....... Hasta siempre, Meli
Desde mi exilio en
Alicante, dado que Caudete es el pueblo en el que nací y me crié y el sitio al que siempre deseo volver, como asiduo lector del blog de Joaquín Medina, la pasada semana me sorprendió su artículo dando a conocer la dimisión de la
concejala Amelia Verdú, miembro del
Partido Popular, componente de su equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de
Caudete. Pregunto, ¿qué pasa en Caudete? En poco más de un año han
presentado la dimisión dos concejales, Miguel
Llorens e Ismael Sánchez y una
concejala del Partido Popular. Se supone que este grupo tiene el control y la
responsabilidad de dirigir los destinos de este pueblo. Conozco a estos ediles
y a sus familias, muy respetables y apreciadas en Caudete. En mi opinión, estos
concejales tienen la capacidad técnica, profesional y moral para desempeñar sus
cargos con eficacia.
Además, tienen la valentía y honradez para presentar su
dimisión cuando entienden que las cosas no funcionan con la justicia y la
transparencia necesarias, a pesar de sus esfuerzos por evitarlo, tarea publica
que es de agradecer. Especialmente en estos momentos en los que políticos de
todos los colores, formas y tamaños, llenan las Salas de los Tribunales de
Justicia, las cárceles y los telediarios, imputados, desprestigiado, agarrados
a la poltrona e imposible de echar ni a patadas.
La situación política descrita me ha motivado a escribir estas
palabras tras leer en la prensa la decisión de Amelia, Meli para los amigos,
pero sobre todo, al conocer sus palabras de despedida. Conocí a Meli de niña, era y es amiga de mis cuatro hijas.
Recuerdo sus visitas a casa, su amabilidad, su simpatía y su "ángel interior".
Más adelante, he tenido ocasión de saludarla varias veces, ya como concejala y
siempre me recordó aquel encanto personal de niña.
Volviendo a sus palabras de despedida, reitero sus
cualidades, su preparación técnica y humana, como uno de los mejores miembros
de la Corporación. De su carta de despedida me emocionaron sus citas sobre Sócrates y Platón, padres de
nuestra Civilización, desde 350 años antes de Jesucristo, haciendo gala de
sus conocimientos sobre la “cosa pública”,
para estar en el puesto que el Pueblo le asignó.
Después de este reconocimiento, me pregunto lo siguiente:
¿qué autoridad queda para representar a los caudetanos en el Ayuntamiento de
Caudete?; ¿en qué está pensando y qué le pasa al Alcalde para consentir que
dimita y se marche una concejala con la capacidad de trabajo y preparación de
Meli?; ¿se puede permitir el Alcalde el lujo de perder a su gente más preparada?; ¿se lo
puede permitir el pueblo? Y termino esperando que alguien me aclare las dimisiones de
estos concejales, en especial la dimisión de Amelia que, a pesar de su magnífica y emotiva
despedida, yo no acabo de entender. Aprovecho para reiterar mi amistad y mi consideración más
distinguida. Un fuerte abrazo, Meli
Por Pedro Sánchez Algarra, Alcalde de Caudete entre 1971 y 1979
No hay comentarios:
Publicar un comentario