locos por no estar utilizando al 100% las tecnologías que ya están inventadas y a nuestro alcance. El sabía lo que quería, se la jugó...¡y ganó!. De momento, nosotros seguimos a la vieja usanza: mandando a un Policia de casa en casa.... como en el siglo XV.
Si de verdad se ha pasado de un consumo de 3,5 a 2 millones de folios año, la cosa tiene varias lecturas. Primero que la actividad municipal, debido a la crisis económica, se ha reducido considerablemente y se debían haber tomado algunas medidas. También es posible -porqué no- que hayamos rebajado el consumo, aplicando criterios de ahorro, economía y continencia que antes no se tenían en cuenta como, por ejemplo, reutilizar un folio escribiendo por dos caras. No obstante, insisto en que la cifra de 2 millones de folios/año me sigue pareciendo excesiva. Lo de 3,5 millones... ¡una barbaridad! Si Brunelleschi levantara la cabeza, no entendería lo que pasa. Seguramente diría que estamos locos por no estar utilizando al 100% las tecnologías que ya están inventadas y a nuestro alcance. El sabía lo que quería, se la jugó...¡y ganó!. De momento, nosotros seguimos a la vieja usanza: mandando a un Policia de casa en casa.... como en el siglo XV.
El pueblo necesita a alguien con Poder politico para que empiece a ponerse muy serio con el tema de los robos en Caudete, practicamente lo estamos sufriendo a diario y nos sentimos impotentes con este tema. Es hora de que se haga algo, si la guardia civil no puede hacer nada, habra que buscar otras medidas, pero parados no podemos estar sin hacer nada, los ladrones de siempre ya se estan haciendo los amos del pueblo viendo que no les pueden hacer nada.
ResponderEliminarPor favor ayuda a tu pueblo, mira a ver que puedes hacer.