Al finalizar el Pleno que celebramos el pasado jueves tuve la suerte de que estos cuatro concejales -tres de ellos en activo- se dejaran fotografiar en actitud de amistad y concordia para los anales históricos gráficos. Digo suerte, porque no es fácil recoger instantáneas de este tipo teniendo en cuenta que cada uno es de su padre y de su madre, políticamente hablando, y que, en más de una ocasión, ¡y las que quedan!, se han tirado los trastos a la cabeza. Influyó mucho que el Pleno, a diferencia de otras veces, discurriera por cauces normales. Catorce días atrás hubiera sido imposible conseguir esta foto.
Los cuatro tienen una cosa en común: conocen a la perfección los entresijos económicos del Ayuntamiento porque los cuatro han ostentado la Concejalía de Hacienda. Para completar los 35 años que llevamos de democracia les diré que solo faltan dos concejales de Hacienda: Francisco Díaz Gil y Miguel Camarasa.
Miguel Camarasa, que murió antes de finalizar la Legislatura, sustituyó a Luis Berenguer, que fue el último responsable de la Hacienda Municipal antes del proceso democrático de 1979, con Pedro Sánchez Algarra como Alcalde ascendiendo a ¡85.000 €! el Presupuesto de aquel año. El que aprobó hace unos meses Francisco Torres ascendía a 8,5 millones de euros. En 35 años, el Presupuesto Municipal se ha multiplicado por 100 mientras que la población solo ha aumentado un 22 %. Lo que también se ha disparado, de forma exponencial ,es la deuda: debemos a los bancos una cantidad superior a lo que ingresamos. También se disparó, sobre todo en las dos ultimas décadas, es la cantidad de personal al servicio del Ayuntamiento.
Pedro Sánchez Algarra dejó un Ayuntamiento saneado: prácticamente sin deudas. Eran otros tiempos. Se gastaban lo que ingresaban ¡ni una pesetas más ni una menos!. No los dejaban meterse en camisas de once varas. Los impuestos que se pagaban eran muy bajos. Con la democracia, la cosa cambió. Y mucho. Se acuño la frase "...haz lo que debas aunque debas lo que hagas". Los socialistas, fieles devotos de las teorías Keinesianas, tiraron de veta en los momentos de mas pujanza económica de la Historia Española, sin preveer que las vacas flacas y los recortes estaban a la vuelta de la esquina. La sociedad del bienestar, se derrumbó de forma estrepitosa.
Los cinco primeros concejales de Hacienda de la etapa democrática disfrutaron de lo lindo invirtiendo, promoviendo, construyendo, gastando y firmando pólizas y préstamos. Hoy, el Concejal de Hacienda Francisco Torres anda aburrido. Le ha tocado bailar con la más fea. Aunque aquí le veamos sonriente, la procesión va por dentro. Sabe a la perfección el significado del refrán, ese que dice, que unos ponen los cepos y otros se llevan los pájaros.
El siguiente ejemplo es bastante esclarecedor de como va el asunto económico. Hace tan solo unos años, cuando el concejal de Hacienda, tanto de un partido o del contrario, invitaba a las entidades bancarias para endeudarse, ¡todas!, absolutamente todas presentaban su oferta. Había interés en relacionarse, en llevarse bien y negociar con el Ayuntamiento. Fíjense ustedes si la cosa ha cambiado que, el otro día, solo presentaron plica dos de las diez entidades que habían sido invitadas.
El interés, ¡hay el interés! ...se ha perdido. Propuse en la Comisión Informativa que a estas dos entidades bancarias se les entregara una Cierva por el interés mostrado. ¡Cómo andará la cosa!, que ni tan siquiera la entidad que regenta Paco Torres se molestó en presentar oferta. Corren malos tiempos para la lírica. Por lo menos, es de agradecer que aunque en periodos muy cortos, a veces el tiempo para hacer una foto, reine la concordia.
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